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Insólita situación en un enfrentamiento la Bundesliga

La actitud hostil de la hinchada del Hoffeheim “enfrió” el partido.
Domingo, 01 de marzo de 2020 01:19
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El partido que enfrentaba ayer al TSG Hoffenheim con el FC Bayern, correspondiente a la jornada 24 de la Bundesliga, fue interrumpido casi 20 minutos debido a los insultos y las pancartas en contra del magnate Dietmar Hopp, accionista mayoritario del equipo local, por parte de los aficionados del club de Munich.
A punto de alcanzar el minuto 78 de encuentro, y con 0 a 6 en el marcador, el árbitro Christian Dingert suspendió el juego después de que los seguidores más radicales del Bayern insultaran incesantemente hacia Hopp y su gestión al frente del Hoffenheim.
Los futbolistas del Bayern, tanto titulares como suplentes, se acercaron a ese sector de la grada junto al exportero y actual directivo Oliver Kahn para tratar de calmar los ánimos. 
Transcurrido más de un cuarto de hora, con ambos equipos en el túnel de vestuarios y dilucidando qué hacer con los árbitros, los futbolistas saltaron de nuevo al césped del PreZero Arena para agotar el tiempo que faltaba simplemente pasándose el balón y escenificando de manera conjunta su protesta entre aplausos del resto del estadio.
Este incidente ocurrió a escasos días después de que el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Fritz Keller, haya condenado enérgicamente la exhibición de otra pancarta en el estadio del Borussia Mönchengladbach y que tenía la imagen del rostro de Dietmar Hopp.

Motivos de la bronca

Hopp es el principal directivo que quiere cambiar la regla 50+1 en Alemania, que regula las licencias de los clubes profesionales para que más del 50% sea de los socios de los diferentes equipos. Sin embargo, como ya invirtió durante más de 20 años en el club de manera correcta y sin evadir impuestos, cumplió el plazo estipulado por la DFL y pudo obtener un porcentaje mucho mayor. Pero Dietmar va por más y ahora lucha por quedarse con el 100% del Hoffenheim. De esta manera, muchos fanáticos explotaron y no quieren saber nada con esta idea porque los clubes alemanes podrían empezar a perder a sus socios y pasarían a ser manejados por magnates o empresas poderosas.

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