¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

11°
20 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

“Si dejo de cantar no me produce ningún duelo, componer es mi pasión”

Entrevista con el cantante y compositor Paz
Domingo, 16 de diciembre de 2018 14:07


Cuando uno menciona el nombre de Norberto Alfredo Gurvich, no suena conocido al oído popular, pero cuando se pronuncia el Paz Martínez rápidamente nos damos cuenta que estamos frente a uno de los grandes compositores del territorio argentino. Adoptó los dos apellidos de su madre para incursionar en el mundo de la música.
Es hijo de David Gurvich, un judío de origen ruso, y Fortuna Martínez Paz.
Valeria Lynch, Leonardo Favio, Los Nocheros, Estela Raval, Armando Manzanero, Dyango, Paloma San Basilio, entre otros, fueron los artistas que grabaron sus temas.
Hace unos días llegó a la capital salteña en representación de Sadaic para despedir el año con los socios de esta región. Se desempeña como tesorero de esta organización. Un hombre amable y respetuoso. No dudó ni un instante para conversar con diario El Tribuno.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla


Cuando uno menciona el nombre de Norberto Alfredo Gurvich, no suena conocido al oído popular, pero cuando se pronuncia el Paz Martínez rápidamente nos damos cuenta que estamos frente a uno de los grandes compositores del territorio argentino. Adoptó los dos apellidos de su madre para incursionar en el mundo de la música.
Es hijo de David Gurvich, un judío de origen ruso, y Fortuna Martínez Paz.
Valeria Lynch, Leonardo Favio, Los Nocheros, Estela Raval, Armando Manzanero, Dyango, Paloma San Basilio, entre otros, fueron los artistas que grabaron sus temas.
Hace unos días llegó a la capital salteña en representación de Sadaic para despedir el año con los socios de esta región. Se desempeña como tesorero de esta organización. Un hombre amable y respetuoso. No dudó ni un instante para conversar con diario El Tribuno.

¿Naciste en Tucumán?

Si, pero en realidad mi familia se trasladó a Buenos Aires cuando yo tenía tan solo cinco años de edad. Pero me ocurre algo muy especial con esa provincia, mis sentimientos se potencvian cuando piso ese suelo, es una sensación extraña, no tengo dudas que formo parte de esa luna tucumana.

¿Cuándo empezaste con la música?

No me llamaba la atención durante mi niñez, disfrutaba mucho con la increíble voz de mi mamá Fortuna, pero ella convivía con un dejo de tristeza porque argumentaba que una mujer cantante era una mujer de la vida, y nunca pudo echar a volar su enorme talento. En un principio también fue un impedimento para mi, lógicamente querían que su hijo sea un profesional, pero luego me compraron una guitarra en mi adolescencia y empecé a sacar canciones. Recuerdo que cantaba temas como ‘Las olas y el viento’ de Donald, o clásicos de Los Beatles, que eran bastante complicado. En aquella época me tentaron varios grupos para integrar sus bandas, pero a mi solo me gustuba ejecutar el instrumento, ya sea la guitarra o el teclado.

¿Cómo siguió tu carrera?

Tenía un grupo de amigos que hacían música, entre ellos Waldo Belloso y Domingo Cura. Empezamos a incursionar con el folclore, lo llamativo era que el grupo no tenía nombre. Nosotros grabamos el Himno a Cosquín, que abre cada velada del festival. Durante 35 años se escuchó nuestra versión, y siempre nos dijeron que era por pedido de la gente. Finalmente decidimos llamarnos Los Cantores del Rosario.

¿Ya componías tus canciones?

Todavía no, esta abocado a aprender el instrumento, pero ya empezaba a sentir una extraña sensación de plasmar mis historias. La primera canción que escribí fue ‘Teníamos tan solo 12 años’.

¿Cuándo llegó el momento del Trío San Javier?

Un día me fue a ver el maestro Pedro Favini, uno de los grandes compositores que conocí en mi vida, y me ofreció crear el Trío San Javier, junto a su cuñado José Ragone. No dudé ni un instante, además me trasportaba a mi Tucumán natal. Fueron años inolvidables, de notable éxito, éramos convocados a las convocatorias más importantes del país. Yo aporté varios hits: ‘Como no creer en Dios’, Quince primaveras’, entre otros.

¿Cuándo llega tu decisión de emprender tu carrera artística como solista?

Un día fuí llevando cuatro canciones mías a la productora que nos manejaba (hoy Soni Music), y el director me dijo que esos temas eran ideales para que los cantara en condición de solista. Cuando le contesté que yo integraba el trío, él me dijo que casualmente me estaba proponiendo una proyecto nuevo. Así me inicié como solista. El gran salto lo pegué con la canción ‘Que par de Pájaros‘, de gran suceso y difusión. Un tiempo después surgió otra canción que pegó aún más fuerte en el gusto del público: ‘Amor Pirata‘.

Lograste imponer tus temas entre los productores de novelas de televisión...

Fueron varios que se escucharon en la pantalla chica, por ejemplo ‘Una lágrima sobre el teléfono‘, de la novela Una voz en el teléfono; también ‘Y qué?‘, de la tira Padre Coraje, que me valió para recibir el premio Martín Fierro, a la mejor producción musical para televisión del año 2004. El mismo halago me entregaron por ‘Mujer De Nadie’, en la novela Mujeres de nadie, en 2007. 

¿Qué es lo que te inspira a la hora de componer?

Cualquier cosa, en este instante podría escribirte una canción. Jamás dejo de componer y ojalá que Dios me lo permita hasta mis últimos días. Si dejo de cantar no me produce ningún duelo, pero componer jamás.

¿Qué opinión te merece Salta en el folclore?

Esta provincia es la cumbre del canto popular, tiene una rica y ejemplar historia dentro de éste género musical. Los Chalchaleros, Los Cantores, Los Nombradores, y tantos otros, nos amamantaron de música, canto y exquisita poesía. Además, me daba verguenza cantar a la par de Tutú Campos, Javier Pantaleón, Daniel Toro, el Chango Nieto, y otros grandes. Recién el año pasado me atreví a editar un disco de folclore, con algunos temas de mi autoría, y otros éxitos del folclore nacional.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD