Tras una sucesión de robos bajo la modalidad de rompevidrieras y luego de una avalancha de denuncias por hechos cometidos en la mayoría de los casos en locales comerciales del macro y el microcentro capitalino, en las últimas horas se realizó un importante allanamiento en la zona norte de esta ciudad.
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Tras una sucesión de robos bajo la modalidad de rompevidrieras y luego de una avalancha de denuncias por hechos cometidos en la mayoría de los casos en locales comerciales del macro y el microcentro capitalino, en las últimas horas se realizó un importante allanamiento en la zona norte de esta ciudad.
El procedimiento se llevó a cabo en una vivienda del popular barrio Unión, lugar que alberga a peligrosas patotas que tienen en vilo a los vecinos de la zona.
La investigación fue llevada adelante por la División de Robos y Hurtos de la Brigada de Investigaciones y fue el oficial Mamaní junto a un numeroso grupo de policías quienes -con una orden de allanamiento emitida por el Fiscal Penal 6 y el Juez Correccional 3- irrumpieron en el domicilio de un hombre identificado como Rafael Villegas.
Las actuaciones se iniciaron a raíz de las investigaciones llevadas adelante respecto a varios robos registrados en las últimas semanas.
Tras una minuciosa investigación se supo que un hombre de la zona norte que se dedica a la compra de elementos robados habría adquirido en los últimos días varios elementos relacionados con los últimos robos registrados.
Tras llegar al lugar los efectivos observaron que en el garaje de la casa estaban arrumbados a simple vista una importante cantidad de elementos que podían estar relacionados con la causa.
Si bien en el lugar no se encontraba el sospechoso, de igual manera fueron notificados el resto de los ocupantes de la vivienda y se procedió al secuestro de un arma calibre 38 largo, considerada un arma de guerra, una caja fuerte que se encuentra cerrada, una motocicleta, dos notebooks, un medidor de glucosa para diabéticos, dos CPU, una impresora, dos consolas de playstation, entre otros elementos. Al ser consultados los ocupantes sobre los mismos, no pudieron justificar su prcedencia, por lo que todos los objetos fueron incautados.
Luego de una serie de averiguaciones se supo que fueron vendidos por reducidores, es por ello que todos los elementos quedaron secuestrados, mientras se esperan las directivas de los magistrados respecto al destino de lo encontrado y al dueño de la vivienda.
Si bien el allanamiento culminó con éxito, la investigación continuará, ya que los pesquisas tendrían datos precisos sobre una banda que operaría bajo la modalidad de rompevidrieras, por lo que se espera para las próximas semanas importantes avances en la investigación.
Crece la impunidad
Por otro lado, cabe recordar que esta modalidad de robos muestra el avance de la impunidad de la delincuencia en nuestra provincia, ya que en las últimas semanas se registró un robo con el mismo modus operandi señalado al lado de la Central de Policía.
Los dueños de negocios comerciales se mantienen en vilo ante el temor de cerrar sus negocios y no saber con qué se encontrarán al día siguiente. Si bien este tipo de delitos se registra desde hace varios años, los hechos registrados la semana pasada pusieron en alerta a toda la fuerza policial. Los investigadores sospechan que quienes realizan este tipo de robos, son los mismos motochorros que durante el día arrebatan objetos a los transeúntes.