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Nacho Ravazza volvió a su hogar y le devolvió la vida a toda su familia

Al mediodía de ayer un alumno de la Ucasal lo vio merodeando el campus universitario.Personal policial lo localizó allí y lo trasladó a la comisaría 3. Su madre lloró de alegría.
Miércoles, 15 de agosto de 2018 00:00

Desapareció un lunes al mediodía y ocho días después, casi a la misma hora, Ignacio Ravazza Burgos puso fin a su clandestinidad y prácticamente se entregó al merodear el único lugar en Salta donde era muy conocido y desde hace ocho días imprescindible en las charlas y comentarios de toda la comunidad universitaria.

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Desapareció un lunes al mediodía y ocho días después, casi a la misma hora, Ignacio Ravazza Burgos puso fin a su clandestinidad y prácticamente se entregó al merodear el único lugar en Salta donde era muy conocido y desde hace ocho días imprescindible en las charlas y comentarios de toda la comunidad universitaria.

Nacho Ravazza se convirtió hace una semana en una de las noticias más leídas, sobre todo por la juventud estudiantil, su caso había tocado la fibra íntima no solo de una familia sino de toda la provincia.

Más allá de la exposición pública, el caso del joven universitario mostró las aristas ocultas que provocan las fugas de hogar y las desapariciones.

En una ciudad que busca a decenas de personas jóvenes que desaparecieron hace ya tantos años, su caso verdaderamente conmocionó a la opinión pública y su aparición no provocó repudio, sino al contrario una alegría inmensa contenida, no solo en sus familiares sino en todos los salteños, a quienes Nacho sin querer les tocó la puerta del corazón.

Hace más de una semana el joven desapareció dejando abandonado prolijamente su auto en la cumbre del cerro San Bernardo. A partir de allí se descubrió que había fingido durante meses estudiar Ingeniería, carrera de la que solo cursó el primer año en la Universidad Católica de Salta.

La mamá de Nacho, Fabiola Burgos, entre lágrimas le pidió por este medio y muchos más: "Arranquemos de nuevo. Sos fundamental en la familia".

Desconsolados por una historia que desconocía su madre y la familia, no descansaron un solo día, al igual que la policía local, para dar con el paradero del joven. Fabiola Burgos, para que regresara su hijo, dijo que, aunque fuera esa la verdad o hubiera otras, lo importante para la familia era su bienestar y su salud.

Durante esta semana que pasó, la mamá relató paso a paso cómo desapareció su hijo de 21 años y aseguró que no había problemas familiares internos que pudieran haber precipitado una fuga.

"Lo único que noté era un exceso de cariño, no solo conmigo sino con todos los integrantes de la familia", afirmó.

La mujer dijo que la noche del lunes, cuando él no regresaba, lo llamó insistentemente y a las 21.15 le contestó. "Él estaba algo quebrado y solo me dijo que había tomado una determinación muy profunda y que lo había estado pensando durante mucho tiempo. No sabía a qué se refería, pensé en una novia, en una mujer, en un deseo de huir, pero no sabía nada acerca de su problema en la facultad pero luego comenzamos a ver otro Nacho, a nuestro hijo", expresó.

Ayer embriagada de alegría Fabiola Burgos dijo que no fue en busca de su hijo apenas lo hallaron porque desea que él regrese a casa y la encuentre a ella como siempre esperándolo. "Quiero abrazarlo y mimarlo como nunca lo hice antes", dijo. Y agregó: "No me importa lo que pasó, lo que tuvo en su mente, lo que nos hizo sufrir. No, eso no es importante lo importante es que mi hijo regresó, está de nuevo con nosotros y que con su juventud puede empezar cualquier otro proyecto". Sin embargó, señaló: "También sé que deberá responder algunas preguntas, pero no puede preguntarnos si lo queremos o no, porque ya le respondimos, no solo yo -su madre- sino centenares de personas, conocidas y otras que nunca nos vieron pero que ayudaron de todos los lugares para que hoy yo sea feliz y pueda decir que mi hijo volvió".

El tiempo cura

Para su familia el joven siempre fue correcto. Su madre dijo que la Policía le pedía cosas que ella no sabía dónde podían estar.

"Realmente la Policía estuvo buscando a Nacho de una manera ejemplar", reconoció su madre.

Luego agregó: "Él tenía privacidad absoluta, nunca intervinimos en sus asuntos, así que hasta las fotos de sus amistades desconocíamos".

Y subrayó: "Sé que hay mucho en este tema aún por saber, sé que deberá alguna vez decirnos todo cómo fue, pero para eso hay tiempo. Hoy solo quiero verlo de nuevo regresar y comenzar una nueva etapa más cerca de él, apoyándolo en sus proyectos y también en sus decisiones. Hoy mi hijo, a pesar de todo, me hizo la mujer más feliz del mundo".

Noches interminables para un día de sol interior

“Urgente, apareció Ignacio Ravazza Burgos. Se encuentra junto a su padre con el fiscal penal 6 Horacio Córdoba Mazuranic. Fue hallado en estado de shock por las vías del tren en zona de la universidad católica”. Con ese escueto texto, el dolor de una familia se convertía en alegría.
Según la madre del joven, apenas les llegó la noticia, su padre salió desesperado en busca del chico. El calvario había terminado y una nueva historia familiar comenzaba a tejerse.
Toda la familia de Nacho no dejó ayer de agradecer no solo a este medio sino a todos los que ayudaron en el día a día a buscar al joven.
Pero mucho más agradecieron a las cientos de personas que se comunicaron a toda hora durante más de una semana ofreciendo apoyo, datos y, sobre todo, aliento moral para no bajar los brazos. 
Fabiola Burgos, en diálogo con El Tribuno, dijo ayer que siempre sintió que su hijo estaba bien de salud, a pesar de su silencio tan grande. Aseguró que el lunes estuvo todo el día llorando desesperada al ver que ya había transcurrido una semana y no había noticias de su paradero.
“Ayer me levanté más esperanzada, no sé, tuve la sensación de que mi hijo estaba más cerca de nosotros y al mediodía todo cambió para siempre. La alegría me sobrepasó, me dejó sin aliento pero feliz”, contó.
“Dejé de pensar en todo lo que a diario recordaba de él y comencé a preparame para el reencuentro. Eso es lo que más anhelo hoy”, dijo su madre.
“Yo creo que lo voy a esperar aquí, en nuestra casa, para verlo regresar abrazarlo y besarlo como nunca antes lo había hecho; al fin y al cabo, Nacho volvió de la oscuridad de una noche que duró ocho días, y eso no es poco”, dijo su mamá con lagrimas pero con una sonrisa que destruiría cualquier dolor.
Los familiares informaron luego que el joven debía prestar algunas declaraciones y completar algunas formas legales para finalmente ser restituido a su hogar y a sus seres queridos.
Nacho escribió sin querer una de las historias más fantásticas, la que por suerte tuvo un final, si se quiere, feliz, 
 

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