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Pesca furtiva con redes en el Cabra, un negocio millonario

Hace 15 años se instaló una mafia que depreda el dique de Coronel Moldes, que tiene ramificaciones en sectores de seguridad, Ambiente y hoteleros.
Sabado, 03 de octubre de 2020 01:05

Una enmarañada red de corrupción se teje en torno a la mafia de la pesca furtiva de los redeadores del dique Cabra Corral. Por lo visto, involucra a sectores ligados a las fuerzas de seguridad, empresarios de la zona y hasta funcionarios de medio ambiente. Nunca hubo denuncias y mucho menos investigaciones de oficio por parte de la Justicia ordinaria.

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Una enmarañada red de corrupción se teje en torno a la mafia de la pesca furtiva de los redeadores del dique Cabra Corral. Por lo visto, involucra a sectores ligados a las fuerzas de seguridad, empresarios de la zona y hasta funcionarios de medio ambiente. Nunca hubo denuncias y mucho menos investigaciones de oficio por parte de la Justicia ordinaria.

Una serie de operativos contra la pesca ilegal en este espejo de agua a lo largo de este año y la remoción de un oficial de la policía destapó las intrincadas relaciones carnales entre los involucrados que, según los cálculos, recaudan alrededor de 20 millones de pesos mensuales con la depredación de pejerreyes. Los peones de esta mafia son los redeadores, le siguen los distribuidores, que apañados por diferentes sectores enquistados en el poder, llevan la mercadería a los compradores. Estos últimos son empresarios dedicados a la hotelería y gastronomía en Salta capital, Coronel Moldes y los Valles Calchaquíes.

Audios y testimonios de algunos involucrados llegados a El Tribuno demuestran que las operaciones llevan más de 15 años y siempre dirigidas por las mismas personas. Lo único que cambia son los clientes. Aunque algunos de estos compradores han querido hacerse del negocio ofreciendo a los mismos pescadores y sus ayudantes jugosas retribuciones en dinero.

"A mí el fulano de tal (nombra a un empresario) me ofreció filetear los pejerreyes a un costo que no me convenía. Todavía quería que vaya a trabajar a su hotel y a toda hora. Se puede ir a la mierda este miserable", contó una artesana de la pesca furtiva en uno de los audios.

El testimonio de la mujer delata con nombre y apellido a un conocido personaje, que sigue ofreciendo un menú exquisito de pejerreyes en su establecimiento. A tal punto llega la red de corrupción que años atrás una camioneta colmada de esta especie ictícola volcó camino a Jujuy cuando ya había pasado una serie de controles policiales desde Coronel Moldes hasta la cornisa de La Caldera.

Sobre la depredación en el dique Cabra Corral se sabe que de tanto en tanto aparecen redes de hasta alrededor de 500 metros que, al ser incautadas, van a parar a dependencias de Ambiente provincial. "Las mismas redes que nos quitan, después aparecen en el dique siendo vendidas a los mismos redeadores. Ahora utilizan unas de menor porte, para agilizar el trabajo de la pesca por las noches", contó uno de los pescadores furtivos.

A la semana cada redeador puede llegar a depredar entre 50 a 100 kilos de pejerreyes. En Moldes el kilo es vendido a 300 pesos; en Salta capital, los Valles Calchaquíes y Jujuy entre 500 y 600 pesos el kilo. Depende del transporte y si ya están fileteados.

Cuando los operativos de la policía contra estas mafias estaban dando resultados favorables, el comisario a cargo de la dependencia de Coronel Moldes fue removido por la cúpula de la Policía de la provincia en el mes de agosto pasado. En persona, el presidente de la Cámara de Diputados, Esteban Amat, diputado por esta jurisdicción, pidió por este oficial para que siguiera en el cargo, pero el jefe no fue restituido.

De redeadora a inspectora de Ambiente

En 2008, una mujer sindicada como una de las líderes de la organización de pesca furtiva tuvo siete infracciones por depredación de especies ictícolas en el dique.

Llamativamente, luego de este período, esta redeadora compulsiva y distribuidora terminó designada como inspectora de Ambiente de la Provincia en el mismísimo Cabra Corral. ¿Cómo llegó a ese cargo? Nadie lo sabe.

Otro de los sindicados como cabecillas de la organización es un distribuidor de pesca furtiva que llegó a jubilarse en Ambiente. El mentado llegó a decir en un asado con vecinos de Moldes: “Yo no redeaba, solo manejaba la lancha”.

Son numerosos los redeadores, alrededor de 15, que pertenecen a la mafia dirigida por esta mujer que reside en Coronel Moldes. De allí ofrece toda la pesca furtiva y la termina distribuyendo a hoteles de la zona.

Es más, los redeadores, sin tapujos, argumentan: “Jamás pagué los 30 pesos de multa por la pesca furtiva, presenté un certificado de carente de recursos y listo”. Los integrantes de esta aceitada banda son de barrio La Chacra, Villa Delicia, El Carril de Arriba, San Nicolás y La Loma, de la localidad de Coronel Moldes. Las infracciones solo son contraven ciones.

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