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Una alternativa que debe pulir el proyecto

Massa reconoce el desencanto de la gente pero aún no muestra su propuesta.
Jueves, 24 de enero de 2019 00:00

La visita de Sergio Massa y el acto de ayer en el Centro de Convenciones pusieron a Alternativa Federal como el tercero en disputa en una confrontación electoral donde se dibujan dos espacios nítidos, el kirchnerismo y Cambiemos, y esta fuerza de perfil peronista, donde abundan protagonistas de los últimos 26 años.

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La visita de Sergio Massa y el acto de ayer en el Centro de Convenciones pusieron a Alternativa Federal como el tercero en disputa en una confrontación electoral donde se dibujan dos espacios nítidos, el kirchnerismo y Cambiemos, y esta fuerza de perfil peronista, donde abundan protagonistas de los últimos 26 años.

Además de Sergio Massa, Miguel Pichetto, Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey, reúne los gobernadores de Córdoba, Juan Schiaretti, Gustavo Bordet (Entre Ríos), Domingo Peppo (Chaco), Mariano Arcioni (Chubut), Sergio Casas (La Rioja), Juan Manzur (Tucumán) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Hugo Passalacqua (Misiones) y Rosana Bertone (Tierra del Fuego).

Frente a un presidente al que ven muy debilitado, y que parece acorralado por problemas macroeconómicos, y una Cristina Kirchner con escasas perspectivas de crecimiento, el grupo ofrece expectativas de renovación y algunas experiencias exitosas, aunque sin un liderazgo decisivo. En plena campaña interna hacia las PASO, se insinúa como fuertemente crítico a Macri pero persiste algún coqueteo con el cristinismo, quizá para seducir a los electoralmente poderosos intendentes del Conurbano.

Los interrogantes

"El desafío nuestro es devolverle la esperanza a la Argentina: no fracasó la gente, fracasó Macri. Si seguimos pelando con una lógica de guerra no tenemos destino como país", dijo ayer Massa, antes de viajar a Tucumán.

La profundidad de la crisis actual no da mucho espacio para la especulación. Esta fuerza ya sabe que no podrá eludir las preguntas acerca del origen del empobrecimiento, el atraso tecnológico, la degradación laboral, la ineficiencia del sistema educativo y, también, de la instalación del narcotráfico en el territorio argentino.

El 2015, Massa y el Frente Renovador mostraron un equilibrio que hacía pensar que estaban en condiciones de funcionar como interlocutores del gobierno de Mauricio Macri.

No lo lograron. En Salta, Massa sostuvo que "el próximo gobierno no podrá gobernar solo, no es momento para un mesías. El próximo gobierno deberá llamar a un gran acuerdo de unidad por la Argentina", dijo en declaraciones radiales.

Los objetivos

Massa hizo hincapié en un dilema que ni Macri ni los Kirchner pudieron resolver: la competitividad y el financiamiento genuino de las pequeñas y medianas empresas, que permita disminuir la presión impositiva, los subsidios y el déficit fiscal. "El 70% de nuestros empleos es creado por las pymes y si no miramos nuestras pymes en la Argentina no habrá crecimiento económico", dijo el precandidato. "A la economía argentina la hacen nuestros trabajadores, nuestros jubilados, nuestras pymes, nuestras economías regionales, nuestros productores. Sin ellos no podemos crecer", dijo al referirse al proceso recesivo que ya acumula 8 años.

Finalmente, tras anunciar la próxima unificación de los bloques Renovador y Federal en Diputados, dejó abierta la posibilidad de que el decreto de extinción de dominio se convierta en ley. "Necesitamos un Estado fuerte, que pueda sacarle el dinero a los corruptos", dijo Massa. Sería un cambio importante: el decreto es de dudosa constitucionalidad, pero fue un gesto del Gobierno frente al cajoneó del proyecto de ley en la Cámara de Diputados.

 

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