- Ocho.
- ¿Estás cansada?
- Sí...
- ¿Vos lo venís a ver a Herrera, no?
- Sí.
- Mirá, ¿sabés qué? Yo soy la mamá de Verónica Castro, la chica que él mató en Metán. Tené cuidado, hija. Ese tipo no sirve, no entrés, no lo vengás a ver más. No sirve. Ese chico es un asesino.
Andrea Neri se quedó en silencio tras las palabras de Angélica Jorge, la mujer que sufrió en lo más profundo la violencia del hombre detenido en la cárcel de Villa Las Rosas.
"A Andrea la vi un mes antes de que nazca el bebé y ahí le advertí quién era Herrera", dijo Angélica ayer a El Tribuno, mientras esperaba frente al penal para saludar a Juan Neri, padre de la joven asesinada.
Minutos después, ambos se unieron en un abrazo de dolor interminable. Hablaron, renegaron y lloraron juntos.
"Así como me dejó hace diez años a mí con dos nietos, ahora dejó a su hijito sin madre", lamentó la mujer.
Angélica relató que apenas supo del nuevo femicidio cometido por su exyerno, salió de su casa. "Fui a ver a los familiares de la chica porque yo pasé la misma situación", dijo.
Verónica Castro y Gabriel "Chirete" Herrera estaban casados hacía varios años. El 26 de marzo de 2006 tenían dos hijos, uno de 9 años y otro de 4. Para entonces, él y su hermano estaban detenidos en Villa Las Rosas por estafa y robo calificado. Por problemas con el hermano lo trasladaron a Metán una semana antes de aquel día. El 26 de marzo, Verónica, sus dos hijitos y Angélica fueron a visitarlo. El "Chirete" Herrera les dijo que le dolía el estómago por una gastritis.
"Andá hija, acompañalo a la enfermería, le dije. Él la llevó por un lugar, habló con un guardia, la hizo pasar como para una visita privada y ahí le dio contra la pared, la tiró al suelo y con una remera roja la ahorcó", relató la señora al recordar el doloroso episodio.
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- Ocho.
- ¿Estás cansada?
- Sí...
- ¿Vos lo venís a ver a Herrera, no?
- Sí.
- Mirá, ¿sabés qué? Yo soy la mamá de Verónica Castro, la chica que él mató en Metán. Tené cuidado, hija. Ese tipo no sirve, no entrés, no lo vengás a ver más. No sirve. Ese chico es un asesino.
Andrea Neri se quedó en silencio tras las palabras de Angélica Jorge, la mujer que sufrió en lo más profundo la violencia del hombre detenido en la cárcel de Villa Las Rosas.
"A Andrea la vi un mes antes de que nazca el bebé y ahí le advertí quién era Herrera", dijo Angélica ayer a El Tribuno, mientras esperaba frente al penal para saludar a Juan Neri, padre de la joven asesinada.
Minutos después, ambos se unieron en un abrazo de dolor interminable. Hablaron, renegaron y lloraron juntos.
"Así como me dejó hace diez años a mí con dos nietos, ahora dejó a su hijito sin madre", lamentó la mujer.
Angélica relató que apenas supo del nuevo femicidio cometido por su exyerno, salió de su casa. "Fui a ver a los familiares de la chica porque yo pasé la misma situación", dijo.
Verónica Castro y Gabriel "Chirete" Herrera estaban casados hacía varios años. El 26 de marzo de 2006 tenían dos hijos, uno de 9 años y otro de 4. Para entonces, él y su hermano estaban detenidos en Villa Las Rosas por estafa y robo calificado. Por problemas con el hermano lo trasladaron a Metán una semana antes de aquel día. El 26 de marzo, Verónica, sus dos hijitos y Angélica fueron a visitarlo. El "Chirete" Herrera les dijo que le dolía el estómago por una gastritis.
"Andá hija, acompañalo a la enfermería, le dije. Él la llevó por un lugar, habló con un guardia, la hizo pasar como para una visita privada y ahí le dio contra la pared, la tiró al suelo y con una remera roja la ahorcó", relató la señora al recordar el doloroso episodio.