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José Lesser tiene 65 años y vive a unos 20 kilómetros de Campo Quijano. Hace dos meses resolvió ir a visitar a su familia, que vive en Mar del Plata. Después de unos 20 días de viaje y, un día antes de regresar a Salta, tuvo un cuadro de fiebre alta que lo llevó a visitar un hospital local.
Su consulta médica a la guardia del hospital de Mar del Plata ocurrió el 15 de abril. Allí espero durante 11 horas para ser atendido. En aquel momento, le recetaron un inyectable para la fiebre y le realizaron placas en los pulmones. Si bien no tenía un diagnóstico específico sobre su dolencia, los profesionales le dijeron que podía tener "tuberculosis o cáncer de pulmón". Le recomendaron que se quedara pero, con los pasajes a Salta en la mano resolvió regresar y atenderse en la provincia.
Con un nuevo cuadro de fiebre, ya en Salta, buscó asistencia médica en la guardia del Hospital del Milagro. Allí lo medicaron otra vez para bajar la fiebre y lo enviaron a su casa. "Me dijeron que vuelva en 48 horas si seguía con los síntomas. Les dije que tenía las placas que ya me habían sacado, lo que me dijo el otro médico. Pero no tomaron nota de nada y me enviaron a casa", contó Lesser en diálogo con este medio.
Desde aquel momento José Lesser no logra completar los estudios que le solicitó en Salta su médico de cabecera y espera para saber qué enfermedad lo aqueja.
La búsqueda
Buscando respuestas, el paciente consultó con su médico de cabecera y le pidió que lo derive a un neumonólogo, pero le respondieron que no podían sin hacerle estudios previos. Así que le solicitaron una ecografía de pulmones. En las oficinas del PAMI le autorizaron el estudio pero le advirtieron que el único centro médico que podía hacerlo era el Ecógrafo de la provincia.
"Fui, pero me avisaron que el ecógrafo no funcionaba. Me dijeron de un posible turno para el 7 de mayo. Fui ese día y no hubo novedades. Entonces me dijeron que vaya este martes 14 y nada todavía", dijo José Lesser, casi con resignación.
El paciente volvió a las oficinas del PAMI para pedir el favor de una derivación para un neumonólogo. Así fue que una de las administrativas de la obra social se apiadó de él y lo envió a un profesional que le solicitó las pruebas de esputo (flema) para poder salir rápidamente de la duda sobre un caso de tuberculosis. "El doctor me dijo que si es eso lo que tengo, en seis meses estaré bien", recordó.
Con los pedidos de análisis, se dirigió nuevamente al hospital Señor del Milagro. Allí le explicaron que, como tiene obra social, debía pagar un arancel.
Sin dinero y enfermo, volvió al PAMI, donde lo derivaron a un laboratorio privado, al que José Lesser podrá finalmente llevar sus muestras hoy.
A la espera de un diagnóstico, el hombre de 65 años pasa sus días en una habitación que le prestaron hasta que terminen con sus estudios en Salta capital
Tiene paciencia, pero su preocupación apunta al tiempo que está pasando sin que le indiquen un tratamiento adecuado para afrontar su enfermedad.