Muchas empresas realizan acciones voluntarias para generar mejoras en el plano económico, social y ambiental de sus entornos, lo que se conoce como responsabilidad social empresaria (RSE). Cada vez más, se unen entre sí o con otros actores para que los impactos sean duraderos.
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Muchas empresas realizan acciones voluntarias para generar mejoras en el plano económico, social y ambiental de sus entornos, lo que se conoce como responsabilidad social empresaria (RSE). Cada vez más, se unen entre sí o con otros actores para que los impactos sean duraderos.
Expertas consultadas por este medio aseguraron que en Salta “hay un gran crecimiento en la RSE a través de las pymes”. Daniela Postigo, Daniela Nallim y Carolina Souberan son socias de una consultora de comunicación y RSE, que trabaja con empresas, organizaciones sociales y distintos espacios del Estado.
Ellas están en el sector desde hace cinco años y a lo largo de este tiempo han visto cómo las pymes se interesan cada vez más por llevar adelante acciones de RSE: “Comprendieron que trabajar de manera responsable no es un gasto”.
“Las pymes son las que más se preocupan por hacer acciones de sustentabilidad, quizás porque el consumidor está más exigente en esto”, manifestaron. Contaron que hay clientes que preguntan qué hacen las empresas con los residuos, cómo los tratan, si los reciclan y cómo es la cadena de valor de los productos o servicios.
“Las empresas mismas están teniendo otro ADN y desde el vamos se manejan así, cuidando esos detalles. Al tener esa exigencia por parte del consumidor, se exigen más”, aseguraron.
Además de las pymes, hay empresas grandes, nacionales o multinacionales, que tienen asiento en la provincia y desarrollan actividades vinculadas a la política de RSE de la casa matriz, pero adaptadas al entorno social, económico y ambiental local.
Según dijeron, las actividades de RSE deben ser sustentables para sostenerse en el tiempo y llevarse a cabo con objetivos cumplibles y medibles, alineados a generar menor impacto social, económico y ambiental en todo lo que emprendan, más allá de las actividades que desarrollen.
Explicaron que, si bien las empresas deben destinar un presupuesto para estas acciones, “si lo trabajan de manera responsable y sustentable, cualquier programa que hagan las nutre de nuevos beneficios”.
Según contaron, lo más interesante de la RSE es el abordaje mancomunado. Entre las empresas, los organismos del Estado y las organizaciones sociales se hacen alianzas estratégicas, para generar acciones que tiendan a un objetivo común. “Lo que se busca es aunar esfuerzos, criterios y puntos de vista”, señalaron.
“Hacer RSE solo es casi una utopía. Para trabajar de manera sustentable hay que contar con el apoyo de otros. Si no, se hacen cosas que terminan perdiéndose”, advirtieron.
Destacaron que en Salta hay proyectos de economía circular, en los que las empresas firman acuerdos entre sí, para que, por ejemplo, los residuos de una pasen a otra, porque esta puede reciclarlos y convertirlos en materia prima para su trabajo. De lo que obtiene por el reciclado, destina un porcentaje a una fundación.
Herramientas útiles
Las consultoras contaron que cada vez hay más estándares internacionales que apuntan a garantizar la sustentabilidad de las acciones de RSE. Se hacen reportes para saber si lo que se hace es sustentable, se sostiene en el tiempo y tiene impactos positivos.
Además de estos reportes, las empresas pueden enfocarse en uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que fueron planteados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2015. Aseguraron que muchas empresas y ONG encaran sus acciones en función de algún ODS.
En contextos de crisis
Las comunicadoras contaron que la empresa debe tener en cuenta sus propios recursos para la RSE: “Ante la crisis económica y una falta de presupuesto, se debe apuntar a la eficiencia de recursos, para que las acciones sean sustentables y se sostengan en el tiempo”.
La mejor salida es aliarse con otros actores, a través de acciones que no generen gastos extra. “El objetivo es siempre sostener acciones que beneficien a la sociedad, más allá del contexto económico”, apuntaron.
Primero, adentro
Las consultoras consideraron que, para empezar a trabajar en RSE y ser una organización responsable, primero hay que ser responsable hacia adentro, con los empleados: “El puntapié inicial es pensar en todas las condiciones que hay dentro de la empresa que hacen que seas responsable”.
Explicaron que la RSE es transversal y que abarca todo tipo de temática. “Si en tu empresa das espacios de pausa activa, la gente tiene cinco o diez minutos para descansar, hacer algunos ejercicios de relajación de postura que les enseñaste, tienen un espacio para tomar un café, tienen una sala de lactancia... Todo eso se va vinculando a la responsabilidad social”, explicaron.