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30 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Alarma en Salvador Mazza, la frontera más vulnerable

Es uno de los 8 pasos terrestres qu eautorizó la Nación para repatriar.
Sabado, 20 de junio de 2020 01:11
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Un triángulo cuyo vértice inferior está ubicado justo en el puente internacional. Esa forma tiene el límite internacional entre las localidades de Salvador Mazza y Yacuiba que se extiende por unos 25 kilómetros en una forma de V. Por ese motivo, muchos barrios de Salvador Mazza no están al sur de Yacuiba como podría suponerse, sino en los laterales de esa localidad boliviana, donde el coronavirus registra más de 60 casos, número al que se suman todos los días otros nuevos y cuyas proyecciones generan mucho miedo en la frontera.

Es que, con una cuarentena estricta, pueden llegar en el mes de agosto a los 1.000 casos, pero si se flexibilizan las actividades, ese número se multiplicaría por 10.

Y allí, la localidad de Salvador Mazza tendría escasas posibilidades de permanecer sin casos como hasta ahora.

Por eso, las autoridades de esa localidad de frontera están pidiendo tanto a la Nación como a la provincia que se despleguen tropas del Ejército Argentino para ayudar en el control a las fuerzas federales como la Gendarmería Nacional.

Es que los efectivos destacados aquí no pueden de ningún modo controlar esos 25 kilómetros de frontera, que son en realidad varias quebradas, que por esta época del año no traen ni un hilo de agua, por tanto son accidentes geográficos que puede sortear hasta una criatura de poco años.

Cabe señalar al respecto que el Ejército tiene más de 500 efectivos que trabajan y residen en Tartagal y pertenecen al Regimiento 28 de infantería de Monte, de manera que no sería necesario traerlos desde otras provincias ni de Salta capital, como sucedió semanas atrás con la Gendarmería Nacional, que tuvo que recurrir al Destacamento Móvil de Santiago del Estero para convocar a unos 70 efectivos más, que se encuentran actualmente en la frontera pero que tampoco han sido suficientes.

Varios sectores calientes

A la derecha del puente internacional de Salvador Mazza se ubican barrios como El Sauzal, Sector 5, La Playa y San Cayetano donde residen unas 10.000 personas que usan "La bajada Pila", como se lo conoce en la zona a ese camino ilegal, para ir y venir desde Yacuiba.

Es una especie de barranca que lleva directamente al Barrio África de Yacuiba, lugar al que ni el Ejército ni la Policía del vecino país se atreven a transitar por la peligrosidad que representa y donde se negocian, se acopian y se despachan cargamentos de toda clase de sustancias prohibidas.

Para el lado izquierdo del puente internacional están barrios El Chorro, San Martín, Barrio YPF y diversas fincas privadas por donde pasa absolutamente de todo; desde bagayeros caminando hasta camiones de gran porte que practican el comercio internacional de forma ilegal, sorteando por las fincas privadas los controles del puente internacional, que constituye el único paso legal y habilitado.

A lo largo de todos esos barrios, en Salvador Mazza el control se hace imposible. Pero más aún si se tiene en cuenta que saliendo de los límites del municipio de Salvador Mazza la frontera entre los dos países es mucho más extensa, al punto que hasta los mismo aborígenes del Chaco salteño denuncian siempre que vehículos con contrabando ingresan por toda esa extensa línea de frontera.

El problema de la salud

Hoy el problema no es el contrabando o la evasión impositiva que nunca han podido combatirse con eficiencia. Es la salud de miles de argentinos que temen que la explosión de casos de COVID -19 en Bolivia haga que muchos ciudadanos de ese país, sanos o enfermos, presionen por ingresar a la Argentina donde la salud pública es gratuita a diferencia de Yacuiba donde debe abonarse por cualquier práctica médica y más si se requiere internación.

Tanto es así que en el caso del primer fallecido por COVID-19, que por la gravedad de su cuadro clínico debió ser trasladado a Tarija, este nosocomio le cobraba al hospital Zelaya, de Yacuiba, por haberlo asistido.

Rubén Méndez Salazar, el intendente de Salvador Mazza, encabezó la última reunión del Comité de Frontera y explicó que "el temor que todos tenemos es que los hermanos bolivianos quieran venir al hospital de Salvador Mazza y no hay forma de que podamos atender a los enfermos". "El director del hospital propuso que los pacientes que lleguen al hospital presenten documentos personales", dijo el jefe comunal. "Pero como con el DNI no alcanza, le vamos a pedir que acrediten residencia en Salvador Mazza presentando alguna factura de servicios como electricidad, agua o gas, porque es la única manera de saber si realmente viven acá", agregó.

Méndez explicó además que "otra medida que se tomó fue cerrar todo el comercio y la actividad en general a partir de las 3 de la tarde, por lo que no hay actividad al aire libre ni religiosa ni encuentros en los domicilios particulares. No sé si será volver a fase 1, pero quien ande en la calle y no pueda justificarlo será conducido a su domicilio y si viene del lado boliviano le daremos intervención a las fuerzas federales".

"También vamos a restringuir la circulación de los vehículos permitiendo las patentes pares o impares, dependiendo de los días, para poder hacer un mejor control. Es la única manera en que podremos evitar que en unas pocas semanas estemos igual o peor que Yacuiba", consideró Méndez.

 

 

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