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“Con noticias falsas se busca erosionar a la democracia”

Jueves, 30 de mayo de 2019 02:01

“Las noticias falsas son un grave problema para las democracias, porque los instrumentos para instalarlas están disponibles para gobiernos y empresas, y porque se difunden vertiginosamente como sin fueran verdades”, dijo ayer la subdirectora del Atlantic Council’s Eurasia Center, Geysha González. Con amplia trayectoria, a pesar de su juventud, como asesora del Parlamento Británico y del Congreso de los Estados Unidos, trabajó en el Freedom House y su opinión es de peso ante los medios estadounidenses. Es graduada y con varias maestrías en Relaciones Internacionales.
Define al Atlantic Council’s como un “think tank” con 12 diferentes centros, especializados cada uno en determinadas regiones del mundo y en temas como economía global, energía global y medio ambiente. Fue creado en 1961 como parte de los capítulos de la OTAN, con el propósito de sostener y consolidar la conexión con los aliados en Europa, afrontar los retos contemporáneos y sostener la democracia.
Invitada por la embajada de los Estados Unidos, Geysha González viene desarrollando una serie de conferencias en la Argentina. Hoy se presentará en Salta, a las 17.30, en el Salón Joaquín Castellanos del hotel Alejandro I.
En la conferencia, auspiciada por El Tribuno y abierta para todo público, abordará el tema: “El impacto de la desinformación en la comunicación. Los efectos nocivos de las noticias falsas en un mundo globalizado”.

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“Las noticias falsas son un grave problema para las democracias, porque los instrumentos para instalarlas están disponibles para gobiernos y empresas, y porque se difunden vertiginosamente como sin fueran verdades”, dijo ayer la subdirectora del Atlantic Council’s Eurasia Center, Geysha González. Con amplia trayectoria, a pesar de su juventud, como asesora del Parlamento Británico y del Congreso de los Estados Unidos, trabajó en el Freedom House y su opinión es de peso ante los medios estadounidenses. Es graduada y con varias maestrías en Relaciones Internacionales.
Define al Atlantic Council’s como un “think tank” con 12 diferentes centros, especializados cada uno en determinadas regiones del mundo y en temas como economía global, energía global y medio ambiente. Fue creado en 1961 como parte de los capítulos de la OTAN, con el propósito de sostener y consolidar la conexión con los aliados en Europa, afrontar los retos contemporáneos y sostener la democracia.
Invitada por la embajada de los Estados Unidos, Geysha González viene desarrollando una serie de conferencias en la Argentina. Hoy se presentará en Salta, a las 17.30, en el Salón Joaquín Castellanos del hotel Alejandro I.
En la conferencia, auspiciada por El Tribuno y abierta para todo público, abordará el tema: “El impacto de la desinformación en la comunicación. Los efectos nocivos de las noticias falsas en un mundo globalizado”.

Las noticias falsas son una de las mayores preocupaciones del periodismo profesional...
Sí, porque los instrumentos para introducirlas están a la mano y se difunden en forma vertiginosa. Pero hay que distinguir entre “desinformación”, “mala información” y “noticias falsas”. Desinformación es el uso de información falsa con el propósito de borrar la línea divisoria entre la ficción y la realidad. Es el uso de la información falsa o distorsionada. En todos los casos hay un sujeto: una persona, un grupo económico o un Estado que deliberadamente intentan difundir esas distorsiones de la realidad. La “mala información” es la que se difunde de persona a persona, entre ciudadanos que no conocen el tema pero lo reenvían por las redes, whatsapp, mensajes, -incluso en el periodismo-, cuando se toma un link o un dato sin chequeo. Una persona mal informada comparte lo que recibe sin análisis. Las noticias falsas no son nuevas, pero la viralización las introduce como verdades. Esto también pasa con algunos periodistas, que publican sin chequeo. Y esto ocurre en un contexto donde se hace cada vez más fácil que una persona abra su propio blog, donde es accesible el celular inteligente y donde se hace cada vez más difícil distinguir entre el periodismo profesional y estas improvisaciones.

Sería valioso analizar, en este punto, el rol del periodismo profesional y los medios de expresión alternativos que van surgiendo
El periodismo es profesional cuando se maneja con un código de ética, que le exige chequear la verdad; es decir informar sobre la realidad y no sobre una versión parcial. Consulta a las partes involucradas. El periodismo profesional incluye el rol de los editores, que es el de verificar la información y la contextualización. Eso no es lo habitual en el creador de un blog. Tomemos un caso testigo. Una persona que tiene un inconveniente en el hospital, se enoja, crea un blog y busca sumar críticas contra ese establecimiento para que quede como el peor del mundo. Pero no muestra las razones del hospital. Esas noticias se difunden vertiginosamente en las redes; uno las encuentra en Google o Facebook, y para el lector común resulta difícil diferenciar la queja individual de la información profesional. 

La llegada del presidente Donald Trump al poder hizo irrumpir la idea de “fake news” con la que intentó descalificar a los diarios profesionales. Luego se verificó la interferencia de Putin en las elecciones en las que el mismo Trump había llegado a la presidencia.
La embajada de Estados Unidos me invitó en mi condición de investigadora independiente. Yo soy la subdirectora de la sección Eurasia del Consejo Atlántico y por esa razón cubro Rusia y Ucrania. 
En primer lugar, la expresión “fake news” la evitamos, expresamente, porque es el término elegido por Trump y también por otros líderes poco proclives a respetar a la prensa independiente.

¿Cómo fue el caso de 2016 en Estados Unidos?
Lo que ocurrió en Estados Unidos fue que Rusia lanzó en 2014 una campaña de desinformación diseñada de manera muy particular. No es exactamente como se la suele describir, es decir, una mentira montada para impulsar a Trump. Fue una acción deliberada que apuntó a profundizar diferencias existentes para generar desconfianza en nuestro sistema democrático. 
Desestabilizar la democracia americana. Rusia es una autocracia, no tiene una economía potente y necesita mostrar que los otros sistemas son más frágiles que ellos. Lo mismo hicieron en Francia y en Gran Bretaña.

¿Y cómo funcionó?
Bernie Sanders era uno de los candidatos demócratas; de repente se sumaba en su apoyo un blog presentándose como un grupo afroamericano contra la brutalidad policial. Después, una persona adhería como simpatizante de Sanders y tiempo después comenzaba a desacreditar, por ejemplo, anticipando fraude, a Hillary Clinton. Y todos los miembros de ese grupo multiplicaban la desinformación entre sus contactos. Las redes tienen posibilidad de generar publicidad y direccionar determinadas cuestiones. Lo que se buscaba era introducir un elemento que generaliza la fisura y erosiona la credibilidad de la democracia.

¿Hubo acuerdo entre Trump y Putin?
No me parece tan importante si hubo acuerdo o no entre ellos. Para mí es suficientemente grave, interfirió en la democracia del mío y la de otros países. 

¿Es solo Rusia o hay otros factores?
Yo no sé si Rusia va a querer intervenir en todos los países, como ya lo hizo en Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, España, en Europa en general. El problema es que las herramientas están a la mano y cualquier persona o empresa pueden utilizarlas para intervenir en el discurso político. Pienso que muchos gobiernos han dejado de explicar el valor y los beneficios de la democracia. Falta narrativa, falta historia y eso crea el campo propicio para que se hagan presentes las distorsiones de las que hablamos.

¿Cómo fue su experiencia en Ucrania?
Ucrania atraviesa una situación de guerra con Rusia tras la invasión en Crimea. Siguen los muertos. En noviembre Rusia capturó a 23 marinos en el mar de Azov. Hubo sanciones y denuncias, pero es una guerra de la que no se habla. Y en las elecciones eligieron como presidente a un comediante. Volodímir Zelenski. Un outsider, judío. Derrotó al multimillonario Petro Poroshenko con el 73% de los votos. Una de las campañas de desinformación de Putin describe a los ucranianos como antisemitas. Y la elección mostró la realidad. La gente está cansada de corrupción. 

 
 

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