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El polémico perfil del sacerdote Abel Balbi

Su paso por Joaquín V. González quedó marcado por juicios, amenazas y conflictos .
Lunes, 03 de diciembre de 2018 02:01

Las denuncias contra el sacerdote Abel Balbi se mezclan con otros detalles que explican el silencio que guardaron los habitantes contra los abusos sexuales y de poder que habría ejercido el sacerdote durante la década del 80 en Joaquín V. González, cuando estuvo al frente de la parroquia de esa localidad ubicada en el departamento Anta. Diferentes episodios registrados confirman aquel perfil agresivo amparado por la impunidad de la época.

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Las denuncias contra el sacerdote Abel Balbi se mezclan con otros detalles que explican el silencio que guardaron los habitantes contra los abusos sexuales y de poder que habría ejercido el sacerdote durante la década del 80 en Joaquín V. González, cuando estuvo al frente de la parroquia de esa localidad ubicada en el departamento Anta. Diferentes episodios registrados confirman aquel perfil agresivo amparado por la impunidad de la época.

El cura es investigado por la Justicia federal, ya que habría más personas involucrados en los casos de abuso sexuales.

"Yo tenía la imagen de que era un liero, de que era muy imprudente, un inmaduro absoluto", dijo a El Tribuno el arzobispo Mario Cargnello sobre Balbi.

Amenazas de muerte

"Conflicto entre un cura y docentes", rezaba una nota de este diario del 30 de octubre de 1985. En aquel año, el cura Balbi inició un conflicto con una familia y un grupo de docentes a cargo del colegio secundario del pueblo de Joaquín V. González. Una solicitada acompaña la nota. Además de denunciar difamación, la solicitada, firmada por Carmen Capellán de Omar, expone "amenazas de vida con explosivos".

En las diferentes denuncias realizadas en sede policial y judicial, se asegura que el sacerdote "amenazaba a cualquiera que intentaba denunciarlo". Y que, incluso las monjas de la congregación María Auxiliadora habrían sido blanco de las amenazas al punto que habrían tenido que abandonar el pueblo. La situación de las religiosas también quedó registrada en la añeja solicitada. "Porque levanté voces de solidaridad y apoyo a la generosa misión y accionar de las hermanitas de María Auxiliadora, desde la gestión para su ubicación, hasta el momento en que se encontraron en circunstancias parecidas a las que hoy sufro", denunció Capellán.

El conflicto terminó en el juzgado Correccional y de Menores del distrito judicial de Metán, que con expediente número 3.108/86 ordenó una retractación pública de Balbi ante la actitud amenazante. Dicha retractación llegó a este medio para ser publicada por orden judicial. Allí, el cura reconoció la veracidad de "algunas palabras usadas contra la familia Omar". Por ello pidió perdón, y aseguró que lo hizo llevado por "la ira" y por "problemas suscitados en la comunidad".

Sin fiesta patronal

Otro episodio que también quedó registrado en notas de la época sucedió en agosto de 1990, más precisamente el día 8, para las celebraciones de las fiestas patronales en honor a Santo Domingo de Guzmán. "El párroco de J. V. González se metió en un baile", afirma la nota publicada entonces por El Tribuno.

Allí, se denuncia que Balbi, por estar en desacuerdo con que se llevara a cabo una peña folclórica, luego de las celebraciones religiosas, cerró el templo y se fue a Salta.

Lo velaron en la vereda
“Cuando murió mi papá, no le han querido abrir la iglesia, así que nosotros le hemos hecho la misa en la vereda de la iglesia, ahí estaba el cajón de mi papá”, afirmó Nélida Navarro en las puertas de su ferretería, en Joaquín V. González. 
Más conocida como “Muñeca”, Nélida, hermana del fallecido ex intendente de J. V. González, sumó otro episodio que da cuenta del autoritarismo con el que se manejó el denunciado sacerdote Balbi durante la década del 80. 
El cura, a raíz de un conflicto con el intendente, se negó a abrir las puertas del templo por lo que toda la ceremonia se llevó a cabo en el espacio público. “Mi hermano tuvo problemas con el cura. Balbi se desquitó de los problemas que tenía con mi hermano con mi papá”, aseguró la mujer aunque no supo dar detalles de cuál fue la raíz del conflicto entre la máxima autoridad religiosa y política del pueblo. Aunque advirtió: “Creo que mi hermano hizo una denuncia en Salta”.
“Lucho quería abrir la iglesia, quería traer un cerrajero, y mi hermano lo atajó”, recordó la mujer, quien además destacó: “Mis abuelos fueron de los primeros habitantes del pueblo, él, los Martínez, los Navarro, los Palermo y que vengan y que le hagan eso a mi papá... no”. Ante la negativa del sacerdote, Nélida intentó persuadirlo. “Yo me fui a verlo para que abra la iglesia, Beba Londero lo apoyó en aquel momento”, aseguró.

El acto que nadie olvida en González

El cura Balbi cerró la iglesia el día de las fiestas patronales en el pueblo.

Los habitantes aún tienen grabado el recuerdo de los sucesos ocurridos el 8 de agosto de 1990 cuando el cura Abel Balbi cerró las puertas de la iglesia en plena celebración de las fiestas en honor al patrono de Joaquín V. González, Domingo de Guzmán. 
En una actitud bravucona, el sacerdote se irritó por la organización de una peña folclórica. Como desde la intendencia le comunicaron que no podían suspender el espectáculo, Balbi dio un portazo y si más trámites cerró las puertas del templo y se marchó a Salta a plantear sus quejas ante el arzobispado, entonces a cargo de monseñor Moisés Julio Blanchoud.
Más de 1.500 personas se agolparon en las puertas de la iglesia y ofuscadas con el cura intentaron sacar por la fuerza las imágenes para la ritual procesión por las calles del pueblo. El intendente de la época, Pedro Kairuz, intentó calmar los ánimos y ante la presión Balbi regresó González acompañado por monseñor Blanchoud. El cura tuvo que cumplir con el rito custodiado por fuerzas policiales. Mientras oficiaba la ceremonia, algunos vecinos protestaron enérgicamente y le pidieron que se fuera del pueblo. Según los memoriosos los ánimos se calmaron por respeto a la presencia del arzobispo Blanchoud.

 

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