Con la película “Crónica de una fuga”, la tragedia que vivió la sociedad argentina en la década del "70 se hace palpable en la experiencia sufrida por cuatro jóvenes, que lograron escapar de un centro clandestino de detención. Dramática, histórica y de suspenso, fue dirigida por Adrián Caetano y estrenada en abril de 2006 basada en la novela autobiográfica “Pase libre: la fuga de la Mansión Seré”, de Claudio Tamburrini, uno de los que sobrevivió junto a Carlos García, Guillermo Fernández y Daniel Russomano.
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Con la película “Crónica de una fuga”, la tragedia que vivió la sociedad argentina en la década del "70 se hace palpable en la experiencia sufrida por cuatro jóvenes, que lograron escapar de un centro clandestino de detención. Dramática, histórica y de suspenso, fue dirigida por Adrián Caetano y estrenada en abril de 2006 basada en la novela autobiográfica “Pase libre: la fuga de la Mansión Seré”, de Claudio Tamburrini, uno de los que sobrevivió junto a Carlos García, Guillermo Fernández y Daniel Russomano.
El arriesgado escape de los jóvenes detenidos ilegalmente en 1977 que muestra el filme es un disparador de charlas en colegios y universidades y por eso esta noche, tras su presentación a las 21 en el Espacio INCAA Hogar Escuela, uno de ellos estará para dialogar con los espectadores salteños.
Se trata de Carlos García, ante quien fluyen los interrogantes porque es imposible sustraerse a la curiosidad y a la necesidad de profundizar sobre el período más sangriento de nuestra historia.
García era, por entonces, un militante de la Juventud Peronista del barrio de Boedo, en Buenos Aires. “Me sacaron de mi casa y llegué al centro de detención de la Fuerza Aérea, Mansión Seré, en Castelar, como llegábamos todos: por las torturas, que todos querían evitar y terminabas delatando a otros para aliviar el dolor o muchas veces porque dando algún dato salvabas a muchos más”, recuerda.
De nuevo en el país
Carlos García estuvo exiliado en España durante 35 años y volvió al país hacia fines de 2012. Hoy trabaja en la Secretaría de Derechos Humanos y está presentando el filme en los espacios INCAA. “La gente me recibe muy bien porque ven en mí a un protagonista de un hecho real tan fuerte. Estamos acostumbrados a ver películas de ficción, pero que sea basada en hechos reales nos mete más en la historia. Hay muchos jóvenes que no conocen muy bien lo que pasó y demuestran su sorpresa. Las preguntas que más me hacen tienen que ver con la relación que teníamos entre los detenidos y los captores, lo que hacíamos en esos días y algunos más arriesgados me preguntan inevitablemente sobre las torturas”, le dice a El Tribuno.
Y responde a esas dudas: “A veces disentíamos entre nosotros; otras el ánimo se caía, pero el abrazo o provocarnos la risa de cualquier cosa nos mantenía vivos, elevaba la moral sobre ese mal sueño, el instinto de supervivencia siempre estaba y nos hermanaba”.
La historia y la película
Nominada a la Palma de Oro de Cannes (2006), está protagonizada por Rodrigo de la Serna, Pablo Echarri, Nazareno Casero y Lautaro Delgado. El protagonista es un estudiante y arquero de fútbol que tras haber sido acusado de “subversivo”, es secuestrado y enviado al centro de detención clandestino donde sufren torturas y la angustia diaria de saber que algún miércoles, día de “traslados”, podían ser eliminados. Una noche, los cuatro compañeros de habitación decidieron escaparse por una ventana. Aterrorizados y decididos a no morir salieron de Mansión Seré. Guillermo Fernández, otro de los miembros del grupo que escapó, es actor profesional e interpreta a uno de los represores de la dictadura apodado “El Juez”.
Si bien no es la primera película argentina que toca este tema, lo trata de una manera muy particular con rasgos del género de suspenso e incluso de terror a través del tratamiento de la imagen y sonido.
No es un documental sino que busca interesar al espectador desde lo artístico y apunta a la enseñanza sobre aquellos que resisten. La combinación de una banda sonora que fomenta el suspenso mantiene al espectador sufriendo junto a los protagonistas, viviendo esa fuga en la propia piel.
| En el Espacio INCAA del Hogar Escuela se proyectará hoy esta película, prohibida para menores de 13. Al concluir, Carlos García (58) responderá a los interrogantes del público en una charla abierta sobre su experiencia personal y la de sus compañeros de detención. La película fue elegida por la crítica cinematográfica como el mejor largometraje argentino del 2006, haciéndose acreedora al Premio Cóndor de Plata. También ganó otro galardón de este mismo premio por mejor montaje y mejor guión adaptado. El filme “Crónica de una fuga” fue ovacionado en el Festival de Cannes 2006. Durante quince minutos el público aplaudió la película de Adrián Caetano en la Sala Lumière. Pablo Echarri y Rodrigo de la Serna, sus protagonistas, lloraron emocionados. El joven actor Nazareno Casero (hijo del reconocido actor cómico Alfredo Casero) ganó con este filme los Premios Sur y actor revelación de Clarín. En esta premiación la cinta se llevó cuatro estatuillas más: mejor película, mejor director, mejor guión y mejor música. Claudio Tamburrini tenía 23 años cuando escapó. Se escondió un año en diferentes lugares y se exilió en Suecia, donde terminó de estudiar Filosofía. Regresó en 1985 y se contactó con sus compañeros de fuga en ocasión del estreno de la película basada en su libro. |