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26 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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Los jardines maternales están al borde del cierre y piden ayuda

Solicitan que se los incluya entre los rubros que necesitanmedidas especiales.
Martes, 21 de abril de 2020 02:42

En medio de la cuarentena obligatoria, los jardines maternales de Salta expusieron la crítica situación que los encuentra al borde de la quiebra. El sector pidió al Gobierno que apoye con alguna medida alternativa a estas instituciones que son imprescindibles en la primera infancia y que sostienen puestos de trabajo que hoy están en el aire.

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En medio de la cuarentena obligatoria, los jardines maternales de Salta expusieron la crítica situación que los encuentra al borde de la quiebra. El sector pidió al Gobierno que apoye con alguna medida alternativa a estas instituciones que son imprescindibles en la primera infancia y que sostienen puestos de trabajo que hoy están en el aire.

"Los jardines maternales estamos habilitados por la Municipalidad sin estar bajo la órbita del Ministerio de Educación, y por ende no recibimos subsidios ni ayuda alguna del Estado provincial. De cerrar nuestras puertas muchas familias quedarían sin trabajo y sin la oportunidad de una educación para los más pequeños del sistema escolar", señaló Laura Buscazzo, propietaria de un establecimiento ubicado en pleno centro de la ciudad.

El sector se está organizando, por ahora lograron contactarse dueños de 26 establecimientos privados, todos atraviesan situaciones similares y están al borde del cierre de no recibir ninguna ayuda estatal.

Por las medidas de aislamiento social preventivo y obligatorio dispuestas desde el pasado 18 de marzo en Salta, niñas y niños de hasta cuatro años de edad reciben educación de manera virtual, pero a medida en que sus padres vuelven a trabajar en las actividades rehabilitadas necesitan dejarlos en algún lugar seguro.

"Hoy están recurriendo a niñeras o familiares para su cuidado; por ende, dejan de abonar las cuotas y nosotras no podemos cumplir con nuestras obligaciones salariales y gastos fijos. Hoy le pedimos Sr. gobernador, Gustavo Sáenz, que no nos suelte la mano. Pedimos ayuda para no cerrar nuestras instituciones ­No permita que nuestros años de estudio, formación y sacrificio mueran en esta pandemia!", insistió Buscazzo, que no sabe cómo afrontará los gastos fijos y sueldos de este mes y de los próximos. En lo que va de abril menos de la mitad de los padres pagó la cuota y para mayo el panorama no es nada alentador.

A través de las redes sociales, con el hashtag #yodefiendoeljardinmaternal, docentes y madres que no pueden prescindir de estas instituciones empezaron a reclamar medidas urgentes. "Para poder seguir cumpliendo nuestras obligaciones necesitamos que el Gobierno conozca nuestra situación y nos incluya dentro de los rubros que necesitan ayuda especial", remarcó una de las afectadas en Twitter.

"Son muchas las familias que se ven afectadas por la dificultad de los maternales de abonar los sueldos", subrayó una docente en la misma red.

"Totalmente. Son imprescindibles. Dejás tu tesoro más apreciado en las manos especializadas", afirmó una madre trabajadora. "Una noticia que no quería escuchar en estos momentos", añadió otra preocupada jefa de familia.

"No podemos pagar sueldos y los alquileres corren. Somos pequeñas pymes trabajadoras que, sin una pronta solución, terminaremos todas en quiebra, porque en la pandemia no nos toca ganar menos, sino no comer", enfatizó la titular de otro jardín maternal.

Los jardines maternales son emprendimientos privados autorizados por las municipalidades como "locales comerciales". Pero lejos del viejo concepto de "guardería" de niños, hoy se trabaja mucho en la estimulación temprana y entre los 3 y 4 años los chicos reciben servicios educativos, de acuerdo a los lineamientos oficiales establecidos por Educación.

Otro testimonio

Fabiana Guitián es propietaria de un jardín de barrio San Carlos, en la zona sur, desde hace 20 años. Por la incertidumbre que vive y que jamás hubiera imaginado atravesar se unió a un grupo de Whatsapp con otras maestras que también tienen jardines maternales. “Nosotras dependemos de los papás que son los que nos eligen. Con la cuota uno va manteniendo los gastos de infraestructura, servicios y demás. Un jardín es una pequeña escuela. Y ahora nos vemos con serias dificultades de poder seguir sosteniendo”, planteó Fabiana.
Ni hablar de que primero está la salud, decisión que apoya totalmente, pero se sincera: “Realmente estamos sin saber qué nos depara el mañana”. De los 40 nenes y nenas que este año habían comenzado, solo 10 pudieron pagar la cuota de abril. Al no tratarse de una etapa obligatoria, hay padres que ya sacaron a sus hijos y avisaron que cuando todo se normalice vuelven.
 

 

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