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Hacia el 2021, nuevo rompecabezas para los organizadores

Deberán planificar nuevo calendario y la disponibilidad de instalaciones.
Miércoles, 25 de marzo de 2020 01:49

“Aplazar los Juegos Olímpicos no es como reprogramar un partido de fútbol al sábado siguiente”, previno el pasado fin de semana Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), aludiendo al desafío al que se enfrentaban los organizadores. Ayer se concretó lo que la mayoría del mundo olímpico pedía, la postergación de los Juegos de Tokio, su traslado a 2021. Ahora esa modificación obligará al COI a armar un rompecabezas con las numerosas pruebas que habían sido suspendidas.
Añadir los Juegos a una agenda deportiva de 2021 ya bien cargada es una pesadilla logística, ya que el próximo verano boreal se anuncia muy cargado: están programados los Mundiales de atletismo y de natación, además de la Eurocopa de fútbol y la Copa América, que ya han sido aplazadas a 2021.
La leyenda estadounidense de atletismo, Carl Lewis, sugirió organizar los Juegos de verano en 2022, el año de los Juegos de invierno en Pekín, para crear un “año de celebración olímpica”.
Para los Juegos de Tokio están previstas 43 instalaciones, sedes, algunas construidas para la ocasión, a veces de forma temporal, otras acondicionadas. Pero todas tendrán problemas por el aplazamiento. Según el COI, “varios sitios indispensables para los Juegos podrían no estar disponibles en otras fechas posteriores”.
Es el caso del nuevo Estadio Olímpico de Tokio, de una capacidad de 68.000 butacas, que debe albergar conciertos y otras competiciones deportivas tras los Juegos. Eventos que ahora hacen falta reprogramar.
Las infraestructuras deportivas no son las únicas afectadas. Los organizadores han reservado también para esas semanas de julio y agosto el imponente Tokyo Big Sight, inmenso palacio de congresos y de exposiciones, para utilizarlo como gigantesca sala de prensa durante los Juegos.
Este lugar, uno de los más grandes salones profesionales de Asia, es reservado con varios meses de antelación. Encontrar fechas libres o convencer a los organizadores de otros eventos para que cambien las suyas podría ser muy complicado.

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“Aplazar los Juegos Olímpicos no es como reprogramar un partido de fútbol al sábado siguiente”, previno el pasado fin de semana Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), aludiendo al desafío al que se enfrentaban los organizadores. Ayer se concretó lo que la mayoría del mundo olímpico pedía, la postergación de los Juegos de Tokio, su traslado a 2021. Ahora esa modificación obligará al COI a armar un rompecabezas con las numerosas pruebas que habían sido suspendidas.
Añadir los Juegos a una agenda deportiva de 2021 ya bien cargada es una pesadilla logística, ya que el próximo verano boreal se anuncia muy cargado: están programados los Mundiales de atletismo y de natación, además de la Eurocopa de fútbol y la Copa América, que ya han sido aplazadas a 2021.
La leyenda estadounidense de atletismo, Carl Lewis, sugirió organizar los Juegos de verano en 2022, el año de los Juegos de invierno en Pekín, para crear un “año de celebración olímpica”.
Para los Juegos de Tokio están previstas 43 instalaciones, sedes, algunas construidas para la ocasión, a veces de forma temporal, otras acondicionadas. Pero todas tendrán problemas por el aplazamiento. Según el COI, “varios sitios indispensables para los Juegos podrían no estar disponibles en otras fechas posteriores”.
Es el caso del nuevo Estadio Olímpico de Tokio, de una capacidad de 68.000 butacas, que debe albergar conciertos y otras competiciones deportivas tras los Juegos. Eventos que ahora hacen falta reprogramar.
Las infraestructuras deportivas no son las únicas afectadas. Los organizadores han reservado también para esas semanas de julio y agosto el imponente Tokyo Big Sight, inmenso palacio de congresos y de exposiciones, para utilizarlo como gigantesca sala de prensa durante los Juegos.
Este lugar, uno de los más grandes salones profesionales de Asia, es reservado con varios meses de antelación. Encontrar fechas libres o convencer a los organizadores de otros eventos para que cambien las suyas podría ser muy complicado.

La Villa Olímpica

Compuesta por 21 torres de 14 a 18 pisos, la Villa Olímpica fue construida en un terreno de gran valor inmobiliario, con vistas a la bahía de Tokio y su célebre Rainbow Bridge. Al término de la competición, la Villa Olímpica debe ser reconvertida en miles de apartamentos de alta gama, que serán vendidos o alquilados después.
Según los promotores del sitio, 4.145 apartamentos deben ser vendidos. En un primer lote de 940 de ellos puestos en venta desde 2019, la mayor parte ya han sido comprados, según la prensa local.
El aplazamiento conllevará también un retraso en el acondicionamiento del lugar y de amplias dudas sobre los contratos de propiedad ya firmados.
En tanto, las habitaciones de hotel en la capital japonesa están en su mayoría reservadas desde hace varios meses, obligando a muchos visitantes a pagar importantes montos con antelación, unas sumas que corren el riesgo ahora de ser perdidas.
Para la industria hotelera, el escenario de un aplazamiento representa una duda suplementaria, en un contexto turístico ya catastrófico por la pandemia.
 

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