Son 15 personas que quedaron aisladas en su carpa circense en Pichanal por la pandemia, y ahora venden tapabocas para subsistir en la emergencia.
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Son 15 personas que quedaron aisladas en su carpa circense en Pichanal por la pandemia, y ahora venden tapabocas para subsistir en la emergencia.
Los últimos días de febrero, el circo Real Madrid llegó a la localidad de Pichanal luego de recorrer Morillo, Dragones y Embarcacion.
Habían comenzado la temporada 2020 en en el norte de la provincia con la esperanza de tener un gran año.
Sin embargo, la pandemia de coronavirus convirtió la gira en una pesadilla: de las funciones que tenían programadas en febrero se vieron truncadas primero por los corsos, luego por la lluvia y más tarde por la pandemia, que los dejó sin poder trasladarse ni trabajar, en cumplimiento del aislamiento preventivo social y obligatorio.
Apenas el Gobierno nacional dictaminó la cuarentena, la Municipalidad de Pichanal suspendió los eventos y espectáculos masivos para evitar la aglomeración de personas, en consonancia con las medidas. Automáticamente la gira del circo quedó cancelada, aunque en ese momento no se esperaba que sea de forma definitiva.
Fernando Vázquez, uno de los integrantes del circo, en diálogo con El Tribuno, contó que realmente la situación es crítica, pero "gracias a Dios, a los vecinos y al municipio no estamos solos".
En el circo Real Madrid trabajan unas 15 personas, ocho adultos y 7 niños, todos familiares, que actualmente pasan sus días en las casas rodantes y en la silenciosa carpa donde los artistas ensayan para no perder ritmo.
Fernando cuenta que cumplen con todas las recomendaciones sanitarias, pero pasa el tiempo y se profundizan las complicaciones económicas que produce el cese de actividades, y comenta que la falta de ingresos obligó a la compañía a buscar otras alternativas para ganar dinero. "Yo por lo menos conseguí trabajo en la cosecha de choclo en una finca vecina, otros realizan y venden tapabocas", dijo.
El circo recibió ayuda de parte del Municipio para afrontar la manutención del personal y la infraestructura. "Los vecinos de Pichanal son muy solidarios, siempre nos acercan un paquete de fideos, arroz, un poco de carne, gracias a ellos la situación es más llevadera", reconoció.
En este contexto, decidieron realizar una vez a la semana transmisión online por Facebook, primero para hacer lo que más les gusta y segundo para devolverle a la comunidad tanta generosidad.
Aunque se avizora un panorama todavía más sombrío: "Sabemos que los espectáculos masivos somos los últimos que van a ser habilitados. Se está hablando recién para septiembre u octubre", comentó.
"Sumado a eso, creemos que va a haber menos público por la psicosis que se va a generar en la gente para ir a visitar estos lugares donde se concentran muchas personas. Ojalá todo esto dure menos de lo que uno piensa", anheló Fer nando.
No obstante, prefiere pensar en positivo y sostiene con esperanza: "Estamos preparados para amortiguar lo que venga. Hablamos con otros cirqueros y están todos en la misma situación", finalizó.