Hace ya 14 años, en 2005, fue inaugurado en la ciudad de Salta el hoy famoso Paseo de los Poetas. Se diseñó sobre el histórico canal de la calle Esteco con el fin de homenajear a los salteños destacados de la cultura y las letras. Pero poco se sabe del impulsor de la iniciativa. Y hasta el busto que lo recuerda, enclavado en la callecita que soñó alguna vez, carece de nombre. Como muchas otras esculturas, los vándalos la despojaron de su placa identificatoria. Para quienes tiene la curiosidad sobre su origen, digammos que se trata de don Ricardo Zandanel, “un salteño inquieto, talentoso y generoso”, según lo describe uno de sus amigos, Luis Oliver, vecino del lugar.
El busto se encuentra en la esquina de Esteco y Alvarado, debajo de un frondoso palo borracho o jacarandá. Los miles de salteños y de turistas que pasan a diario por allí, tal vez desconocen de quién es el rostro tallado en material noble. Se trata del autor de la tan acertada obra, el Paseo, que pone en valor a personalidades como Juan Carlos Dávalos, Manuel J. Castilla, Joaquín Castellanos, el “Cuchi” Leguizamón, Ariel Petroccelli, Holver Martínez Borelli, José Ríos, Walter Adet y Hugo Alarcón, entre otros.
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Hace ya 14 años, en 2005, fue inaugurado en la ciudad de Salta el hoy famoso Paseo de los Poetas. Se diseñó sobre el histórico canal de la calle Esteco con el fin de homenajear a los salteños destacados de la cultura y las letras. Pero poco se sabe del impulsor de la iniciativa. Y hasta el busto que lo recuerda, enclavado en la callecita que soñó alguna vez, carece de nombre. Como muchas otras esculturas, los vándalos la despojaron de su placa identificatoria. Para quienes tiene la curiosidad sobre su origen, digammos que se trata de don Ricardo Zandanel, “un salteño inquieto, talentoso y generoso”, según lo describe uno de sus amigos, Luis Oliver, vecino del lugar.
El busto se encuentra en la esquina de Esteco y Alvarado, debajo de un frondoso palo borracho o jacarandá. Los miles de salteños y de turistas que pasan a diario por allí, tal vez desconocen de quién es el rostro tallado en material noble. Se trata del autor de la tan acertada obra, el Paseo, que pone en valor a personalidades como Juan Carlos Dávalos, Manuel J. Castilla, Joaquín Castellanos, el “Cuchi” Leguizamón, Ariel Petroccelli, Holver Martínez Borelli, José Ríos, Walter Adet y Hugo Alarcón, entre otros.
Historia y tradición
El Paseo de los Poetas es un espacio donde se desarrollan un sinfín de actividades culturales que ponen de relieve la historia y la tradición de la provincia. Zandanel, recordó Oliver en una carta remitida a El Tribuno: “A causa de la hidrocefalia de su hijo Nicolás, se volcó de lleno a actividades solidarias. Recibió así aportes de muchos amigos y de la comunidad en general, que lo llevaron a juntar 350 mil dólares, con los que se amplió y acondicionó el Servicio de Neonatología del viejo Hospital de Niños, que se inauguró en 1995 con el nombre de Nicolás Zandanel”.
En cuanto a su actividad cultural, el salteño recordó: “Ricardo y su hermano organizaban certámenes de poesía en la ciudad de Salta. Los ganadores eran elegidos por el público. Las actividades se desarrollaban el café bar “Los Poetas”, de Alvarado al 1.300, dónde se recitaban las obras de Juan Carlos Dávalos, Manuel J. Castilla, de Nella Castro, de Emma Solá de Solá, todo esto se comenzó a gestar en el invierno de 1995”.
Puesta en valor
El Paseo de los Poetas surgió durante al gestión el exintendente Miguel Isa. La obra de la Municipalidad de Salta, impulsada por gente de la cultura generó un espacio para el uso familiar, expresiones artísticas y emprendimientos comerciales en un sector de la ciudad deslucido y que era atravesado por un canal de desagüe a cielo abierto.
Artesanos, poetas y artistas de diversas disciplinas suelen dar desde entonces rienda suelta a su impulso creativo en el lugar. El Paseo se ha convertido con los años, en uno de los puntos emblemáticos de la capital donde los turistas que llegan a Salta buscan indagar sobre la historia de la cultura local e impregnarse de sus creaciones.