La Argentina tiene un problema histórico, la inflación. Desde hace 14 años, la suba de precios es muy alta y continúa, ya que no hubo un período en el que haya cedido, siempre estuvo arriba de los dos dígitos, siendo la más alta de la región y una de las principales del mundo.
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La Argentina tiene un problema histórico, la inflación. Desde hace 14 años, la suba de precios es muy alta y continúa, ya que no hubo un período en el que haya cedido, siempre estuvo arriba de los dos dígitos, siendo la más alta de la región y una de las principales del mundo.
Esta situación termina afectando a los bolsillos de todos los argentinos que tienen que pagar este desequilibrio con una pérdida salarial.
¿Cuánto costaba un kilo de carne en 2008 y cuánto cuesta ahora? ¿Qué se podía comprar con un peso hace 12 años o con $10? ¿Se acuerda cuánto salía el sachet de leche en el 2008? ¿De cuánto fue el aumento durante esos años?
Esas son algunas de las preguntas que intentará responder El Tribuno en esta nota. Para elaborar este informe, se tomó como referencia un artículo publicado por este medio, el 27 de junio de 2008, en el que se difundía el listado de productos de un relevamiento realizado por Codelco (Comité de Defensa del Consumidor), comparándolo con los precios que se encuentran hoy en las góndolas de los supermercados salteños.
En líneas generales, los productos relevados subieron entre un 882% y un 3.361%, teniendo al papel higiénico como el producto que menos incremento tuvo y al dentífrico como el que más aumento (ver gráfico página 2).
En detalle
Hoy comprar el mismo producto que hace más de una década puede salir un 2.000% más caro, lo que revela la magnitud que adquirió la inflación en nuestro país.
Para realizar esta comparación se tomaron en cuenta las marcas más económicas de las góndolas que, por lo general, resultaron ser las que pertenecen a los supermercados. También hubo productos que estaban dentro del programa Precios Cuidados.
Por ejemplo, en el 2008, con una moneda de un peso uno podía comprar una galletita de agua, hoy se encuentra en los supermercados a 20 pesos, lo que representa un incremento del 1.860%.
Peso diario
El pan envasado lactal de 580 gramos ese año costaba $4,30, y hoy cuesta $107, con un aumento de 2.388%. O el kilo de arroz, que valía $2,99 hace 12 años, hoy sale $59, o sea cuesta un 1.873% más.
La misma evolución tuvo el kilo de harina de maíz que hace más de una década se la podía comprar a $1,98, y hoy sale $44, teniendo un aumento de 2.122%; mientras que la polenta costaba $2,66 y ahora $37 (1.290% de aumento).
Lo mismo sucedió con la carne. El kilo de nalga cortado para milanesas en el 2008 costaba $18,01 y hoy sale $426 (2.265% de aumento). El aceite de girasol está también entre los productos que menos aumentaron. Hace 12 años costaba $7,27 y ahora $79 (986% de suba).¿Cuál fue la inflación de algunos productos en 12 años? La variación del IPC fue del 367%. El IPC es un índice que contiene diversos rubros como bienes y servicios, salud y comunicaciones, por lo que no es tan lineal. Se tiene en cuenta en esta nota que muchos artículos, y especialmente el rubro alimentos, subieron mucho más que la inflación. La suma se hizo teniendo en cuenta las cifras del IPC Congreso y las estadísticas oficiales a partir de 2016.
Desde 2007 a la fecha Argentina comenzó un proceso inflacionario que por el momento no se pudo detener. Durante esos años, los aumentos oscilaron entre un 20% y 40%, hasta que en 2019 llegó a su récord alcanzando el 54,4% anual, la más alta de los últimos 28 años.
La última vez que Argentina tuvo inflación anual de un dígito fue en 2006 durante la presidencia de Néstor Kirchner, cuando el Indice de Precios al Consumidor que publica el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos fue del 9,8%.
Si bien los datos publicados oficialmente la inflación de los años siguientes fueron de un dígito, desde 2007 el instituto oficial estuvo intervenido hasta el 2015 lo que termino arrastrando la credibilidad de los datos producidos por el Indec.
Canasta total
Para la elaboración de esta canasta se tomaron en cuenta 19 productos que podrían considerarse que son de primera necesidad e incluyen: carne, fideos, arroz, queso, yerba mate, té en saquitos, azúcar, leche en sachet y artículos de limpieza.
En 2008, se necesitaban 87,59 pesos para comprar todos esos productos, mientras que en el 2020 el monto para cubrir ese gasto es de 1,860 pesos. Es decir, que 12 años después, tuvo un incremento de 2.023%.
Argentina gasta más de lo que gana
La última etapa en la que hubo baja inflación fue durante la de Néstor Kirchner.
Lucas Dapena, economista.
La inflación, ese mal que aqueja a los argentinos desde hace décadas y para el que la mayoría de los países del mundo hace años pudo encontrar una solución.
“La inflación siempre es un fenómeno monetario, es decir que surge básicamente como consecuencia de que se emite más dinero del que corresponde”, explicó el economista y doctor en Ciencias Económicas Lucas Dapena.
¿Qué es lo que pasa en Argentina? El especialista comentó que la explicación de por qué se emite más dinero en el país se debe al déficit fiscal que existe.
“Es decir, en Argentina, el hecho de que siempre gastemos más de lo que nos ingresa hace que de algún lado tenga que salir ese dinero. Si no sale por deuda para cubrir ese déficit, es decir nos endeudamos y después explota como ocurrió en el 2001, lo hacemos con emisión monetaria”, aclaró el economista.
Lo que explicó Lucas Dapena es que cuando se elige realizarlo por emisión, esta situación genera inflación y aclaró que en la primera gestión de Néstor Kirchner como presidente fue la última etapa en la que no hubo inflación como consecuencia de que había un superávit fiscal y comercial.
“Las cuestiones de fondo siguen y ¿quiénes son los que más sufren esto? Aquellos que tienen menos poder de decisión, es decir la gran mayoría de empleados informales o con poco poder de negociación con las patronales. La inflación es un mal endémico como consecuencia de el déficit crónico que tiene la Argentina que es financiado con emisión, que es el principal causante, no el único”, finalizó el economista Dapena.
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