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“La perforación de pozos puede ser una solución al problema de agua en el norte”

Entrevista a Carlos Manjarres, hidrogeólogo, docente y director de la sede regional Tartagal de la UNSa.
Sabado, 18 de enero de 2020 01:22

Carlos Manjarres es director de la sede Tartagal Regional de la UNSa y docente de la carrera de Ingeniería en Perforación de la mencionada sede. 

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Carlos Manjarres es director de la sede Tartagal Regional de la UNSa y docente de la carrera de Ingeniería en Perforación de la mencionada sede. 

Hace poco más de 12 años, cuando el departamento San Martín sufrió una de las emergencias hídricas más graves, fue parte del equipo de investigación que determinó la presencia del acuífero Yacuy, que actualmente con 7 pozos en producción abastece en gran parte las demandas del vital elemento en las localidades del departamento norteño. 

Manjarres se refirió a la idea lanzada por el senador nacional Sergio Leavy en relación con la necesidad de llevar a la práctica un programa de perforaciones de pozos para sanear definitivamente el problema de agua en toda la provincia de Salta, haciendo foco en el norte, donde la situación es dramática. 

Hace unos días, ante la búsqueda de soluciones al problema del agua, el senador Leavy declaró que en el norte se necesitan obras de perforación de pozos. ¿Comparte ese criterio?

Para brindar mi opinión al respecto me parece atinado comentar que en el Valle de Lerma, donde la condición hidrogeológica es diferente al norte, hay que aprovisionar la demanda de agua de alrededor de 1.200.000 personas y el 85 por ciento del abastecimiento se hace a través de pozos de agua. 

El agua subterránea tiene una gran ventaja respecto del agua de superficie, que es la calidad y la provisión permanente. Esa condición de permanente es difícil de lograr en regiones como el norte de la provincia, que presenta un clima con una marcada estación seca, ya que prácticamente durante 7 meses del año no llueve, por lo que la provisión de agua superficial se dificulta bastante. Es desde allí donde se debe merituar el recurso para determinar cuál es el que puede prover agua durante todo el año; en ese sentido hay que darle al recurso hídrico subterráneo la importancia que tiene y considerarlo como una muy buena alternativa para el norte salteño.

Se dice que la inversión para poner en condiciones al dique Itiyuro ronda los 80 millones de dólares... ¿es posible?

Eso implica que estamos a una distancia de 80 millones de dólares y no para solucionar definitivamente el tema del agua, sino para hacer una obra y ver después si funciona, porque no hay que olvidar que ya existe un dique en ese lugar y no funciona. Además implica un tiempo de entre 7 y 10 años antes de que comience a operar.

¿Cómo se llegó a la perforación de los 7 pozos de Yacuy que abastecen a San Martín ?

 Junto al Dr. Guillermo Baudino hemos hecho la dirección técnica para la perforación de aquellos pozos de agua del paraje Yacuy (15 kilómetros al norte de Tartagal) cuando el entonces gobernador Juan Carlos Romero declaró la emergencia hídrica, hace 12 años aproximadamente. En esos años estaba funcionando el Instituto de Aguas Subterráneas para Latinoamérica. Y hemos obtenido resultados muy buenos, porque de hecho gran cantidad del agua que hoy en día consumen las localidades del ramal ubicadas al pie de las serranías como Salvador Mazza, Aguaray, Tartagal y Mosconi proviene de esa batería de pozos perforados en ese momento, porque abastecen el acueducto que llega desde el dique Itiyuro, con unos 300.000 litros por hora. 

 ¿La universidad podría seguir contribuyendo al conocimiento que se requiere para este tipo de proyectos?

 Tanto el Dr. Baudino como yo somos hidrogeólogos y además soy director de la sede Tartagal de la UNSA y sí, efectivamente la Universidad puede contribuir con el conocimiento. La situación no se soluciona con unos cuantos pozos perforados; se requiere una planificación para determinar dónde se deben perforar los pozos, -prefactibilidad- o de qué manera se va a conducir el agua una vez que comiencen a producir, estudios químicos para determinar la calidad del agua y en general metodologías que han sido vastamente probadas. 

Se requiere de una inversión pero seguramente nunca será monstruosa ni demandará tantos años como los que se necesitan para hacer un nuevo represamiento de agua en el Itiyuro, como se está planteando como posible solución. No hay que olvidar que el río Tartagal también forma un cono muy similar al río Yacuy, donde existe esa batería de pozos en plena producción. Sin embargo en el Tartagal no hay ni una sola perforación que constate, o en todo caso que niegue la presencia de agua subterránea. 

¿Cómo es la condición hidrogeológica en la zona del chaco salteño?

 Hay capas subterráneas de agua salada, otras con arsénico y otras con agua dulce, la que el ser humano puede consumir. Lo que se deben perforar son pozos exploratorios para reconocer cuáles son los acuíferos buenos, captar esos acuíferos con baterías de pozos, hacer las instalaciones sobre superficie y conducirla a las ciudades o a las comunidades. La región es la más complicada en materia de agua porque nunca hubo un programa o una decisión política de trabajar con seriedad en la llanura chaqueña. 

En esa zona hay grandes establecimientos agroindustriales, y si se toma una imagen satelital se pueden ver los pivotes, que son herramientas de riego que a través de un pozo de agua riegan mediante un brazo de 200 metros de extensión. Para que ese sistema funcione se necesitan caudales de agua muy importantes y de buena calidad, porque no se puede regar con cualquier agua. 

Me tocó dirigir perforaciones de agua en el Chaco y encontramos acuíferos dulces a los 240 metros y en otras zonas cerca de los 100 metros. La complejidad del subsuelo impide uniformizar todo y así lo expusimos con el doctor Baudino en el mes de diciembre pasado en la sede Tartagal de la UNSa, en charlas dirigidas sobre todo a quienes tienen responsabilidad de gestión para que sepan cuáles son algunas de las soluciones que estamos proponiendo desde la Universidad Nacional de Salta. Algunos asistieron. 

¿Algún funcionario o técnico que elevaron proyectos para que la nación financie obras los consultó en algún momento?

 De manera directa ninguno, y solo nos preguntaron algunas informaciones pero sobre decisiones ya tomadas. Pero nunca se nos preguntó qué soluciones proponemos desde la Universidad Nacional de Salta o cómo podemos acompañar, cómo podemos elaborar un diagrama que permita la provisión de agua segura y suficiente para el norte de la provincia. 

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