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“Todos creen que el mercado es un oráculo de la verdad ”

Entrevista con Hugo Daniel Ferullo, doctor en Economía.
Domingo, 18 de agosto de 2019 01:01

Hugo Daniel Ferullo es doctor en economía, contador público nacional y docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Recientemente disertó en las XVII Jornadas de la Asociación Regional de Economía y Sociedad del Noroeste Argentino 2019, que se concretaron en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Salta (UNSa). 

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Hugo Daniel Ferullo es doctor en economía, contador público nacional y docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Recientemente disertó en las XVII Jornadas de la Asociación Regional de Economía y Sociedad del Noroeste Argentino 2019, que se concretaron en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Salta (UNSa). 

¿Qué análisis realiza del momento que atraviesa la economía argentina?

La economía argentina viene de un enorme fracaso de un gobierno que terminó con todos los indicadores en una situación peor de la que tenía, porque tampoco empezó con una situación floreciente, pero puede decirse, de manera bastante objetiva, que está todo peor porque ¿Cómo uno evalúa una situación económica nacional? A los economistas les gusta hablar de grandes indicadores. Se toma, por ejemplo, el producto bruto nacional y se dice que eso es un poco el resultado productivo de un país, eso es lo que durante todo el año se produce. Uno espera, sobre todo, en situaciones como la de Argentina que tiene muchos problemas de pobreza, de gente marginada, que eso crezca, que esa torta se haga más grande porque da posibilidad a que la gente esté cada vez recibiendo un pedazo más grande de esa torta. Pero el crecimiento en este gobierno ha sido negativo, entonces la torta se achicó. Además, hay que tener en cuenta que uno aparte le pone condiciones a ese comportamiento macro para que sea bueno, entonces dice: aparte de crecer tiene que ser un crecimiento con equilibrio interno, sin inflación exagerada y aquí hay una inflación desbocada.

Otro punto importante es que debe ser con un uso de los recursos mas o menos pleno y acá hay un desempleo que se agrava con lo que crece también la pobreza. Además hay recesión. Uno espera que todo sea con un equilibrio externo, que las relaciones de la Argentina con el resto del mundo sean mas o menos sustentables y aquí se ha incrementado la deuda de manera totalmente imprudente y ahora estamos en una situación de default prácticamente. Argentina con el riesgo país que tiene es bastante evidente que está en cesación de pagos. La situación externa es explosiva. 

Hay gente que compara la situación actual con la crisis del 2001...

En el 90 había una estabilidad de precios fenomenal. Al finalizar esa década, por el 2001 se produjo la crisis que muchos comparan con la situación de hoy. La crisis aquella fue financiera. Como estaba atado el dólar al peso y estaba todo dolarizado, la crisis financiera ha sido más grande. Ahora, por ejemplo, no hay problemas con los dólares en los bancos porque para la gente que tiene depósitos en dólares, los dólares están, en cambio en el 2001 la gente había puesto pesos y quería sacar dólares por la relación uno a uno, pero los dólares no estaban, entonces era una situación mucho más explosiva financieramente aquella. Ahora, en ese sentido, es mucho menos grave, pero se está agravando. 

¿Por qué tras las elecciones se disparó de esa forma el dólar?

Hay un cúmulo de cosas que ocurren simultáneamente. Es muy difícil encontrar una causa sencilla de lo que pasó. Lamentablemente en el plano económico hay bastante complejidad. Son casi todas multicausales, pero la más saliente es un problema mas o menos obvio: la dificultad enorme de la Argentina para hacer frente a los compromisos con el vencimiento de deuda que tiene. De hecho está el Fondo Monetario Internacional como última instancia para ver si hay capacidad mínima de evitar una crisis financiera de cesación de pagos absoluta. Eso pone al país continuamente en una situación de zozobra, que si hay un proceso eleccionario se agrava porque éste crea más incertidumbre todavía. Esto ocurre porque a lo que ya hay, que es muy grave, se suma un cambio que nadie sabe, del todo, cómo va a ser. Muchos dicen, bueno, va a haber un nuevo gobierno ¿Qué va a hacer? Entonces hay esa incertidumbre nueva que genera más ruido todavía y provoca una aceleración de los procesos críticos como este. 

La elección tuvo un resultado contundente, no esperado por mucha gente que trabaja en los mercados financieros, y en mi opinión no del todo sorpresivo, ya que era más difícil de explicar lo que decían las encuestas que arrojaban que Macri y Fernández estaban mas o menos empatados porque con un gobierno que fracasó de manera tan estrepitosa y fraudulenta, el resultado que se dio era de esperar. Que la gente le diga que no a este gobierno terminó siendo lo que pasó, entonces con este no que prácticamente pone un nuevo gobierno, de hecho, aunque falta mucho todavía, se genera un impass de incertidumbre que es propicio para que pasen esta cosas y a eso hay que agregar la impericia del propio gobierno. El lunes en medio del inicio de la crisis, hacer un papelón personal, eso sí que no he visto jamás en ningún lado: que un presidente salga a decir que la culpa de la crisis económica la tiene el que no lo votó y también que la culpa está en el pasado no inmediato, cuando el está hace casi 4 años.

El gobierno debería haber actuado de manera contracíclica tratando de evitar lo que pasó el lunes, frenar, porque tiene instrumentos el Estado para morigerar la crisis y no lo hizo, es como que lo dejó a ese lunes que se precipite hasta donde llegaba.

¿Cuál es su opinión sobre el paquete de medidas económicas que anunció el presidente Macri el miércoles? 

Son poco creíbles porque son paliativos de una situación social gravísima, que si estaba grave la semana pasada, hoy está un 30% peor y en eso hay mucha gente pobre que tiene problemas de alimentación. Hay muchos niños con desnutrición. Hay cosas trágicas para un país como la Argentina que está lleno de riquezas alimentarias y naturales. Alguna medida hay que tomar para que la gente mínimamente compense por lo menos el ultimo golpe. 

¿Como ve el futuro cercano al país?

Muy malo. Hasta que termine el gobierno va a estar en un torbellino de incertidumbre porque a este hombre le queda demasiado tiempo en una situación muy crítica. Ha sido una especie de casualidad también o de mala suerte institucional porque las PASO no están pensadas para dirimir una elección final y es lo que prácticamente ha pasado. Falta mucho para diciembre y en semejante incertidumbre está bien que se junte Alberto Fernández con el presidente.

Tampoco hay que caer en lo que se puede llamar fetichismo de mercado. Fetichismo le llaman cuando uno considera a una cosa como una persona y le asigna capacidades.

Los mercados no votan. Hay gente que dice que los mercados tienen que votar pero no es así. Los mercados financieros argentinos son muy concentrados. Cuatro o cinco jugadores pueden hacer lo que han hecho el fin de semana pasado: una euforia totalmente manejada, manipulada, y eso no es un mercado, son cinco personas, cinco grandes empresas. Esos son los que están opinando. 

Hoy se hace opinar, poner eufórico, nervioso al mercado. Eufórica se pone mi tía Hilda y nosotros podemos estar nerviosos, pero el mercado es un invento construido por los economistas hace mucho para tratar de interpretar una situación compleja de la economía. No es un ser humano. Se cree que el mercado es un oráculo de la verdad.

El discurso del presidente es: “Ustedes están todos equivocados porque no me han votado a mí, han votado a aquellos que los mercados están diciendo que no quieren”. Es decir, sostiene que los mercados son los que dicen la verdad y el pueblo la no verdad. Esa es una cosa terriblemente peligrosa y absolutamente engañosa. 

Felizmente Argentina está demostrando que tiene reservas morales y políticas para oponerse a eso. No hay muchos lugares en el mundo en que ocurra esto. Esa es la parte buena. Es la resistencia civil de la sociedad argentina frente a un avasallamiento absolutamente terminal de un proceso llamado de mercado que quiere concentrar la riqueza y los ingresos en poquísimas manos. Ese es un resultado buscado que no tiene nada que ver con la ciencia económica y que la Argentina está mostrando que se puede resistir ante eso porque la votación del domingo ha sido muy clara. 

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