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"Nos quieren convertir en sicarios", los fundamentos de un médico del San Bernardo en contra del aborto

Horacio Mdalel, médico cirujano, expuso sus argumentos en una entrevista con El Tribuno. Mirá el video. 
Lunes, 23 de julio de 2018 17:02

Sostiene que hay varias razones para oponerse al proyecto de la despenalización del aborto. Cuestiona que se utilice el término “seguro” y que no haya objeción de conciencia institucional. Horacio Mdalel, médico cirujano del hospital San Bernardo, expuso su punto de vista a El Tribuno. 

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Sostiene que hay varias razones para oponerse al proyecto de la despenalización del aborto. Cuestiona que se utilice el término “seguro” y que no haya objeción de conciencia institucional. Horacio Mdalel, médico cirujano del hospital San Bernardo, expuso su punto de vista a El Tribuno. 

Cómo médico, ¿por qué cree que no debe aprobarse la ley?
No tiene que aprobarse esta ley por varias razones jurídicas, médicas, embriológicas, constitucionales, legales y la más importante de todas, por razones humanas. El Pacto de San José de Costa Rica consagra a la vida desde el momento de la concepción y la Constitución Nacional y las provinciales adhieren. Entonces, habernos formado toda la vida en una universidad y en los posgrados para destruir algo que conocemos... Nos quieren convertir en sicarios. Si yo no estudié, no conozco lo que hay adentro, tal vez así sea fácil hacerlo, pero para nosotros no lo es porque conocemos el desarrollo de ese individuo. Nosotros hicimos un juramento hipocrático. 

¿Qué solución se puede dar a las mujeres que abortan en lugares clandestinos y tienen riesgos para la salud, secuelas e incluso pueden perder la vida?
Ese es el argumento central de las personas que sostienen el aborto legal, seguro y gratuito, según se dice. En primer lugar, el aborto no es seguro. Se introduce una legra, como una aguja de tejer, y el médico no tiene forma de ver, por más que tenga experiencia. La perforación uterina es una posibilidad. Hay que abordar una buena anticoncepción. En caso que tenga un embarazo no deseado, aquí se complica la situación. Yo creo que a veces hay que hacerse cargo. El sexo irresponsable no trae nada bueno. 

Hay muchas falencias en la educación sexual, un atraso en la aplicación en las secuelas...
Estuve viendo los contenidos, tampoco no son muy buenos y el abordaje quizá no sea como corresponde. La educación sexual para mí es integral, como su nombre lo indica, y creo que debe primar la parte preventiva. La mujer que va a abortar tiene que saber que puede quedar estéril. Se raspa el endometrio y si se pasa una cierta línea, queda una cicatriz que se pega con la otra parte del útero y hasta puede haber perforaciones. No es inocuo. Es una profunda ignorancia pensar que el aborto es seguro, no lo es. 

Pero el aborto también se hace con fármacos...
Sí, se habla del misoprostol y hay otros nombres comerciales. Son prostaglandinas que fuerzan el trabajo de parto, hacen que el útero se contraiga. No funcionaría tan bien en momentos iniciales, tendría que ser en momentos más avanzados, para que al romperse la bolsa produzca un parto prematuro. No hace otra cosa que contraer el útero para que expulse al feto, contrayéndose, asfixiándolo. 

En el hospital San Bernardo todos los ginecólogos expresaron que harán objeción de conciencia ¿Qué opina?
Son 14 ginecólogos, todos dijeron que si se aprueba la ley no harán abortos. Presentaron un documento tanto en el hospital como en el Colegio Médico, para que quede claro. En el Materno Infantil se repetirá la situación. Además, es una objeción de conciencia perversa porque no es institucional. ¿Qué pasa en el caso del San Bernardo, donde el 100 por ciento hizo objeción de conciencia personal? ¿Quién hará el aborto? El director es deportólogo, el subgerente es traumatólogo, y si seguimos en la línea no tenemos un ginecólogo en la parte jerárquica. Es una incongruencia de la ley. El tema de la objeción de conciencia institucional debe tenerse en cuenta porque hay instituciones confensionales. El artículo 85 bis pretende agregarle al Código Penal una sanción al médico que se niegue u obstaculice un aborto, con penas de seis meses a dos años de prisión. Entonces para quién es la despenalización, para el médico es penalización. Se viola la ley de hábeas data, porque los médicos tendrán que hacer pública su posición. Pero lo más perverso es que por demorar el aborto, si el niño nace vivo, se da entre dos y cinco años de prisión al médico. 
 

 

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