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“La gente jamás se olvidó del personaje humorístico Abel Peña, por eso regresaré”

El cantautor Héctor Schmunk regresará con su facerta humorística 
Lunes, 03 de febrero de 2020 14:36

Un 10 de febrero de 1957 abrió los ojos en la ciudad de Tartagal, Héctor Schmunk, un talentoso artista folclórico, que selló su estilo dentro del canto popular.
Un “violero” como pocos, cantor de alta escuela, y notable creador: resumen la vida artística de este salteño de buena madera. Desde temprana edad forjó su identidad musical con un
asentó inconfundible en la música popular argentina. “Al pensar que en mi familia nadie tenía oído ni siquiera para escuchar una bomba”, adelantó Héctor con su constante humor.
Casualmente, hablando de su talento y facilidad para hacer divertir y reir a la gente, el artista mencionó que está próximo a brindarle una sorpresa al público nacional. Cabe recordar que, en algún momento de carrera dió vida al personaje humorístico Abel Peña, que adquirió amplió reconocimiento en el territorio argentino.
Desde hace un tiempo regresó a su terruño y visitó diario El Tribuno para hablar de su carrera artística.

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Un 10 de febrero de 1957 abrió los ojos en la ciudad de Tartagal, Héctor Schmunk, un talentoso artista folclórico, que selló su estilo dentro del canto popular.
Un “violero” como pocos, cantor de alta escuela, y notable creador: resumen la vida artística de este salteño de buena madera. Desde temprana edad forjó su identidad musical con un
asentó inconfundible en la música popular argentina. “Al pensar que en mi familia nadie tenía oído ni siquiera para escuchar una bomba”, adelantó Héctor con su constante humor.
Casualmente, hablando de su talento y facilidad para hacer divertir y reir a la gente, el artista mencionó que está próximo a brindarle una sorpresa al público nacional. Cabe recordar que, en algún momento de carrera dió vida al personaje humorístico Abel Peña, que adquirió amplió reconocimiento en el territorio argentino.
Desde hace un tiempo regresó a su terruño y visitó diario El Tribuno para hablar de su carrera artística.

¿Está en tus planes volver al escenario con el humor?

Si, no sé si será Abel Peña o Don Abel, pero ya estoy trabajando para el regreso. Si bien una importante empresa me tentó para volver al humor, principalmente lo hago por la gente, que jamás se olvidó del personaje, y siempre me lo traen a la memoria. Hace varios meses que estoy abocado a esta propuesta, se necesita sobradas horas de ensayo para llegar al cometido. El fuerte son las imitaciones y no lugar para las equivocaciones. Nuevamente pondré sobre el escenario las voces de: Luis Miguel, Dyango, el “Puma” Rodríguez, Horacio Guarany, Sandro, Los del Río, entre tantos otros. Lógicamente se sumarán imitaciones de artistas que ganaron repercusión mundial en los últimos años. Todavía no tengo fecha de lanzamiento pero no dejaré pasar demasiado el tiempo. Hace falta más que nunca el humor.

¿Porqué dejaste el personaje de Abel Peña?

Me propusieron un viaje a España para mostrar mi canto y mis canciones, la estadía en ese país se prolongó por tres años. Se me abrieron innumerables puertas en ese bello país y no dudé en quedarme. El saldo fue netamente positivo, valoran de una manera increíble nuestro folclore. En definitiva me alejé de Abel Peña porque quería mostrar lo mio, como cantor y autor.

¿Te arrepentís?

No, jamás, todas las experiencias me sirvieron para irme formando como un verdadero artista. Mi ausencia sirvió para que valoren aún más mis canciones. En mi regreso, varios artistas famosos grabaron mis temas.

¿Qué artistas te grabaron?

El Chaqueño Palavecino me grabó: Dame una estrella (zamba), Camionero soy (carnaval cruceño), y Mi viejo Tartagal (zamba). Los Nocheros llevaron a la placa discográfica: El pim pim, y Vino Nochero, esta última tuvo amplia repercusión en el circuito musical. El grupo Cabales, Vale 4, Canto 4, Los Guaraníes, Sabroso (conjunto de cuarteto) Dany y los Nobbles, y el ahora solista Juan Fuentes, entre otros artistas, también grabaron mis canciones.

¿Hubo un antes y un después de componer el tema Un cielo de amigos?

Sin ninguna duda. Recuerdo que con esa canción gané un certamen de obras inéditas, organizado a nivel nacional. Eso me trasladó a Buenos Aires, y se me empezaron a abrir importantes puertas.

¿Cómo fueron tus comienzos?

Durante mi adolescencia fuí uno de los creadores del grupo Los Tartaguitos, allá en mi tierra natal. Actuamos en las mejores peñas de la provincia de Salta, como el Guardamonte, Gauchos de Güemes, entre otras. Un día decidimos ponerle fin a esa aventura musical. Luego, arribó el momento del consagrado conjuntos Los de Tartagal, que aún continúan en vigencia. Con esta formación llegamos al Festival Mayor de Folclore de Cosquín, en el año 1976, de la mano del recordado presentador Tuna Esper, quien conducía la prestigiosa cita folclórica junto a Julio Márbiz. En aquel momento grabamos un disco LP en Buenos Aires, nada menos que con la empresa discográfica Music Hall. En 1980 decidí encarar mi carrera como solista.

¿Sólo estás abocado a la vuelta del humor?

No, mi faceta de cantautor siempre reclamará un espacio. También estoy trabajando en una producción discográfica, con canciones de mi autoría.
 

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