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Rescata a niñas que son vendidas por familiares y pandillas a pedófilos

Tyler Schwab es un joven norteamericano que ayuda en diferentes países a los sobrevivientes de la trata y el tráfico humano. La organización OUR salvó a 2.600 víctimas en seis años.
Domingo, 28 de julio de 2019 01:00

En República Dominicana una madre ofrecía a sus hijas, de 5 y 7 años, para que se mostraran a través de una cámara web como los pedófilos les pedían. A cambio, la mujer recibía pagos en bitcoins. En ese país, además, tratantes captan a adolescentes y las ofrecen a los turistas.

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En República Dominicana una madre ofrecía a sus hijas, de 5 y 7 años, para que se mostraran a través de una cámara web como los pedófilos les pedían. A cambio, la mujer recibía pagos en bitcoins. En ese país, además, tratantes captan a adolescentes y las ofrecen a los turistas.

En Guatemala, las niñas quedan enredadas en las pandillas denominadas "maras" y terminan como víctimas de trata, con abusos sexuales diarios. Una de ellas intentó escapar y, para vengarse, los delincuentes asesinaron a toda su familia.

Tyler Schwab conoce en detalle estas trágicas historias que padecen niños y niñas alrededor de todo el mundo. El joven norteamericano, de 28 años, trabaja como asistente de cuidados posteriores de los chicos y chicas sobrevivientes de la trata y el tráfico humano. Tyler es uno de los 30 integrantes de la organización "Operation Underground Railroad" (OUR), que traducido al español significa "Operación de Ferrocarril Subterráneo".

Tyler reside en la ciudad de Salt Lake, "La Meca" de los mormones, en Utah, Estados Unidos. Un lugar tranquilo, rodeado de montañas y que tiene similitudes con Salta. A su vida, no obstante, la moviliza una gran causa humanitaria: la misión de acompañar a las víctimas. Así conoció varios países y vio las peores crueldades a los que son sometidas principalmente las niñas.

En seis años OUR rescató a más de 2.600 chicas y chicos en 22 países como República Dominicana, Tailandia, Guatemala, México, Perú, Colombia, Estados Unidos y varios Estados de África. Tyler afirmó que la organización tiene interés en trabajar próximamente en Argentina.

En Salt Lake, El Tribuno conoció un poco más sobre el trabajo de OUR. Allí, por cierto, no están exentos de la trata.

Tyler recuerda que un haitiano fue el primer niño al que lograron rescatar. El pequeño de seis años había sido robado de su entorno familiar y padeció la trata en carne propia.

La organización OUR tiene centros en Estados Unidos, Haití y Tailandia. En el plantel hay personas que operan como agentes encubiertos para ayudar a las fiscalías y policías de distintos países a desmantelar las redes de trata.

Tyler relata que operadores de OUR se hacen pasar por turistas norteamericanos para encontrar a niñas que son explotadas sexualmente.

Al describir este delito y fenómeno en América Latina, el joven cuenta que tiene similitudes y diferencias. En México está muy vinculado al narcotráfico y en República Dominicana, al turismo sexual. Acota, con dolor, que varios norteamericanos viajan hasta ese país para abusar de las nenas.

En Perú -narró- la trata infantil está vinculada al trabajo rural y a la explotación sexual. En El Salvador, Honduras y Guatemala, las maras arrasan con la infancia y la adolescencia.

En Venezuela empezó a generar alarma el destino de las mujeres y niñas que escapan de la crisis social y política.

"Muchas veces las familias son parte del problema", advierte Tyler, con un español fluido. De ese modo, el proceso de recuperación de los sobrevivientes de la trata es muy complejo.

Aún le parece increíble el caso de República Dominicana ocurrido en 2017. "Su propia madre hacía que sus pequeñas hijas produjeran pornografía infantil", lamenta.

"Nosotros encontramos esa mamá que estaba subiendo videos, dimos con el enlace y logramos rescatar a las dos niñas", comentó el joven de OUR. Y justamente detectaron que un hombre de Estados Unidos era uno de los que pagaba bitcoins para obtener esas filmaciones.

Las redes de trata se aprovechan de las situaciones de extrema vulnerabilidad socioeconómica de los niños. "En Guatemala, cuando una joven, que era vendida sexualmente por las maras a otras pandillas, intentó huir, al llegar a su casa encontró que habían asesinado a su familia. La capturaron y la pusieron en trata de nuevo. La niña se siente culpable porque ella se metió con las maras porque se había enamorada de uno de los integrantes. Es algo muy triste que pasa siempre".

"El trauma no se resuelve de una vez"

La organización "Operation Underground Railroad" ofrece recursos a los gobiernos de distintos países que pueden ser invertidos en computadoras y celulares para la investigación de redes de trata de personas. También capacitan a los agentes de la fuerza de seguridad sobre métodos para obtener información de este delito en redes sociales.

"Podemos ofrecer personas encubiertas y los tratantes no sospecharán ya que nos hacemos pasar por turistas americanos. En ese tiempo grabamos con cámaras para que la fiscalía cuente con evidencias", comentó Tyler.

El joven de OUR advierte que muchos chicos vuelven a caer en manos de tratantes y que luego la policía tendrá que gastar más recursos en volverlos a recuperar.

Tyler trabaja junto a los niños que atraviesan un trauma por las situaciones de extrema violencia y abusos sexuales a las que fueron sometidos.

Primero hay que concientizar a los niños -señala- de que ellos no son delincuentes. Es que es común que los tratantes los hagan cometer actos ilícitos como traficar drogas.

En cuanto al trabajo con las familias, se presentan problemas de origen. Como contó, mucho padres venden a los niños. "Lo bueno es encontrar un lugar, terapias y los recursos necesarios para que los chicos puedan estar bien", remarcó Tyler.

En OUR capacitan a los adolescentes para que en un futuro puedan tener un emprendimiento y ofrecen becas para que puedan seguir carreras universitarias.

"Cada caso es diferente y el trauma no se resuelve de una vez. Estos niños vivirán con el trauma para siempre. Entonces buscamos que tengan acompañamiento en sus tiempos altos y bajos. Cada persona debe caminar su trauma", reforzó Tyler. En OUR consideran que las terapias deben quedar a cargo de psicólogos locales. "Yo no puedo ofrecer abordar el trauma porque no entiendo la cultura argentina. Siempre tratamos de encontrar gente de su país y nosotros caminamos con ellos en ese proceso", agregó.

 

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