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Alan Aurich: “El fracaso te golpea pero te ayuda a repensarte”

Entrevista al CEO de Havanna. 
Jueves, 05 de abril de 2018 14:59

Empezó desde abajo cocinando hamburguesas en un local de McDonald’s. Gracias a la empresa que le dio su primer empleo logró ir ascendiendo hasta que decidió tomar nuevos caminos. Distendido y relajado, Alan Aurich, CEO de Havanna, habló con El Tribuno durante el encuentro que organizó Arcos Dorados y La Nación sobre el primer empleo, donde se refirió a sus inicios laborales, a las oportunidades, desafíos, logros y fracasos; además de dar su mirada sobre el mercado laboral nacional. También dio algunos consejos para aquellas personas que quieran emprender en el mudo de las franquicias. 

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Empezó desde abajo cocinando hamburguesas en un local de McDonald’s. Gracias a la empresa que le dio su primer empleo logró ir ascendiendo hasta que decidió tomar nuevos caminos. Distendido y relajado, Alan Aurich, CEO de Havanna, habló con El Tribuno durante el encuentro que organizó Arcos Dorados y La Nación sobre el primer empleo, donde se refirió a sus inicios laborales, a las oportunidades, desafíos, logros y fracasos; además de dar su mirada sobre el mercado laboral nacional. También dio algunos consejos para aquellas personas que quieran emprender en el mudo de las franquicias. 

Comenzaste desde muy abajo, ¿cómo fue tu primer trabajo?

Desde los 12 años que trabajo para poder irme de vacaciones, era otra época donde yo me podía ir solo de vacaciones, a los 12, con plata que junté a esa edad. Mi primer empleo informal fue de pintor de brocha gorda. Hice lo que sea para tener un peso y poder salir y pasarla bien. A los 17 años mi papá me dice ‘llega McDonald’s a la Argentina, ¡presentate!’. Yo no tenía ni idea de lo que era McDonald’s en ese tiempo. Tampoco había internet por lo que fui juntando información de amigos y conocidos y me presenté. Había filas y filas de chicos y tuve la suerte de que me tomaron. Y el día que terminé la secundaria, el 30 de noviembre, firmé mi primer contrato laboral formal. Iba a trabajar solo tres meses, pero tuve la suerte de poder trabajar en una empresa que me permitió estudiar y crecer. También cuando uno le agarra el gustito a tener su propia plata a los 17 o 18 años... me sentía Maradona. Eso fue un lindo gusto que me di, trabajé muchísimo y durísimo y pude hacer mi carrera universitaria en la UBA (Licenciado en Administración), después un master que me ayudó McDonald’s en en el IAE Business School y tuve la suerte de hacer un intercambio y estar en Harvard ¡No lo podía creer! Ni en el mejor sueño de mi vida me podía ver estudiando unas materias en inglés cuando yo había comenzando unos 10 años atrás haciendo hamburguesas. Esa fue mi experiencia que duró 18 años pero llegó el momento que sentí que tenía que cambiar y ahí tuve la suerte de pasar a otra organización como Havanna dónde todo lo que aprendí en McDonald’s lo pude poner en práctica. Básicamente esa fue mi suerte laboral. 

¿Cómo ves el mercado laboral en la Argentina? 

Claramente se está reactivando, lentamente, pero sin prisa ni pausa. Esa es mi sensación. No se como será en cada economía regional. Pero mi sensación en general es que lentamente se va activando. Lo ves cuando tu propia gente en la organización te dice ‘me están llamando para otras cosas’: eso es un claro indicio de que hay otras oportunidades afuera, en otras organizaciones. Nosotros tomamos gente en su primer empleo, que por año son entre 150 y 200 personas. Le damos esas oportunidades de aprendizaje. Tenemos en claro que Havanna tiene que ser un primer empleo donde sea parte del camino, tiene que ser un fin en si mismo: tenemos que dar empleo donde la gente pueda estudiar, pueda hacer su carrera universitaria. Tenemos una chica que estudia grafología, va a ser grafóloga y quiere ser perito policial. Si mañana viene y me dice ‘entro para ser perito’, para nosotros va a ser un orgullo. En nuestro caso, en promedio, tenemos un 20 por ciento de rotación anual, la gente promedio en Havanna trabaja cinco años en los locales con lo cual no es como McDonald’s u otros donde la gente tiene un paso mucho más rápido por la organización. Nuestros sueldos para los chicos jóvenes son muy buenos, con lo cual le exigimos y le damos la oportunidad que trabajen media jornada laboral, por ende, la otra mitad puede estudiar y eso está muy bueno. Nuestro desafío es cómo le damos herramientas no solo para trabajar en Havana sino también que le sirva para el día de mañana para cualquier otra cosa.  

 

Alan Aurich

¿Y cómo enfrentan esa rotación de personal?

Para nosotros es un dato. Ya no hay que ni enojarse ni ponerse contento. Es un dato. La gente en general tiene un sueño, otras prioridades y como definimos nosotros el empleo: tiene que ser un medio. Es lógico que cuando están más avanzados en sus carreras universitarias se vaya a otras compañías. Obviamente, en muchos casos en que uno tiene pequeños diamantes se te van y uno sufre enormemente. El desafió ahora es cómo uno va cuidando esos diamantes para que no se tienten en irse. Nosotros tenemos becas para que pueden hacer la facultad, pagamos cursos, hacemos muchas cosas para que los que vemos talentosos sigan trabajando y creciendo. Van rotando en distintas posiciones y aprenden cosas nuevas, o sea el desafió de la compañía es ese. Porque es un dato que la gente joven prioriza las ganas de hacer cosas, su vida y no prioriza el trabajo como se lo hacía antes. Esto también es un desafió para las empresas: ver como tentamos a los chicos para que trabajen con nosotros.

Se habla de una brecha salarial entre hombre y mujeres...

Para nosotros es un gran tema. Justamente antes de que el presidente Mauricio Macri presentara el proyecto de igualdad salarial, nosotros habíamos comenzando a hablar del tema. En los locales toda la gente gana lo mismo, en las fábricas tenemos categorías diferentes que no quiere decir que ganen por el mismo trabajo diferente plata. Hay categorías que están muy cerca o son parecidas. Estamos tratando de equiparar las categorías para que la gente gane lo mismo. Es prioritario que los géneros ganen lo mismo ante igual tarea. Trabajamos en conjunto con el sindicato, tenemos una predisposición sensacional con ellos para trabajar y redefinir estas categorías para asegurarnos el cien por ciento de equidad entre hombre y mujeres. 

¿Hay un boom en el mundo de las franquicias? 

Yo creo que el modelo de franquicias es muy bueno cuando uno encuentra franquicias serias que hacen las cosas bien, uno como inversor asume muchísimos riesgos. Una persona que tiene un Havanna y su riesgo es menor porque ya sabemos como funciona el modelo de negocio, sabemos dónde ponerlo, cuantos empleados tomar, lo asesoramos en todas esas cosas y en general su tasa de exitoso es muchísima más alta que la tasa de éxito de dos personas que ponen un café. Que pasa con el mundo de las franquicias, tiene una rentabilidad menor en promedio a las inversiones que hacen dos personas, una tasa de éxito muchísimo más asegurada a cualquier inversión que hagamos nosotros. La ecuación de franquicia es muy buena. Aparte lo que uno hace con la franquicia es tomar gente muy buena, emprendedora, con ganas de hacer cosas que lo ayuda a poner su negocio. Un franquiciado nuestro es un embajador de la marca. Hay que elegir muy bien a quien le das tu marca y asegurarte de que sean exitosos. Hoy perdemos muchas franquicias porque nosotros abrimos si solo si de que estamos cien por ciento seguro de que va a ganar plata, de que va a ser exitoso. No asumimos riesgos entonces en esa lógica jamás ponemos en riesgo la plata del franquiciado, es una de los puntos importantísimos de la marca. No nos cambia la vida poner dos locales, un local menos, si nos cambia la vida de que al franquiciado no le vaya bien. Un franquiciado es quizás una persona que está invirtiendo los ahorros de su vida en un negocio, no juguemos al empresario con plata ajena. Nos aseguramos de que tengan un buen negocio. 

Cuando las cosas no sale bien... ¿cómo se afronta el fracaso? 

Mirá yo creo que el fracaso es el mayor movilizador y uno aprende más de los fracasos que de los éxitos, sin duda. A mi en lo personal las veces que me ha tocado no tener éxito con algo sin duda me golpeó fuertemente en primera instancia, pero con el paso del tiempo me doy cuenta de que lo único que hizo un fracaso en mi fue ayudarme a repensarme, digo en lo personal, entender que hice mal, cómo lo podría haber echo diferente, creo que cuando uno se moviliza con un fracaso y entiende que es una oportunidad le saca mucho más provecho que a un éxito. Uno de los éxitos no aprende nunca, pegás tres éxitos y te crees un campeón, con los fracasos tenés la oportunidad de preguntarte que hice mal, lo podría haber echo diferente, con que me equivoque, podría haber elegido gente diferente para esto, a mi el fracaso creo que es puro aprendizaje. 

Alan Aurich, durante el encuentro de Arcos Dorados y La Nación sobre el primer empleo 

¿Se puede apostar en la Argentina o se piensa más en el exterior? 

Lo que nos pasa en la Argentina es que tenemos 227 locales y obviamente los locales que abrimos nuevos y no van a estar en los primos 50 en ventas: ¿por qué? Tenemos un departamento de expansión, tenemos un montón de franquiciados buscando más locales, donde en general las mejores locaciones ya las tomamos todas y entonces muchas veces quizás que abra un local y esté dentro de los mejores 50 en un ránking con más venta, es un éxito. Pero no sucede. Es la ley del rendimiento marginal decreciente, los nuevos locales tienen un menor promedio de ventas y rentabilidad que el promedio de los locales que ya existen por eso estamos redefiniendo nuestro modelo de negocio. Somos un modelo de negocio nuevo donde nos enfocamos mucho en el cliente. Definimos que no somos más una cafetería. La gente no va más a una cafetería, va a lugares. Y en esos lugares debes tener una buena propuesta de desayuno, de almuerzo, la gente comienza a elegir más los espacios, por su comodidad por ser agradables, por cómo se siente el cliente, más que ir a tomar solo un café. En este nuevo repensar del modelo de negocio estamos haciendo locales con muchísimas otras opciones de menú buscando una nueva experiencia donde pueda pasar más tiempo la gente. 

Un consejo para quienes quieran emprender...

Que estudie muy bien dónde va a emprender y sobre todo, dos consejos: primero que trate, en el caso de una franquicia, de hablar con la compañía y hablar con muchos franquiciados. En nuestro caso, cada vez que viene un un interesado lo mandamos a hablar con un franquiciado que le está yendo bien, con uno que le esté yendo más o menos y uno al que no le esté yendo tan bien, por definición. Esto es importante porque el mundo de la franquicia es como un casamiento, imaginate que conocés a una chica, te casas y luego descubrís que no te contó todo... La idea es en el mundo de la franquicia conocerlo todo. Como es esto: yo te muestro todo lo que yo creo que soy, conocé a otro que te hable de mi también. Tratá de hablar con mucha gente que te diga mis cosas buenas y malas. El que se quiere meter en el mundo de las franquicias no solo debe averiguar bien, que escarbe, que trate de hablar con fanquiciados, que trate de hablar con proveedores que entienda dónde se está metiendo. El otro consejo es que los negocios se manejan desde el negocio. No existe más el nos juntamos un grupo de amigos ponemos plata y ponemos un empleado que lo maneje. El ojo de quien invierte siempre mejora el negocio. Después de que la plata hay que ponerla donde uno va a poner el trabajo, donde va a poner la fuerza y el entusiasmo.

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