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Los robots no se contagian

Domingo, 29 de marzo de 2020 00:00

El anacrónico debate que se ha dado en los últimos tiempos discutiendo si los robots generarán desempleo o si permitirán un gran despegue económico a los países que primero los incorporen, presenta, ante la irrupción del COVID19, un nuevo y sorprendente giro.

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El anacrónico debate que se ha dado en los últimos tiempos discutiendo si los robots generarán desempleo o si permitirán un gran despegue económico a los países que primero los incorporen, presenta, ante la irrupción del COVID19, un nuevo y sorprendente giro.

Antes de entrar en el tema, válido es señalar que los anti-robotistas van perdiendo la batalla: los países más robotizados son los que más empleos han generado. De acuerdo con lo que muestra el panorama internacional y el avance de la industria 4.0, toda empresa que quiera formar parte de la era de la automatización necesita creer menos en los falsos mitos sobre la robótica y apostar más por la automatización de la industria.

En lo que considero un hallazgo (mera serendipia), he encontrado una coincidencia sorprendente entre los países más robotizados y su eficacia para librarse de la maldita epidemia. La información que cotidianamente nos bombardea nos señala que Corea del Sur, Singapur y Japón han reaccionado en forma rápida y contundente ante la pandemia. En ese orden, son los países con mayor cantidad de robots per cápita (Corea del Sur: 531 máquinas por cada 10.000 habitantes; Singapur: 398, Japón: 305, Alemania: 301 y Suecia 212). Si esta extraña relación es "casualidad" o "causalidad", corresponderá a los expertos analizarla (yo me limito a señalarla).

Hay dos excepciones: tanto Italia como EEUU que no atinan a encauzar la pandemia, están entre los diez países más robotizados. Pero eso tiene su explicación racional: los italianos son los italianos y en EEUU está Trump.

Un caso llamativo es Japón: las tiene todas en contra para enfrentar la pandemia:

1.- de acuerdo con el Banco Mundial, su población mayor de 65 años es la más alta del mundo (28%), incluso superando a Italia, lo que la hace ser especialmente vulnerable a la epidemia.

2.- Son fumadores empedernidos y tienen un elevado nivel de consumo de tabaco, lo que no ayuda a la hora de combatir enfermedades respiratorias;

3.- Viven hacinados, sus ciudades son conocidas por su alta densidad poblacional;

4.- Pero quizás lo más curioso es que, pese a todo lo anterior, el gobierno no ha decretado el bloqueo de sus regiones o el aislamiento obligatorio de sus ciudadanos con el fin de detener la propagación del virus.

Paralelamente hay otra extraña coincidencia: existe una serie de países europeos, algunos no excesivamente robotizados, que también han enfrentado eficazmente esta crisis. Son los que encabezan la práctica del teletrabajo (Finlandia, Suecia, Países Bajos, Dinamarca y Bélgica) encabezan la lista de países donde más se teletrabaja, ya sea de forma regular o temporal.

Sin embargo, en estos días, muchos de los filósofos y pensadores más importantes de esta generación, como: Byung Chul-Han, Yuval Noah Harari, Giorgio Agamben, Paolo Giordano, Franco "Bifo" Berardi y Slavoj Zizek, han dado el grito de alarma sobre los peligros que implican para la democracia y las libertades individuales las medidas presentes y futuras que están adoptando los Gobiernos con la excusa de frenar la pandemia.

En un artículo publicado en Financial Times bajo el título "El mundo después del coronavirus", Harari plantea como idea central que "esta tormenta pasará, pero las decisiones que tomemos ahora podrían cambiar nuestras vidas para los años que vienen" y agrega: "En su batalla contra la epidemia de coronavirus, varios gobiernos han empleado nuevas herramientas de vigilancia".

El caso más notable es China. Al monitorear de cerca los smartphones de la gente, haciendo uso de cientos de millones de cámaras con reconocimiento facial, y obligando a las personas a reportar su temperatura corporal y condición médica, las autoridades médicas no solo pueden identificar sospechosos de haberse contagiado de coronavirus, también rastrear sus movimientos e identificar a cualquiera con quien estuvieron en contacto. Un gran rango de aplicaciones móviles advierte a los ciudadanos de la proximidad a pacientes infectados", dice el autor de "Homo Deus: breve historia del mañana". Más adelante afirma que "Se comienzan a usar tecnologías inmaduras e incluso peligrosas, porque los riesgos de no hacer nada son mayores. Países enteros sirven como conejillos de indias en experimentos sociales a gran escala".

Coincidiendo casi en su totalidad, Byung Chul-Han, el filósofo surcoreano radicado en Alemania realiza una descripción de la forma en la que los Estados ultra centralizados que disponen de un arsenal de tecnología de vigilancia masiva y control poblacional, han utilizado estos recursos (como el Big Data) para proveer mecanismos de abordaje de la pandemia. Para Han, el estado de excepción desatado por la pandemia debe leerse como un extraño pasaje en el cual el Estado Totalitario Digital Moderno (China, como ejemplo para él) se mete en la biopolítica, utilizando la psicopolítica (concepto sobre el que Chul-Han escribió un libro, creado para describir la manera en que la tecnología es usada para construir perfiles de usuarios y analizar conductas a partir de reacciones que los usuarios de internet realizan, mediante análisis de macrodatos).

Un youtuber

En las antípodas de Chul-Han nos encontramos con "el filosofo youtuber", "el ídolo de los millenials", el sarcástico provocador eslavo Slavoj Zizek. Con rapidez de pensamiento y de acción ya publicó su primer libro sobre el tema: "Pandemia! COVID-19 shakes the world". En realidad, el primer libro ("En tiempos de contagio"), lo publicó el autor de "La soledad de los números primos" Paolo Giordano. Zizek es un nostálgico del comunismo, y es el único de los pensadores que nombramos que tiene una visión más optimista para "el día después". A diferencia de los otros filósofos defiende sistemas de liderazgo más centralizado y anhela un modo de vida menos individualista y más comunitario. Considera que esta pandemia será "Un golpe letal al capitalismo para reinventar la sociedad".

Lo cierto es que nada será igual el día después del último día de esta perver sa pandemia.

 

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