En la cima del cerro San Bernardo, el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, hizo una fuerte crítica al debate sobre el aborto que se instauró en la agenda parlamentaria y en la sociedad.
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En la cima del cerro San Bernardo, el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, hizo una fuerte crítica al debate sobre el aborto que se instauró en la agenda parlamentaria y en la sociedad.
Calificó como “absurda” la discusión sobre la interrupción del embarazo, y expresó que “en el escritorio nos ponemos a discutir estupideces”.
El monseñor de Salta encabezó ayer el vía crucis en el cerro San Bernardo con la presencia de más de 5 mil personas, según informó la Policía de la Provincia.
Desde el 18 de marzo, los diputados debaten proyectos para la despenalización del aborto en la Argentina. Este tema caló hondo en el mensaje que dio ayer la Iglesia Católica.
Tras finalizar el vía crucis, Cargnello sentó posición ante los fieles, la mayoría jóvenes, que habían realizado el recorrido desde la Cruz del Congreso Eucarístico hasta la cima del cerro San Bernardo.
Justamente, la máxima autoridad eclesiástica en Salta les habló a los jóvenes y les pidió que defiendan la vida.
El mensaje
“Ahora se debate la ley del aborto, saben que nosotros defendemos la vida desde su concepción. Ustedes que son jóvenes, respétense entre ustedes y respeten la vida; prepárense para el matrimonio, apuesten por el amor. Hay gente que amar la vida y en el escritorio nos ponemos a discutir estupideces”, resaltó.
Para justificar su postura, contó la historia de un bebé del interior provincial que nació cincomesino, que estuvo en una incubadora durante cuatro meses y participó del vía crucis. “Hay gente que la pelea en el medio del frío de la Puna. El debate es una cosa absurda, más cuando nosotros sabemos que él (por Jesucristo) entregó la vida para que nosotros vivamos”, afirmó Cargnello.
Camino de fe
Mate cocido, café, tortillas, cruces y rosarios, eran algunos de los objetos que llevaban los fieles bajo el alba salteña. Muchos madrugaron y se acercaron desde las 6.30 a la Cruz del Congreso Eucarístico, ubicada en Paseo Güemes y pasaje Del Milagro.
Poco a poco, las cercanías del monumento Güemes se fueron llenado de cientos de personas que se preparaban para realizar el vía crucis, que este año tuvo el lema: “Con tu cruz Señor del Milagro renovamos la historia”.
“Participamos todos los años con mi esposa e hijos, para nosotros el vía crucis es algo especial, es por eso que nos levantamos temprano y vinimos a llenarnos del amor de Jesús”, le dijo a El Tribuno Mariano, uno de los salteños que se juntan para recordar el camino que recorrió Jesucristo antes de su muerte. El vía crucis en el cerro San Bernardo se realiza desde hace 25 años.
A las 7, todos juntos comenzaron a caminar ordenadamente hacia el cerro. En el camino de la colina, estaban pintados unos números romanos en el piso, que representaban cada una de las 14 estaciones hasta llegar a la cima, donde el arzobispo de Salta fue el encargado de brindar su tradicional mensaje al pueblo salteño, pero sobre todos a los jóvenes que decidieron quedarse a acompañarlo.
Frío y sol
El ascenso al cerro fue cansador, pero el clima agradable que se vivió durante toda la mañana ayudó. Tan solo 12 grados.
El sol recién empezó a pegar cruelmente después de la llegada de los fieles a la cima, justo antes del mediodía. Las más de cuatro horas de caminata de manera cuidadosa, gracias al operativo que realizaron desde Tránsito municipal, fueron extenuantes para algunos, pero nadie se animó a abandonar. Durante ese tiempo, los devotos pasaban por las estaciones que rememoran la pasión de Cristo, que, según la tradición cristiana, Jesús sufrió para salvar a toda la humanidad.
“Si Jesús pasó tanto dolor para darnos la salvación, nosotros podemos caminar, aunque nos cueste. El sacrificio que tenemos en nuestras vidas no se compara con lo que sufrió nuestro salvador”, remarcó Mauricio, quién decidió hacer el vía crucis solo.
Una cruz gigante que era cargada por los fieles, más los rezos, junto a los cantos y la fe de los devotos formaron parte de la peregrinación que se detenía en cada estación para relatar el padecimiento que sufrió Jesús.