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Modificación genética: los peligros de crear humanos "de diseño"

Martes, 22 de enero de 2019 04:44

Tomarse una medicina para curar una enfermedad, hacerse una cirugía para reparar un tejido, participar de forma voluntaria en un experimento en el que se va a alterar el ADN de células deficientes o permitir que se modifique la información genética de unos embriones son cosas distintas. Pero, ¿son realmente niveles distintos dentro experimentos similares?

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Tomarse una medicina para curar una enfermedad, hacerse una cirugía para reparar un tejido, participar de forma voluntaria en un experimento en el que se va a alterar el ADN de células deficientes o permitir que se modifique la información genética de unos embriones son cosas distintas. Pero, ¿son realmente niveles distintos dentro experimentos similares?

Según la comunidad científica no, ya que las tres primeras opciones no tienen nada que ver con la cuarta, consistente en tocar a nivel genético esas primeras células que surgen al unirse el óvulo y el espermatozoide. Y ello porque, aunque aún no se saben cuáles serían los efectos reales, sí es obvio que esos cambios serían heredados por futuras generaciones, siendo esto algo en lo que nadie quiere entrar.

Nadie menos un científico chino que se ha ganado no pocos “enemigos” dentro del mundo científico al afirmar que había editado bebés genéticamente. Algo que nadie desea hacer, por respeto a los más importantes protocolos de bioética. El experimento consistiría en trastocar el ADN de embriones, de forma puntual, para que resistan el contario del virus del sida. El científico dice no solo que ya han nacido un par de gemelas fruto del mismo, sino que viene otro bebé en camino.

¿Cuándo es hereditario y cuándo no trastocar células?

Por un lado está lo que se conoce como edición genética de células somáticas, que se hace siempre en fase experimental. Consiste en sacar células problemáticas del cuerpo para insertarles o modificar una secuencia genética que falta o es deficiente, e inyectarlas de nuevo en el organismo. En este caso el cambio no afecta a la descendencia de la persona.

Y por otro se encuentra la edición genética de células germinales, que es el caso del mencionado científico chino. Estamos ante un procedimiento totalmente rechazado por la comunidad científica, en humanos al menos. El cambio tiene lugar aquí en el ADN de los gametos del mismo embrión, y sí es hereditario.

También están las siglas CRISPR y Cas9, que hacen referencia a dos herramientas con las que los científicos hacen estos recortes en la cadena de ADN, si bien no son las únicas. Se utilizan para tocar tanto células somáticas como las germinales.

Lo que se teme es que mañana aparezca la noticia de que alguien ha hecho lo que se viene a llamar “edición genética de garaje”, es decir, sin el visto bueno académico. Con subvención privada se podría hasta fabricar personas “a medida”, por ejemplo, con un color de ojos determinado o con un rendimiento deportivo máximo.

Modificar embriones humanos podría propiciar la reaparición de la súper-raza

Uno de los peligros de esto es que podría incluso llegar a resurgir el fantasma de la súper-raza. Existen científicos que así lo creen, como Fabiana Arzuaga, coordinadora de la Comisión Nacional Asesora en Terapias Celulares y Medicina Regenerativa, quien ha afirmado  que cuando tocas un gen de un embrión para hacerlo resistente a una enfermedad no sabes si esta modificación afecta a otra parte del genoma modificando así otras cosas como la inteligencia o la fuerza por ejemplo, lo que podría derivar en grupos aventajados creando diferencias sociales y por tanto aumentando la discriminación y la segregación.

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