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Desafíos tecnológicos que se meten en la política y en la vida de la gente

La conferencia de la especialista Geisha González acerca de las noticias falsas y el riesgo de la desinformación mostró las vulnerabilidades de la sociedad frente al aprovechamiento inescrupuloso de los medios. 
Jueves, 30 de mayo de 2019 21:07
Geysha González, experta en el combate contra la desinformación y las noticias falsas. Foto: Pablo Yapura

“Cuando estoy en el escenario siento que en cualquier momento empieza la música y, también, deseos de cantar. Soy portorriqueña”. La frase es casi una carta de presentación de Geisha González, graduada en Relaciones Internacionales en Estados Unidos, con maestrías en ese país y en Gran Bretaña, y experiencia de asesoramiento en ambos continentes. Incluso para introducir en tema a un auditorio numeroso y muy interesado dio un ejemplo de los efectos de los cookies y los algoritmos en su propia vida cotidiana. “Me encantan los zapatos; en una ocasión vi en Google un par que me gustaban. Me resistí pero finalmente, los compré. Al poco tiempo vi otro par, que me reaparecía constantemente. Tardé más, pero me dije ‘es el destino’, y también lo compré. Cuando iba por el décimo par -exageró- reparé que la inteligencia artificial había detectado el modelo de mi gusto y me perseguía hasta agotarme”, contó.
Esta es la descripción de cómo funcionan las redes para generar deseos, metiéndose en los recovecos de los gustos, los intereses y los miedos de cada uno de los miembros de una humanidad donde los celulares son parte de la vida misma. “Las redes sociales son empresas y ese es su negocio. Cuanto más retienen al seguidor, más cotizan su publicidad”.

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“Cuando estoy en el escenario siento que en cualquier momento empieza la música y, también, deseos de cantar. Soy portorriqueña”. La frase es casi una carta de presentación de Geisha González, graduada en Relaciones Internacionales en Estados Unidos, con maestrías en ese país y en Gran Bretaña, y experiencia de asesoramiento en ambos continentes. Incluso para introducir en tema a un auditorio numeroso y muy interesado dio un ejemplo de los efectos de los cookies y los algoritmos en su propia vida cotidiana. “Me encantan los zapatos; en una ocasión vi en Google un par que me gustaban. Me resistí pero finalmente, los compré. Al poco tiempo vi otro par, que me reaparecía constantemente. Tardé más, pero me dije ‘es el destino’, y también lo compré. Cuando iba por el décimo par -exageró- reparé que la inteligencia artificial había detectado el modelo de mi gusto y me perseguía hasta agotarme”, contó.
Esta es la descripción de cómo funcionan las redes para generar deseos, metiéndose en los recovecos de los gustos, los intereses y los miedos de cada uno de los miembros de una humanidad donde los celulares son parte de la vida misma. “Las redes sociales son empresas y ese es su negocio. Cuanto más retienen al seguidor, más cotizan su publicidad”.

La conferencista es también fundadora de DisinfoPortal.org. Foto: Pablo Yapura.

Pero también son instrumentos políticos. Geisha González, de 29 años, es subdirectora del Atlantic Council’s Eurasia Center. En 2015 se le encomendó investigar la realidad de la invasión militar de Rusia a Ucrania, un hecho negado por el régimen de Vladimir Putin.
Rastreando en Google, el equipo encontró las selfies de jóvenes soldados rusos sobre tanques, con armas y uniformes. Fue en una página que los mismos jóvenes habían creado y que permitió localizarlos. Y desenmascaró la realidad. La guerra seguía, aunque no se hablara de ella.


 

La información falsa tiene éxito porque la consumimos. Geysha González. 

Los medios del Kremlim, como Pravda y RT, declararon a Geisha como “la rusofóbica número uno”.
“El presidente Putin necesita defender su gobierno autoritario desacreditando a las democracias occidentales. Por eso me honra que esos medios del Gobierno ruso me cuestionen”, afirmó.
El escándalo planteado por la intervención de Putin en la campaña que ungió a Donald Trump y postergó a Hillary Clinton fue la luz de alerta para un fenómeno que se repitió en Gran Bretaña, Francia, Alemania, España y otros países.
 

La especialista es subdirectora del Centro de Eurasia del Consejo Atlántico. Foto: Pablo Yapura.

No fueron hackers. “En EEUU detectaron que los expertos rusos seguían los debates más frecuentes e intensos en el seno de la sociedad norteamericana: aborto, migraciones, brutalidad policial, racismo. Con esa información se sumaban o creaban grupos en Instagram, Facebook u otras redes, siguiendo esas consignas. Luego, esos mismos seguidores introducían conceptos provocadores, enfrentamientos con clara intencionalidad de influir en las elecciones. Y con esos elementos, en su mayoría noticias distorsionadas, lograban que cada miembro del grupo lo multiplicara entre sus contactos”, indicó.

Poder

El fenómeno del Brexit, así como el surgimiento de grupos antiglobalización que desplazan a los partidos tradicionales de Europa, se debió a insatisfacciones y fracturas previas, pero las intervenciones extranjeras en las redes agudizaron ese proceso de debilitamiento europeo.
 

La Inteligencia Artificial necesita de los humanos para que sepa qué es información falsa. Geysha González. 

El director de El Tribuno, Sergio Romero, dio paso a la disertación de Geysha González. Foto: Pablo Yapura.
   

Es la muestra del poder que otorgan las nuevas tecnologías a los actores políticos. Y también a las empresas. El ocultamiento de una guerra en Ucrania exhibe claramente el uso que hace de ellas un régimen que utiliza la violencia estatal contra los periodistas, las feministas y cualquier forma de disidencia.
 “La desinformación tiene tres formas: una información parcial y distorsionada que gobiernos o empresas introducen adrede, camuflándose como miembros de grupos; la transmisión de datos distorsionados por parte de personas que carecen de una información completa y el apuro de algunos periodistas que no chequean la información”, sintetizó la especialista.

Control o regulación 

Acerca del control o la regulación de la desinformación a través de Facebook, Instagram, Google u otras redes, no se ha logrado un acuerdo jurídico y político, porque se trata de una zona difusa y los gobiernos podrían aprovecharlo para cercenar la libertad de expresión.
Geisha González llegó a Salta invitada por la Embajada de los Estados Unidos y por el diario El Tribuno. Como anfitrión, el director Sergio Romero recordó la recomendación de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) en la Declaración de Salta, en octubre pasado: “La diseminación maliciosa o deliberada de desinformación... no se debe combatir con mecanismos de censura ni sanciones penales, sino con la adopción de políticas de alta alfabetización noticiosa y digital. Los intermediarios tecnológicos deben adoptar medidas de autorregulacion”. 
 

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