Las actuaciones de la fiscal penal María Soledad Filtrín Cuezzo, iniciaron con la denuncia radicada por la madre de la menor, en la que expresó que supo por su hermana -tía de la niña-, que un hombre mayor de edad la molestaba con mensajes a su celular. Al revisar el teléfono de la menor, comprobó la existencia de conversaciones con el joven.
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Las actuaciones de la fiscal penal María Soledad Filtrín Cuezzo, iniciaron con la denuncia radicada por la madre de la menor, en la que expresó que supo por su hermana -tía de la niña-, que un hombre mayor de edad la molestaba con mensajes a su celular. Al revisar el teléfono de la menor, comprobó la existencia de conversaciones con el joven.
Luego, se hizo pasar por su hija y acordó un encuentro con el acusado. En un principio, el hombre se negó, pero luego aceptó que vio a la menor. Antes de radicar la denuncia, su hija pudo contarle que fue víctima de abusos tres semanas antes.
En sus fundamentos, la fiscal penal María Soledad Filtrín Cuezzo, sostuvo que el imputado afectó la libertad sexual de la menor, entendida como el derecho de las personas a determinar libremente sus conductas intimas y a que no se ataque su reserva sexual.