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San Antonio, una Villa llena de campeonatos y anécdotas

Definiciones con Peñarol también hubo en los torneos de ascenso
Viernes, 06 de diciembre de 2019 02:19

San Antonio se consagró campeón del Anual de la Liga Salteña de Fútbol ganándole a Peñarol, anteriormente se había consagrado en la Copa Salta y Copa del Norte. Esto viene a ser la contracara de lo que alguna vez le sucedió a la querida Villa en un mes de diciembre de 1971 cuando faltando una fecha se erigía como el firme candidato a llevarse el título del Anual de la B de la Liga Salteña.
En la última fecha, la Villa tenía que enfrentar a Peñarol y con una victoria daba la vuelta olímpica.
Según lo relatado por el Negrito Guaymás y Félix Aquino (ya fellecido), ese partido se jugó el 25 de diciembre y el equipo se concentró en el hotel Premier.
Realmente suena muy raro que se juegue en Navidad, pero fue real. También fue real que San Antonio empató y motivó que lo alcanzará en las posiciones Colón, que le ganó en la definición. 
Pero no todo termina allí, el día que empataron con Peñarol, el capo de una de las agrupaciones de la Villa, el Chivo Betún, se durmió en la tribuna de Juventud cuando su equipo ganaba 2 a 0. Cuando despertó, de noche, empezó a festejar porque en su larga siesta reparadora soñaba que habían triunfado. 
Dio la vuelta olímpica y después se dirigió a seguir la farra en su barrio, porque también era su cumpleaños y el de su par, Laica Reynaga. Contó el Chivo que bajó gritando por calle Córdoba, pero no se notaba alegría. Entonces rumbeó al corazón de la barriada, la calle Astigueta, donde late el sentimiento azulgrana. Recién allí, al ver la cara larga de sus compañeros, se dio cuenta de lo sucedido: habían empatado. La desazón final llegó cuando perdieron con Colón, en cancha de Gimnasia y Tiro, en esa recordada noche cuando se vino abajo una tribuna tubular que habían instalado sobre calle Leguizamón y los hinchas de la Villa quedaron más magullados aún. Los changos se acordaron con alegría de esta anécdota, porque al año siguiente salieron campeones y consiguieron en dos temporadas un récord de 44 partidos invictos, lo que recordaron con una misa, cena y mucha alegría en diciembre de 2010.
Qué lindos son los recuerdos cuando no dañan y que lindo es saber superar un traspié.
Dedicado con cariño al querido amigo don Daniel Ernesto Echenique, un vecino distinguido de Villa San Antonio que falleció el miércoles pasado.

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San Antonio se consagró campeón del Anual de la Liga Salteña de Fútbol ganándole a Peñarol, anteriormente se había consagrado en la Copa Salta y Copa del Norte. Esto viene a ser la contracara de lo que alguna vez le sucedió a la querida Villa en un mes de diciembre de 1971 cuando faltando una fecha se erigía como el firme candidato a llevarse el título del Anual de la B de la Liga Salteña.
En la última fecha, la Villa tenía que enfrentar a Peñarol y con una victoria daba la vuelta olímpica.
Según lo relatado por el Negrito Guaymás y Félix Aquino (ya fellecido), ese partido se jugó el 25 de diciembre y el equipo se concentró en el hotel Premier.
Realmente suena muy raro que se juegue en Navidad, pero fue real. También fue real que San Antonio empató y motivó que lo alcanzará en las posiciones Colón, que le ganó en la definición. 
Pero no todo termina allí, el día que empataron con Peñarol, el capo de una de las agrupaciones de la Villa, el Chivo Betún, se durmió en la tribuna de Juventud cuando su equipo ganaba 2 a 0. Cuando despertó, de noche, empezó a festejar porque en su larga siesta reparadora soñaba que habían triunfado. 
Dio la vuelta olímpica y después se dirigió a seguir la farra en su barrio, porque también era su cumpleaños y el de su par, Laica Reynaga. Contó el Chivo que bajó gritando por calle Córdoba, pero no se notaba alegría. Entonces rumbeó al corazón de la barriada, la calle Astigueta, donde late el sentimiento azulgrana. Recién allí, al ver la cara larga de sus compañeros, se dio cuenta de lo sucedido: habían empatado. La desazón final llegó cuando perdieron con Colón, en cancha de Gimnasia y Tiro, en esa recordada noche cuando se vino abajo una tribuna tubular que habían instalado sobre calle Leguizamón y los hinchas de la Villa quedaron más magullados aún. Los changos se acordaron con alegría de esta anécdota, porque al año siguiente salieron campeones y consiguieron en dos temporadas un récord de 44 partidos invictos, lo que recordaron con una misa, cena y mucha alegría en diciembre de 2010.
Qué lindos son los recuerdos cuando no dañan y que lindo es saber superar un traspié.
Dedicado con cariño al querido amigo don Daniel Ernesto Echenique, un vecino distinguido de Villa San Antonio que falleció el miércoles pasado.

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