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Aguas del Norte restringirá el servicio de 8 a 22 hasta el 31 de diciembre en 90 barrios

Jueves, 30 de mayo de 2013 00:13

Ayer al mediodía no salía ni una gota de la canilla en la casa de Graciela Ordóñez. Ya es una costumbre. Solo hay servicio entre las 2 de la madrugada y las 8 de la mañana. Los vecinos en San Silvestre sobreviven con agua que juntan en tachos y botellas. No tienen para derrochar. Sin embargo, el Ente Regulador de los Servicios Públicos (Enresp) autorizó a Aguas del Norte a limitar el uso de agua potable entre las 8 y las 22.

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Ayer al mediodía no salía ni una gota de la canilla en la casa de Graciela Ordóñez. Ya es una costumbre. Solo hay servicio entre las 2 de la madrugada y las 8 de la mañana. Los vecinos en San Silvestre sobreviven con agua que juntan en tachos y botellas. No tienen para derrochar. Sin embargo, el Ente Regulador de los Servicios Públicos (Enresp) autorizó a Aguas del Norte a limitar el uso de agua potable entre las 8 y las 22.

La polémica resolución 559/13 del Enresp, publicada en el Boletín Oficial de ayer, apunta a casi 90 barrios de la capital salteña y a zonas de Cerrillos, San Lorenzo, Vaqueros, La Caldera y La Calderilla. En la ciudad suena hasta escandaloso que Aguas del Norte tenga el visto bueno para racionalizar el servicio en varias barriadas, donde la baja presión es cotidiana o el suministro es nulo.

En la lista aparecen Divino Niño, San Silvestre, Jesús María, Costa Azul, Santa Rita, Palermo, Virgen del Rosario, Villa Primavera, Autódromo, Norte Grande, El Círculo, Solidaridad, Sanidad, Santa Cecilia y Primera Junta, entre otros.

El Marco Regulatorio de Agua Potable de la Provincia (decreto 3652/10) permite a Aguas del Norte limitar el uso del agua entre las 8 y las 22, entre el primero de julio y el 31 de diciembre de cada año. Además, se agrega que se podrá recurrir a esta medida en los supuestos de situaciones críticas del servicio por escasez del recurso debidamente acreditada y comunicada a los usuarios.

La extensión

La compañía estatal solicitó al Enresp, que también depende del Estado, que se adelante y amplíe ese período. El nuevo presidente del Ente, Jorge Figueroa Garzón, aceptó. Así, desde ayer y hasta fin de año, Aguas del Norte puede escatimar el recurso en los barrios que conforman el Anexo I de la resolución.

El Gobierno provincial recurrió al eufemismo de “existencia de incidencias estructurales del servicio” para reconocer que faltan obras o que el sistema no da abasto.

La inversión prometida

Pese a que la compañía volvió al Estado a principios de 2010 y que el gobernador Juan Manuel Urtubey dijo en varias oportunidades que se vuelcan $100 millones al año, en los barrios y en el interior provincial la escasez no tiene punto final. El termómetro está en las protestas de la gente durante todo el año.

Ante una red deficitaria, Aguas del Norte sostiene que en esas barriadas la situación se agrava por el uso inadecuado del agua potable: riego de veredas y jardines, lavado de coches y llenado de piletas. La intención es racionalizar el uso y garantizar el consumo humano.

Aunque en el Anexo I hay barrios como Grand Bourg y Tres Cerritos, en la mayoría de las zonas alcanzadas por la resolución, el nivel de ingresos no se condice con la posesión de piletas climatizadas para cargar a esta altura del año, grandes jardines o un parque automotor en las cocheras.

Según el Enresp, Aguas del Norte constató el uso de agua para esos destinos en los barrios y en las localidades fijadas en la reciente normativa.

Malestar

“Mirá, el pasto está seco, la gente utiliza el agua para bañarse o para tomar, no tira a las veredas, pese a que son de tierra y levantan mucho polvo”, se indignó Mirta, del barrio Palermo I de la ciudad.

Sara, del barrio Jesús María, comentó que hasta hace poco trabajaba como empleada doméstica en una casa del barrio Grand Bourg. “Es cierto que me pedían que limpie la vereda con manguera. Un día pasó una camioneta de Aguas del Norte y me retó por lo que estaba haciendo. En esa casa también cambiaban el agua de la piscina con frecuencia, pero en mi casa, en este barrio, hay poca presión, cortan seguido. Es injusto”, manifestó. Jesús María también está en la nómina de restricción.

Por los barrios

Oeste

Las Leñas, Los Pinos, La Magdalena, Grand Bourg, Las Costas, Asentamiento Los Profesionales, La Alborada, Nuestra Señora del Carmen, Isla Soledad, Puerto Argentino, Roberto Romero, Divino Niño Jesús, 17 de Mayo, San Silvestre, Jesús María, Alto La Viña, Costa Azul (Cooperativa Policial), San Isidro, Los Profesionales, Santa Rita, Martín Miguel de Güemes, Palermo I y II, Villa Las Palmeras, Virgen del Rosario, San Ramón, Gustavo Leguizamón.

Sudoeste

El Rosedal, Villa Primavera, Villa Los Sauces, Sarmiento, El Progreso, Finca Arenales, San José, Costanera, Agua y Energía, Villa Esperanza, Aerolíneas, Vialidad.

Este

Autódromo, Cooperativa La Roca, Norte Grande, San Francisco Solano, Juan Calchaqui, Santa Cecilia, 26 de Marzo, Villa Lavalle, Villa Juanita, La Fama, Bulogne Sur Mer, El Manjón, El Jardín, 20 de Junio, 6 de Septiembre, 20 de Junio, 25 de Mayo, Villa Chartas, Floresta, El Mirador.

Sudeste

El Círculo, Don Santiago, Solidaridad, Primera Junta, Sanidad.

Centro

Municipal, Villa Angelita, María Esther, Villa Estela, 13 de Abril, 23 de Agosto, Villa El Sol, Loteo Cervera, Ceferino, San Antonio.

Norte

Tres Cerritos, Juan Manuel de Rosas, Lamadrid, Mosconi.

Hicieron lugar a un amparo de vecinos de Tartagal

Cortes de suministro durante semanas, agua turbia y con mal olor, poca presión, daños en lavarropas y termotanques, son algunas de las quejas de los más de 3.500 vecinos de Tartagal que se sumaron al amparo colectivo presentado contra la prestadora Aguas del Norte ante la Justicia. La iniciativa fue presentada por cuatro concejales tartagalenses, que juntaron las firmas de miles de ciudadanos. “La situación sanitaria que atraviesa Tartagal es crítica, por las falencias en la potabilización y los constantes cortes en el servicio”, le dijo la legisladora Teresita Sansone a El Tribuno.

La denuncia fue presentada en el Juzgado de 1ª Instancia en lo Laboral, a cargo del juez Hugo Alberto Ruiz. “Estamos ante una crisis hídrica que se generó por el deficiente proceso de mantenimiento que fue degradándose hasta dejarnos en esta situación crítica”, dijo Sansone, que presentó la demanda junto a sus pares José Alberto Romero, Walter Hugo Salvatierra y Julio Fabián Cimadevilla.

El amparo colectivo se presentó el 9 de abril y al verse afectada en la denuncia la salud de la población, el juez resolvió el 16 de abril, entre otras cosas, fijar la fecha para una audiencia pública y trasladar la demanda a Aguas del Norte para que “comparezca, conteste y ofrezca toda prueba de que intente valerse, en el término de tres días”. Además, pidió informes a la Secretaría de Medio Ambiente, al Ente Regulador de Servicios Públicos y al hospital y centros de salud de Tartagal.

A pesar del riesgo potencial de que se vea afectada la salud de la población, el Procurador General de la Provincia y jefe de fiscales de la Justicia, Pablo López Viñals, consideró que “la admisión formal de toda acción colectiva requiere la verificación de ciertos recaudos elementales que hacen a su viabilidad, tales como la precisa identificación del grupo o colectivo afectado y la idoneidad de quien pretende asumir su representación”, argumentó el jefe de fiscales, antes de tomar medidas para asegurar la salud de los tartagalenses, que según la denuncia podría estar seriamente afectada. Pero el juez desestimó ese pedido y convocó a una audiencia pública. “Sería bueno que López Viñals asista a la audiencia con los vecinos así se da cuenta de que no inventamos firmas y que debería estar pensando en darle una solución a la gente y no en tratar de descalificar el apoyo de los vecinos”, dijo Sansone.

La acción judicial pide que “se ordene a Aguas del Norte implementar un plan integral de prestación y de mantenimiento del servicio de agua en forma adecuada, regular, técnicamente idónea, segura y suficiente, hasta el logro del resultado consistente en la eliminación y superación del inaceptable estado de riesgo existente y de falla estructural en la regularidad y suficiencia en el servicio”.
 

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