“Soy de Bariloche, pero me crié en Buenos Aires. Hace 11 años que estoy en Salta. Vine a armar una familia, después ese proyecto quedó trunco, pero elegí a Salta como mi hogar. Aposté acá y me voy a seguir quedando, buscándole la vuelta”, aseguró Florencia García a El Tribuno, en un diálogo relajado desde el interior de su creación: el Cubito Chic.
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“Soy de Bariloche, pero me crié en Buenos Aires. Hace 11 años que estoy en Salta. Vine a armar una familia, después ese proyecto quedó trunco, pero elegí a Salta como mi hogar. Aposté acá y me voy a seguir quedando, buscándole la vuelta”, aseguró Florencia García a El Tribuno, en un diálogo relajado desde el interior de su creación: el Cubito Chic.
El Cubito, como todas las clientas y amigas de Florencia lo conocen, fue originalmente un negocio de panchos. Cuando Florencia lo rescató estaba mal tratado, lleno de grasa y lejos de tener todos los chiches que tiene ahora.
“Los hermanos Mahr lo pusieron en tratamiento intensivo y acondicionaron lo necesario para instalar la electricidad. Hoy hasta tengo aire acondicionado”, contó Florencia repasando todo lo que pasó su proyecto.
“Tengo una amiga que vende ropa y siempre me decía que tenía ganas de poner un negocio y un día le dije: Hagamoslo juntas. Lo empezamos a armar y como ella tuvo problemas personales seguí sola. Hoy el Cubito está todo en regla, pago los impuestos, tengo factura y abono las rentas municipales en donde me instalo. En Salta está prohibida la venta de ropa callejera, pero como yo estoy en regla, cada vez que voy a la Ciudad presento una nota y ellos me autorizan a instalarme”, dijo Florencia.
El Cubito Chic está desde mediados de febrero en San Lorenzo, pero antes pasó por El Tipal, el centro de la Ciudad y la Ciudad Judicial.
“Mover el Cubito es toda una travesía. Hay que bajar algunas cosas de los estantes para que no se caigan, bajar el toldo y organizar todo lo que hace al funcionamiento”, describió.
A sabiendas de que el Cubito puede ser una tentación, Florencia lo preparó con rejas en las ventanas, alarma, sensores, barras que traban las puertas por adentro y por afuera y candado en las ruedas.
Florencia estudió marketing pero enfocada en la decoración. Y eso se ve en el interior del Cubito donde se puede encontrar objetos distintos para la casa y ropa para mujeres de 10 a 40 y un poquito más. Sus productos vienen de Buenos Aires, Córdoba y Rosario y le hacen honor a su nombre. “Fue Cubito por la forma y Chic porque tiene la idea de ser algo diferente, divertido”, dijo sonriente.
Etapa de reciclado
“Para esta temporada lo primero que aconsejo es no tirar nada. Esta es un etapa de reciclado absoluto. Me parece que la clave será mezclar productos muy extremos. Por ejemplo encaje con un cuero. Una prenda con mucho brillo con otra muy opaca. Además hay muchos estilos. Está el estilo onda cuero, el estilo escocés. Hay que animarse y vestirse a la moda. Es cansador ver a la gente vestida toda igualita. Me parece que lo bueno de ahora es que permite usar todo. Hay que animarse. En cuento al color la paleta es infinita. Si bien se puede usar ropa más oscura que en el verano, hay que animarse a estar toda de blanco, toda de gris. Y siguen las flores y el animal print. Todo lo que ofrece el Cubito lo comunico en la pizarra o lo escribo en Facebook”.