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30 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Tomás Rubén Ochoa, toda una vida ligada a Central Norte

Fue secretario, delegado, es socio vitalicio y ahora es utilero de las divisiones inferiores del cuervo. “Las inferiores siempre le darán satisfacciones al club”, sostuvo Pinocho Ochoa.
Martes, 05 de febrero de 2019 02:02
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Llega todos los días en su bicicleta, directamente al vestuario bautizado Eusebio “Negro” Álvarez, quien justamente fuera su maestro y con quien vivió miles de anécdotas en las divisiones inferiores de Central Norte. Tomás Rubén Ochoa tiene 68 años, es más conocido como “Pinocho” y es el utilero de la cantera cuerva. Un personaje querido que nos cuenta su vida al lado de la institución que jura ser “el amor de su vida”.

¿Cómo llegaste a Central Norte?
A los ocho años, la mayor parte de mi vida la pasé acá en el club. Nací en Villa Belgrano y mi padre compró una casa en Villa Chartas, mientras nos mudamos, salíamos a la vía y por la vía llegábamos hasta la calle Siria para ir a Chartas. Como éramos varios hermanos, mi padre se manejaba con un carrito y su bicicleta, me dejaba en Central Norte toda la tarde y después pasaba a la noche, me retiraba y nos volvíamos a la casa con mis hermanos.

¿Qué hacías en el club a tan temprana edad?
Como todo chico me quedaba viendo los entrenamientos. En esa época recién se estaba haciendo el estadio Dr. Luis Güemes, no había casi nada pero uno estaba atento a lo que se podía hacer acá. Jugué en la sexta división en el año 1962 y después mi viejo me mandó a Buenos Aires, ahí sufrí mucho En el año 1967 entré a la Marina, era complicado, uno pensaba en volver a Salta, volver a Central Norte. No había celulares, tenía que escuchar novedades por radio, cartas que me mandaba mi familia. Estuve mucho en los barcos de la Marina, yo hacía viaje en comisión para ganarle un día más de licencia para cuando venía a Salta. Por eso tuve problemas, me quedaba a verlo a Central y ya me costaba volver.

¿Cómo siguió su vida?
En el año 1972 me vine definitivamente a Salta, renuncié a la Marina y del 73 al 89 estuve en la hinchada. El Negro Herrera era uno de los “capos” de la hinchada oficial. Había muchas hinchadas y no había diferencias. Estaba “Adelante Central Norte”, “Dale Cuervo”, “La Torcida”, “Cuervo Corazón”. En el 89 me metí definitivamente a trabajar en el club.

¿Qué función cumplió esos primeros años?
Con el doctor Arancibia entré a trabajar en la secretaría. Había que hacer turno completo desde las 9 de la mañana, fueron años duros, la peleamos mucho. Fui delegado en la Liga Salteña desde el 90 hasta el 94. Más tarde me vine con Eusebio Álvarez para la utilería pero si llamaban para hacer trabajos de albañilería, lo hacíamos. De a poco me metí en la utilería. Me quedé definitivamente en las inferiores desde el 2009 y empecé a tener un sueldo como utilero de la local y las inferiores. 

¿Qué jugadores de las inferiores recordás que hayan llegado a Primera División?
De la época pasada, la mejor categoría fue la 75, llegaron casi todos a Primera. Pablo Ramos era el arquero, Issac Cruz, Miguel “Magol” Robles. Esos chicos llegaron y le pusieron el pecho a una etapa difícil. Después otros chicos como Nicolás Zerpa, Fausto Apaza, Sergio Quipildor, Facundo Zamarian, Hernán Vargas, Matías Encina. El tipo que más trabajó para llevar chicos a Primera fue Carlos Gómez. Las inferiores siempre le darán satisfacciones al club, ellos son el futuro.

¿Cómo es trabajar con la utilería de los chicos?
Antes la Liga hacía jugar la mitad de los partidos el sábado y la otra mitad el domingo. Teníamos un solo juego de camiseta para dos divisiones, el sábado terminaban de jugar una, la lavábamos rápido para que el domingo vuelva a usarla otra división. Ahora tenemos una gran cantidad de ropa. Tenemos que tener doscientas camisetas, pantalones y medias todos los fines de semana para el Regional. Se fue mejorando todo, tenemos elementos que antes no teníamos. Los chicos pueden salir de viaje con su indumentaria completa, en ese sentido Central Norte evolucionó muchísimo.

¿Todos los días estás en Central Norte?
Estamos “full time”, me gusta tener todo ordenadito, el trabajo fuerte es por la tarde. Llevamos a lavar las camisetas, las preparo por división y el sábado entramos a las 7 de la mañana y no paramos hasta las 8 de la noche. El domingo me quedo con la local. Desde el año 2009 a la fecha no fallé ningún día y espero seguir así.


Toda una vida en el club...
Lo tengo decidido de hace tiempo, me quedo para siempre acá, me han ofrecido trabajos en otros clubes pero es imposible, acá me muero. Solo espero que el club mejore día a día y gracias a Dios estamos progresando.
 

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