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El béisbol 5 se va desarrollando en el país de la mano de un salteño

Víctor Aramayo tomó el desafío de divulgar esta modalidad de juego que incluye en un mismo equipo a niñas y niños golpeando una pelotita de goma en un terreno de 18 x 18 metros. 
Jueves, 26 de marzo de 2020 02:23

Los deportes convencionales mantienen sus formas tradicionales, pero también dan espacio para que desde sus raíces nazcan nuevas modalidades de juego. Así es como el rugby tiene el rugby seven, el handball encontró otra opción en el beach handball y el básquet tiene un juego aún más dinámico que el convencional con la modalidad tres por tres, modalidades que ya han alcanzado el título de deportes olímpicos. En el béisbol se está dando algo similar con los primeros pasos del béisbol 5, deporte que inventaron los cubanos y que en nuestro país tiene al salteño Víctor Aramayo como uno de sus principales impulsores. 
La nueva comisión directiva de la Federación Argentina de Béisbol designó al salteño para que sea su nexo con la Asociación de Sóftbol de Buenos Aires y uno de sus objetivos es desarrollar el béisbol 5, que tiene características especiales que lo convierten en un deporte inclusivo. Se trata de un juego mixto en el que cada equipo está compuesto por ocho jugadores, cuatro deben ser mujeres y varones los otros cuatro. 

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Los deportes convencionales mantienen sus formas tradicionales, pero también dan espacio para que desde sus raíces nazcan nuevas modalidades de juego. Así es como el rugby tiene el rugby seven, el handball encontró otra opción en el beach handball y el básquet tiene un juego aún más dinámico que el convencional con la modalidad tres por tres, modalidades que ya han alcanzado el título de deportes olímpicos. En el béisbol se está dando algo similar con los primeros pasos del béisbol 5, deporte que inventaron los cubanos y que en nuestro país tiene al salteño Víctor Aramayo como uno de sus principales impulsores. 
La nueva comisión directiva de la Federación Argentina de Béisbol designó al salteño para que sea su nexo con la Asociación de Sóftbol de Buenos Aires y uno de sus objetivos es desarrollar el béisbol 5, que tiene características especiales que lo convierten en un deporte inclusivo. Se trata de un juego mixto en el que cada equipo está compuesto por ocho jugadores, cuatro deben ser mujeres y varones los otros cuatro. 


No es necesario un gran terreno de juego como el del béisbol convencional, sino un espacio más reducido que permite su desarrollo dentro de un patio escolar, en un playón deportivo o en otros espacios públicos. El espacio de juego es un cuadrado de 18 x 18 metros y la distancia entre base y base es de 13 metros. Solo cinco jugadores pueden estar en el campo y como mínimo dos deben ser mujeres. No se necesita un bate, ya que se juega golpeando con la palma de la mano una pelotita de goma de menor tamaño que la bola de béisbol tradicional. 
“Este es un deporte que se asemeja más al ‘bate’ que jugábamos de chicos. Es un deporte reglado, que nació en Cuba con el nombre de las Cuatro Esquinas; tiene diez reglas fundamentales y muy básicas que se aplican al béisbol y al sóftbol”, detalló Aramayo a El Tribuno desde su casa en La Plata, donde reside desde el 2001. 
Aramayo es profesor de Educación Física, jugó en seleccionados argentinos de béisbol y entre 2014 y 2015 fue coach de la selección femenina sub-19 de sóftbol y disputó un Mundial. “Entre noviembre de 2018 cuando terminaron los Juegos Olímpicos de la Juventud hasta febrero de 2020 fui recorriendo solo distintas localidades introduciendo el béisbol 5. Mi objetivo es que en todas las escuelas del país se practique”, contó el salteño que comenzó jugando al béisbol en el club Santa Ana y después en Los Cachorros. 
“El béisbol 5 hay que trabajarlo en conjunto con béisbol y sóftbol porque esta modalidad va a ser el nexo para que un nene o una nena que está jugando en una escuela pueda seguir jugando al béisbol o al sóftbol según sus gustos y las opciones que tenga en su localidad. Esto facilita que cualquier profesor que nunca jugó al béisbol o al sóftbol después derive al chico que quiere seguir jugando a un club que tenga los materiales indispensables para que pueda seguir jugando”, agregó Aramayo.
El entrenador destacó que es un juego económico, solo se necesita una pelota de goma o una similar a la de tenis y al tratarse de una instancia de iniciación deportiva no es necesario que los jugadores desarrollen grandes habilidades. En relación a esto, Aramayo contó la experiencia que tuvo en febrero pasado en un comunidad Aba Guaraní en Pichanal. “Son atletas naturales, en diez minutos entendieron el juego y hasta me discutían las jugadas, fue todo práctico, me encantó, nunca había llegado el béisbol a esa comunidad”, contó Aramayo y relacionó esa experiencia con otra similar en Tigre, Buenos Aires.
“Tuvimos que viajar dos horas en una lancha escolar hasta llegar a una escuela en medio de una isla. Fue espectacular”, recordó el salteño que sigue firme con el oficio de divulgar la actividad deportiva a través del béisbol 5. 
 

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