Profesores e instructores de educación física y danzas organizaron una caravana de autos en reclamo al cierre de gimnasios. Piden retomar sus actividades el próximo lunes. Partieron pasadas las 11, en autos, desde el monumento Güemes y finalizaron su recorrido frente a la Legislatura, donde mostraron sus pancartas.
“No estamos de acuerdo con el cierre de los gimnasios y pedimos su reapertura. Necesitamos volver a trabajar el lunes. No creemos que somos agentes de contagio dentro de los establecimientos. No provocamos contagios de COVID-19”, manifestó el profesor de educación física Darío Ocampo, quien trabaja en el gimnasio Power Max.
El profesional señaló que los gimnasios cumplen a rajatabla los protocolos exigidos. “Hay distanciamiento. Se pide cuatro metros cuadrados por persona. Al ingresar se les coloca alcohol en gel, se los registra en una planilla para base de datos, se les hace una declaración jurada. Cada persona tiene su turno de 45 minutos y firma una planilla de entrada y de salida. Esto es para llevar un control de casos ante un eventual contagio”, indicó.
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Profesores e instructores de educación física y danzas organizaron una caravana de autos en reclamo al cierre de gimnasios. Piden retomar sus actividades el próximo lunes. Partieron pasadas las 11, en autos, desde el monumento Güemes y finalizaron su recorrido frente a la Legislatura, donde mostraron sus pancartas.
“No estamos de acuerdo con el cierre de los gimnasios y pedimos su reapertura. Necesitamos volver a trabajar el lunes. No creemos que somos agentes de contagio dentro de los establecimientos. No provocamos contagios de COVID-19”, manifestó el profesor de educación física Darío Ocampo, quien trabaja en el gimnasio Power Max.
El profesional señaló que los gimnasios cumplen a rajatabla los protocolos exigidos. “Hay distanciamiento. Se pide cuatro metros cuadrados por persona. Al ingresar se les coloca alcohol en gel, se los registra en una planilla para base de datos, se les hace una declaración jurada. Cada persona tiene su turno de 45 minutos y firma una planilla de entrada y de salida. Esto es para llevar un control de casos ante un eventual contagio”, indicó.
La necesidad de trabajar
Agregó que “esta medida no se toma en otros lugares como restaurantes o supermercados, aunque no estamos de acuerdo con que se cierren lugares. Todos tenemos la necesidad de trabajar y es una realidad que nos vemos afectados porque ya venimos de un parate grande. Hay colegas que tuvieron que cerrar sus gimnasios y sus sueños quedaron por el piso. Hay gente que vive el día a día por el gimnasio, como los profesores eventuales”.
Destacó que los gimnasios son agentes potenciadores de la salud de la población. “Hay gente que ve en el gimnasio su descarga tras el estrés del trabajo, su cable a tierra. El ejercicio ayuda al sistema inmunológico, cardiorespiratorio, combate el sedentarismo y la depresión”, hizo hincapié.
Y sostuvo que pese a la reunión entre el Gobierno Provincial y la Cámara de Propietarios de Gimnasios de Salta ayer, aún nadie les asegura que puedan reabrir el próximo lunes.