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Lucas Rodríguez: “Preparado para lo que me toque”

El arquero suplente de Central Norte podría ir desde el arranque el domingo en la primera final frente a Guaraní si Pegini no se recupera. Lucas cuenta una vida entera en el cuervo.
Miércoles, 05 de junio de 2019 02:00

Lucas Rodríguez, nacido en barrio norte y formado en las divisiones inferiores de Central Norte, sería el encargado de custodiar los tres palos en la final de ida frente a Guaraní Antonio Franco el domingo, debido a la molestia que padece de Mauricio Pegini.
El guardavallas suplente, al que todos llaman “Gato”, no sumó minutos en lo que va del campeonato, pero está preparado para afrontar cualquier circunstancia que se presente.
“Obviamente que uno entrena siempre para estar en el once titular y para jugar, pero el técnico es quien decide, yo tengo que estar preparado para lo que me toque y estar siempre con las mismas ganas”, dijo Rodríguez en diálogo con El Tribuno.
Con 32 años, el arquero sueña al igual que el hincha con conseguir el ascenso al Federal A. “Uno con tantos años en el club y el haber pasado tantas malas, trata de luchar por el objetivo que nos planteamos todos, sería alivianar el corazón para mí”, remarcó Rodríguez.
El guardavallas dejó en claro lo que quiere en su futuro: estar siempre ligado a Central Norte. “Tengo 32 años, llegué a los 12 y deseo continuar en el club toda la vida. Sé que eso no depende de mí, sino de la gente que toma decisiones en la institución. Sería algo maravilloso terminar mi carrera acá en el club que tanto amo”, dijo el Gato.
En el 2016 Lucas Rodríguez fue el arquero titular en la campaña que el cuervo llegó a la final frente a Huracán Las Heras, pero en el partido revancha frente a los mendocinos se equivocó en una salida y le terminó cediendo el segundo gol con el que Huracán igualó 2-2. Luego el cuervo perdió el ascenso en los penales.
“Uno ya superó ese trago amargo, pasó otro campeonato y otra final inclusive (Racing de Córdoba). En su momento me costó salir adelante, pero sabía que tenía que volver a trabajar. Hubiese querido que sea de otra manera aquella final, pero no se dio por algo. Pasó otra final y tampoco nos fue bien, ahora estamos en una nueva final y espero que sea la vencida. Después de seis intentos se le tiene que dar a Central Norte de una buena vez, ya que hay mucha gente que la viene peleando, tanto la dirigencia, como los socios”. 
Otro hecho curioso es que el domingo Lucas podría compartir el once titular con su hermano Federico, lo que lo motiva aún más. “Es algo muy lindo entrenar con él y es una sensación muy satisfactoria para mi familia. Esa felicidad que hay en la familia es algo que no se puede explicar y también pienso que es un lindo regalo para ellos que tanto me apoyan. A mi me pone muy contento jugar con mi hermano”, subrayó el uno azabache, quien también recordó: “Cuando era chico jugábamos a la pelota y mis hermanos me mandaban al arco, siempre jugábamos y soñábamos algún día con jugar juntos. Gracias a Dios el destino nos unió por segunda vez y soy un agradecido de compartir hoy un vestuario con el Bocha”.
En el día a día y la competencia que tiene con su compañero Mauricio Pegini, el arquero no fue egoísta y mostró el claro ejemplo de compañerismo.
“Uno va a hablando, sabiendo de la lesión que tiene Rulo (Pegini) y estoy rezando para que él llegue. Viene teniendo un torneo maravilloso y se ganó su lugar para estar. Ojalá que pueda llegar, nos cuidamos el uno al otro, como a Ignacio Garnica (tercer arquero)”.
Por último, Rodríguez palpitó lo que será la primera final. “Este es un grupo maravilloso y sensacional, está muy comprometido con el objetivo, es casi una familia, nos cuidamos el uno al otro”, contó el arquero, que sigue soñando en Cen    tral.
 

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Lucas Rodríguez, nacido en barrio norte y formado en las divisiones inferiores de Central Norte, sería el encargado de custodiar los tres palos en la final de ida frente a Guaraní Antonio Franco el domingo, debido a la molestia que padece de Mauricio Pegini.
El guardavallas suplente, al que todos llaman “Gato”, no sumó minutos en lo que va del campeonato, pero está preparado para afrontar cualquier circunstancia que se presente.
“Obviamente que uno entrena siempre para estar en el once titular y para jugar, pero el técnico es quien decide, yo tengo que estar preparado para lo que me toque y estar siempre con las mismas ganas”, dijo Rodríguez en diálogo con El Tribuno.
Con 32 años, el arquero sueña al igual que el hincha con conseguir el ascenso al Federal A. “Uno con tantos años en el club y el haber pasado tantas malas, trata de luchar por el objetivo que nos planteamos todos, sería alivianar el corazón para mí”, remarcó Rodríguez.
El guardavallas dejó en claro lo que quiere en su futuro: estar siempre ligado a Central Norte. “Tengo 32 años, llegué a los 12 y deseo continuar en el club toda la vida. Sé que eso no depende de mí, sino de la gente que toma decisiones en la institución. Sería algo maravilloso terminar mi carrera acá en el club que tanto amo”, dijo el Gato.
En el 2016 Lucas Rodríguez fue el arquero titular en la campaña que el cuervo llegó a la final frente a Huracán Las Heras, pero en el partido revancha frente a los mendocinos se equivocó en una salida y le terminó cediendo el segundo gol con el que Huracán igualó 2-2. Luego el cuervo perdió el ascenso en los penales.
“Uno ya superó ese trago amargo, pasó otro campeonato y otra final inclusive (Racing de Córdoba). En su momento me costó salir adelante, pero sabía que tenía que volver a trabajar. Hubiese querido que sea de otra manera aquella final, pero no se dio por algo. Pasó otra final y tampoco nos fue bien, ahora estamos en una nueva final y espero que sea la vencida. Después de seis intentos se le tiene que dar a Central Norte de una buena vez, ya que hay mucha gente que la viene peleando, tanto la dirigencia, como los socios”. 
Otro hecho curioso es que el domingo Lucas podría compartir el once titular con su hermano Federico, lo que lo motiva aún más. “Es algo muy lindo entrenar con él y es una sensación muy satisfactoria para mi familia. Esa felicidad que hay en la familia es algo que no se puede explicar y también pienso que es un lindo regalo para ellos que tanto me apoyan. A mi me pone muy contento jugar con mi hermano”, subrayó el uno azabache, quien también recordó: “Cuando era chico jugábamos a la pelota y mis hermanos me mandaban al arco, siempre jugábamos y soñábamos algún día con jugar juntos. Gracias a Dios el destino nos unió por segunda vez y soy un agradecido de compartir hoy un vestuario con el Bocha”.
En el día a día y la competencia que tiene con su compañero Mauricio Pegini, el arquero no fue egoísta y mostró el claro ejemplo de compañerismo.
“Uno va a hablando, sabiendo de la lesión que tiene Rulo (Pegini) y estoy rezando para que él llegue. Viene teniendo un torneo maravilloso y se ganó su lugar para estar. Ojalá que pueda llegar, nos cuidamos el uno al otro, como a Ignacio Garnica (tercer arquero)”.
Por último, Rodríguez palpitó lo que será la primera final. “Este es un grupo maravilloso y sensacional, está muy comprometido con el objetivo, es casi una familia, nos cuidamos el uno al otro”, contó el arquero, que sigue soñando en Cen    tral.
 

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