Se sabía de antemano que la recepción a Mauro Zárate de parte de los hinchas de Vélez iba a ser hostil en el encuentro de anoche en Liniers por la decimotercera fecha de la Superliga. Y como al jugador nacido en Vélez, institución que mucho tuvo que ver para que luego el menor de la dinastía Zárate gane fortunas en Europa, le encanta provocar a los fanáticos velezanos, esta vez no faltó la oportunidad.
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Se sabía de antemano que la recepción a Mauro Zárate de parte de los hinchas de Vélez iba a ser hostil en el encuentro de anoche en Liniers por la decimotercera fecha de la Superliga. Y como al jugador nacido en Vélez, institución que mucho tuvo que ver para que luego el menor de la dinastía Zárate gane fortunas en Europa, le encanta provocar a los fanáticos velezanos, esta vez no faltó la oportunidad.
En los cuatro costados del Amalfitani sonó el hit al unísono: “El que no salta es un traidor”, en clara referencia a la traición que los velezanos consideran que les hizo Mauro al pasar a Boca. Pero el delantero no iba a dejar pasar la oportunidad para desquitarse y lo hizo cuando abandonó la cancha, reemplazado por Jan Hurtado a los 26’ del complemento. Allí, al pasar frente a la platea de Vélez hizo el gesto de “pecho frío”.