La nueva cruzada emprendida por el cuestionado Nobel de la Paz y presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para intervenir militarmente en Siria obtuvo ayer un importante respaldo del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, quien dijo que apoyará el llamado del presidente en favor de una acción militar contra el gobierno de Bashar al Assad por un presunto ataque con armas químicas que, según Washington, mató a más de 1.000 personas. Mientras, el secretario general de la ONU Ban Ki-moon advirtió que puede haber un “baño de sangre” y llamó a la cautela.
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La nueva cruzada emprendida por el cuestionado Nobel de la Paz y presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para intervenir militarmente en Siria obtuvo ayer un importante respaldo del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, quien dijo que apoyará el llamado del presidente en favor de una acción militar contra el gobierno de Bashar al Assad por un presunto ataque con armas químicas que, según Washington, mató a más de 1.000 personas. Mientras, el secretario general de la ONU Ban Ki-moon advirtió que puede haber un “baño de sangre” y llamó a la cautela.
Obama mantuvo una reunión en la Casa Blanca con legisladores de las dos cámaras del Congreso y los titulares de las comisiones legislativas más importantes. El mandatario dijo que el uso de armas químicas que atribuye al gobierno sirio representa una “seria amenaza a nuestra seguridad nacional” y a toda la región, y en consecuencia “Al Assad y Siria deben rendir cuentas”.
Obama señaló que pedirá un voto rápido a los congresistas para que apoyen una intervención militar “limitada” y sin tropas terrestres.
En tanto, figuras clave del gabinete intentaban convencer a la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de la necesidad de una acción punitiva contra el régimen de Al Assad.
En ese sentido, el secretario de Estado, John Kerry, dijo que Estados Unidos debe actuar con medidas punitivas contra Siria, ya que una falta de respuesta enviaría una peligrosa señal a Irán, a los militantes de Hezbollah y a otros enemigos de EEUU.
“Este no es momento para el aislacionismo. Este no es momento para ser espectadores de una masacre. Ahora debemos actuar”, dijo Kerry.
Por su parte, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, explicó que los objetivos de una acción militar serían “reducir la capacidad” del régimen sirio de perpetrar otros ataques químicos y “disuadirlo” de recurrir nuevamente a su arsenal.
La audiencia fue interrumpida repetidas veces por manifestantes pacifistas que gritaron consignas contrarias a una intervención militar. Dos sondeos revelan que casi uno de cada dos estadounidenses se opone a que EEUU ataque militarmente a Siria.
Pedido de cautela
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a la cautela y dijo que un ataque militar contra Siria podría empeorar el conflicto, insistió en que las potencias del Consejo de Seguridad deben unirse para detener el uso de armas químicas y exhortó a actuar dentro de la Carta de las Naciones Unidas. “Debemos considerar el impacto de cualquier acción punitiva en los esfuerzos para evitar un mayor baño de sangre y facilitar una solución política del conflicto”, dijo Ban.
En esa misma línea, el papa Francisco, quien desde hace días viene encabezando una fuerte ofensiva en contra del ataque militar a Siria y convocó a una jornada mundial de ayuno y oración para el próximo sábado 7, condenó ayer con “especial firmeza” el uso de las armas químicas y pidió a través de Twitter que “estalle la paz” en la sociedad.
Israel lanzó un misil en el Mediterráneo
En un clima cada vez más tenso, la actitud de Israel, que ayer probó un nuevo misil con la colaboración de EEUU, su aliado incondicional, podría considerarse una advertencia o una provocación al régimen sirio, ya que fue lanzado desde el centro del Mediterráneo hacia la zona oriental del mar donde se encuentra Siria.
Los radares del Ministerio de Defensa ruso detectaron el lanzamiento de “dos objetivos balísticos” desde el centro del Mediterráneo, información que luego fue confirmada por el Ministerio de Defensa israelí, pero precisando que se era un solo misil.
Se trata de un misil del tipo “Ancor”, que sirve como señuelo para las pruebas del sistema antimisiles Jetz (Arrow), dijeron fuentes del Ministerio de Defensa israelí.
La operación misilística tiene lugar en momentos de gran tensión cuando Estados Unidos está evaluando una intervención militar en Siria.