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9 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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El secuestro del general Pedro Eugenio Aramburu

Primera parte. El “Cordobazo” de 1969 había dejado mal herida a la dictadura que desde 1966 gobernaba el país.
Domingo, 24 de mayo de 2020 01:31
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El próximo viernes 29 de mayo se cumplirá el 50´ aniversario del secuestro del expresidente de facto general Pedro Eugenio Aramburu. El hecho que conmovió al país, ocurrió cuando la dictadura del general Juan Carlos Onganía, agonizaba social, política y económicamente.

Aquel viernes, aquí en Salta había amanecido algo nublado luego de haber soportado, el día antes, 31 grados a la siesta, algo inusual a solo veinte días del invierno. Esa mañana, El Tribuno adelantó en su portada dos hechos de la jornada: el paro activo que realizarían estudiantes y trabajadores de todo el país en el primer aniversario del "Cordobazo"; y que las guarniciones militares de todo el país recordarían el Día del Ejército. El acto principal sería en el Colegio Militar de la Nación donde hablaría el jefe del Ejército, general Alejandro Agustín Lanusse, quien días antes había tenido que escuchar a Onganía decir en una reunión de altos mandos: "a la Revolución aún le quedan muchos años". Aquí en Salta, el mensaje a sus camaradas estaría a cargo del Tte. Cnel. Rodolfo Wuhner, jefe de la guarnición local. Más abajo y también en tapa, dos fotografías mostraban la procesión de Corpus Christi que la Iglesia Católica había realizado el día antes en el centro de nuestra ciudad.

Páginas adentro, El Tribuno desarrollaba las noticias de tapa, pero además anunciaba que al atardecer los salteños podríamos ver hacia el naciente el cometa White, uno de los más luminosos de los últimos años. En otro orden de cosas, informaba que el gobierno nacional que venía de devaluar la moneda en un 40%, había resuelto poner tope a los precios máximos del pan, tomate y huevos. En el ámbito artístico, para El Tribuno, la noticia destacada era que "Los Fronterizos" triunfaban en Estados Unidos. Desde allí, vía satélite, llegaban a Canal 13 sus exitosas presentaciones en Washington. Por su parte, la cartelera de cines anunciaba para el Gemes la proyección de "El Graduado" con Anne Baneroff; Cine Victoria, "Érase una vez en el oeste", con Henry Fonda; Cine Teatro Alberdi, "Los temerarios" con Burt Lancaster; y Radar, "La fin del mundo" con Darío Vittori.

En la sección Sociales había innumerables anuncios de casamientos, compromisos, bautismos y enfermos, pero la noticia con foto era la de Viajeros. Es que el empresario y exintendente capitalino don Pedro Betella y su señora Sonia Monerris partían rumbo a Europa.

Pero todas estas noticias, y muchas otras, quedaron congeladas cuando antes del mediodía en las redacciones de todo el país, las teclas de las Olivetti se llamaron a silencio. Es que con ritmo frenético habían entrado a funcionar los teletipos de las agencias noticiosas que entregaban un adelanto: "­URGENTE! Bs. As. (29). (UPI): "Habría sido secuestrado el expresidente provisional de la Revolución Libertadora, teniente general Pedro Eugenio Aramburu". A poco el cable fue transcripto en pizarras que se instalaron en las vidrieras de los diarios. Los curiosos que a esa hora caminaban por la ciudad, pronto se aglomeraron frente a ellas para enterarse de lo que ocurría. Aquí en Salta pasó lo mismo. Casi al filo del mediodía, las pizarras de El Tribuno, manuscritas prolijamente por el Dr. Vallejos, se colgaron en la recova del Hotel Victoria Plaza, para brindar la primera información sobre el supuesto secuestro de Aramburu. A su vez, en el entrepiso de Zuviría 20, donde funcionaba la redacción, los teléfonos no dejaban de sonar. Funcionarios, conocidos o amigos, llamaban insistentemente para tener más de talles de los hechos que las radios ya habían comenzado a propalar. Mientras tanto, los radioteletipos no dejaban de recibir desde sus casas matrices, cuanta noticia y rumor circulaban por Montevideo 1053, octavo piso, epicentro del acontecimiento.

Con el correr de los minutos, los rumores y versiones sobre la suerte corrida por el general Aramburu comenzaron a tomar forma. A las 13.30, el ministro del Interior general Francisco Imaz reconoció oficialmente que elexpresidente había sido secuestrado y que todas las fuerzas de seguridad lo buscaban afanosamente.

Ahora solo faltaba saber la identidad de sus captores. A esa hora, cada periodista y analista políticos tenía sus propia conclusión, tanto sobre la identidad de los secuestradores o sobre los posibles instigadores ideológicos, entre estos, el mismísimo presidente de facto general Onganía. Todos se equivocaron pues quienes ejecutaron el secuestro eran hasta ese momento, un grupo desconocido, sin pertenencia política, gremial o militar, aunque todos tenían su historia.

Falsos militares

De acuerdo a la agencia de noticias UPI, El Tribuno publicó en su edición del 30 de mayo de 1970, detalles del secuestro: "Aproximadamente -decía el cable- a las 9 de la mañana del viernes 29 de mayo, llamaron a la puerta del departamento (Montevideo 1053, octavo piso) del general Aramburu. Al atender su esposa, señora Sara Herrera, se dio con dos personas vestidas con ropas militares. Luego que explicaran las razones de su presencia, la señora los hizo ingresar al departamento pues deseaban entrevistar a su esposo. Como en ese momento Aramburu se hallaba en el baño, su esposa los invitó a que lo aguardaran. Luego se excusó por tener que dejarlos solos pues debía salir a realizar las compras diarias.

Al abandonar el baño, Aramburu atendió a quienes lo aguardaban y unos minutos más tarde, abandonó su casa acompañado por las dos personas. Afuera, abordaron un automóvil Peugeot "claro" que estaba al mando de un individuo vestido de civil. De inmediato el vehículo se puso en marcha y desapareció.

Al regresar la señora de Aramburu al departamento -continúa el cable- preguntó a su hija por su esposo, respondiéndole esta que "acaba de salir acompañado con los dos señores que vinieron hace un rato". No conforme con su repentina ausencia, la señora se comunicó con parientes y amigos para preguntar por su marido. Como nadie sabía nada, de inmediato estas relaciones se comunicaron con los ministerios de Defensa e Interior y ambos organismos informaron que "sobre el teniente general Aramburu no pesa ninguna orden de arresto".

Testimonio y el Peugeot

Por su parte Gloria Querciola, empleada de una boutique, vecina al domicilio de Aramburu, contó a la policía y a la prensa que junto con el general había visto a otras cuatro personas que ingresaron al automóvil. Dijo que la edad promedio de estas personas era de unos 30 años. Luego agregó que quien se hallaba al volante vestía traje gris y que los dos militares que previamente habían ingresado al edificio, lo "habían hecho con mucha decisión, uno rubio y el otro morocho", concluyó la vendedora.

A las cuatro de la tarde aproximadamente, la Policía Federal informó que el coche utilizado para secuestrar al general Aramburu había sido encontrado detrás de la Facultad de Derecho, distante a poco más de diez cuadras del domicilio del expresidente de facto. Luego se supo que el coche había sido robado días antes de un garaje ubicado en Emilio Lamarca al 3500.

"Comunicado Número 1"

Ya casi al atardecer, los secuestradores se comunicaron telefónicamente con la redacción del diario "Clarín" y dijeron que en el baño de damas del bar "Salamanca", avenida Cabildo al 800 del barrio de Belgrano, había un comunicado. Así fue que a las 22 horas, se encontró un papel escrito a máquina, en cuyo ángulo superior derecho, tenía un escrito en letra cursiva con tinta roja "Montoneros", y un sello ovalado con las letras P.V.

Textualmente decía: Perón vuelve, Comunicado número 1:

"Al pueblo de la Nación: Hoy a las 9.30, nuestro comando procedió a la detención de Pedro Eugenio Aramburu, cumpliendo una orden emanada de nuestra conducción, a los fines de someterlo a juicio revolucionario. Sobre Pedro Eugenio Aramburu pesan los cargos de traidor a la Patria y al pueblo, y asesinato en la persona de 27 argentinos. Aramburu significa una carta del régimen, que pretende reponerlo en el poder, para tratar de burlar una vez más al pueblo con una falsa democracia y legalizar la entrega de nuestra Patria. Oportunamente se darán a conocer las alternativas del juicio y la sentencia dictada.

En momentos tan tristes para nuestra Argentina, los "Montoneros' convocamos a la resistencia armada contra el gobierno gorila y oligarca, siguiendo el ejemplo heroico del general Valle y de todos aquellos que brindaron generosamente su vida por una Patria, Justa, Libre y Soberana". Al pie del comunicado una leyenda: "Perón o Muerte". "Viva la Patria". Fdo. "Comando Juan José Valle. Montoneros".

De esta forma, el primer objetivo del "Operativo Pintapoy" estaba cumplido: había nacido la "Organización Montoneros".

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