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25 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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River dejó su estela solidaria en su paso por nuestra ciudad

Junto a la fundación salteña “Unir”, le cumplieron el sueño a Nahuel Márquez, un fanático no vidente del millonario.
Domingo, 21 de abril de 2019 00:37
Nahuel, junto a Marcelo Gallardo, el exitoso técnico milonario que estuvo en Salta.
Fernando Escudero, Enzo Francéscoli y el pequeño Nahuel, el gran homenajeado.

En tiempos en los que muchos comprovincianos suelen renegar de lo que consideran un escaso sentido de pertenencia de los hinchas salteños hacia los equipos de la ciudad, es bueno saber que el arribo de una institución ampulosa y gigante como River Plate a nuestra provincia, además de la pasión incuestionable y que muchas veces no entiende de distancias, traen consigo y con su estructura una fundación con fines benéficos que promueve una mayor inclusión social a través de programas educativos, culturales, deportivos y sociales para alentar el desarrollo integral de aquellas personas que viven en contexto de vulnerabilidad y que lejos de la gran urbe tienen pocas oportunidades.
En la ocasión, en la previa del partido que el club de Núñez disputó en el estadio Martearena con Argentino de Merlo, por los 32avos de final de la Copa Argentina, Nahuel Márquez, un entusiasta niño salteño plagado de sueños, fanático del “millo”, tuvo la oportunidad de conocer en persona a sus máximos ídolos del club. Y a esto lo hizo posible la fundación oficial riverplatense, a cargo de la hija del presidente, Clara D’Onofrio, y a la Fundación salteña Unir, una organización no gubernamental sin fines de lucro formada con el objetivo de fomentar la cultura del trabajo, la educación en valores y el desarrollo humano, económico y social.
Nahuel es no vidente, oriundo de El Carril, tiene 11 años y acunó el fútbol como pasión desde su edad más tierna. Juega desde muy pequeño en un equipo del Valle de Lerma en la modalidad fútbol para ciegos y tras frustrados intentos, tuvo la oportunidad de compartir una amena charla y un momento inolvidable con los principales referentes del equipo dirigido por Marcelo Gallardo, con el mismo “Muñeco”, su ídolo máximo, el que le dio las mayores satisfacciones desde 1.600 kilómetros de distancia, y con otro ídolo de todos los tiempos como lo es Enzo Francéscoli, el actual manager deportivo del club de la banda roja, quien también acompañó a la delegación en nuestra ciudad.

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En tiempos en los que muchos comprovincianos suelen renegar de lo que consideran un escaso sentido de pertenencia de los hinchas salteños hacia los equipos de la ciudad, es bueno saber que el arribo de una institución ampulosa y gigante como River Plate a nuestra provincia, además de la pasión incuestionable y que muchas veces no entiende de distancias, traen consigo y con su estructura una fundación con fines benéficos que promueve una mayor inclusión social a través de programas educativos, culturales, deportivos y sociales para alentar el desarrollo integral de aquellas personas que viven en contexto de vulnerabilidad y que lejos de la gran urbe tienen pocas oportunidades.
En la ocasión, en la previa del partido que el club de Núñez disputó en el estadio Martearena con Argentino de Merlo, por los 32avos de final de la Copa Argentina, Nahuel Márquez, un entusiasta niño salteño plagado de sueños, fanático del “millo”, tuvo la oportunidad de conocer en persona a sus máximos ídolos del club. Y a esto lo hizo posible la fundación oficial riverplatense, a cargo de la hija del presidente, Clara D’Onofrio, y a la Fundación salteña Unir, una organización no gubernamental sin fines de lucro formada con el objetivo de fomentar la cultura del trabajo, la educación en valores y el desarrollo humano, económico y social.
Nahuel es no vidente, oriundo de El Carril, tiene 11 años y acunó el fútbol como pasión desde su edad más tierna. Juega desde muy pequeño en un equipo del Valle de Lerma en la modalidad fútbol para ciegos y tras frustrados intentos, tuvo la oportunidad de compartir una amena charla y un momento inolvidable con los principales referentes del equipo dirigido por Marcelo Gallardo, con el mismo “Muñeco”, su ídolo máximo, el que le dio las mayores satisfacciones desde 1.600 kilómetros de distancia, y con otro ídolo de todos los tiempos como lo es Enzo Francéscoli, el actual manager deportivo del club de la banda roja, quien también acompañó a la delegación en nuestra ciudad.

Junto a Alexis

Alexis, otro ejemplo de vida, un niño salteño con discapacidad motriz, también tuvo la oportunidad de compartir instantes que jamás olvidará con sus héroes, gracias a la gestión de la Fundación River Plate, que es presidida por Clara D’Onofrio y que tiene a Dolores Irigioin como directora ejecutiva.
Fernando Escudero, presidente de la Fundación Unir, fue quien hizo el nexo entre River y Nahuel para ayudarle a cumplir su sueño de ver, tocar y hablar con sus ídolos, que le prometieron conocer el Monumental.
“Me contacté con Nahuel a través de una compañera mía de colegio que fue maestra de él en El Carril. A partir de ahí conseguimos fondos para comprar los pasajes para que pueda viajar a Buenos Aires. Fue complicado hacernos un lugar en la agenda de River, que tiene partidos todo el tiempo, y cuando desde el club nos dijeron que en febrero lo iban a recibir, a Nahuel le agarró apendicitis y no pudo ir. Hasta que desde la fundación nos llamaron para coordinar un encuentro en esta ocasión de su venida a Salta”, expresó Escudero, que mucho tuvo que ver en la concreción de este sueño. 
“Lo lindo es que los jugadores de River, pese a estar en plena competencia y vivir a mil, le dedicaron un tiempo exclusivo solo a Nahuel, así hicieron con cada uno de los chicos que se acercaron, no los juntaron a todos para una foto, los hicieron sentir importante a cada uno. Para los jugadores no era una carga, se acercaron todos, lo abrazaron mucho con un afecto y una humildad increíble”, ponderó el titular de la Fundación Unir en diálogo con El Tribuno.
“La madre de Nahuel es tan fanática de River como él y estaba emocionada, su papá también es ciego y para él fue muy movilizante. Nahuel estaba tan feliz cuando fuimos al Sheraton a conocer al plantel que quería pasear por todos los pisos del hotel”, agregó Escudero.
“Nahuel es un ejemplo de que los sueños pueden lograrse si hay ganas, fe y superación. Si laburamos en equipo y nos unimos podemos conseguir muchas cosas. Apelando a la voluntad de la gente de acompañarte y donar hemos conseguido que Nahuel y otros 40 chicos en su momento viajen a Buenos Aires”, concluyó.
 

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