La situación financiera en los municipios se va complicando día a día. La caída en los ingresos por coparticipación y una recaudación "prácticamente nula" son los elementos que se destacan en el complejo escenario de las cuentas municipales, mientras el panorama se dificulta con las presiones gremiales y los adelantos que los intendentes solicitan para cumplir con las obligaciones salariales mes a mes.
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La situación financiera en los municipios se va complicando día a día. La caída en los ingresos por coparticipación y una recaudación "prácticamente nula" son los elementos que se destacan en el complejo escenario de las cuentas municipales, mientras el panorama se dificulta con las presiones gremiales y los adelantos que los intendentes solicitan para cumplir con las obligaciones salariales mes a mes.
Existen municipios que, más allá de los aportes nacionales y provinciales, dependen de su propia recaudación, la que hoy se ve seriamente afectada. Pero están aquellos que tradicionalmente tienen recaudación baja y que ahora directamente no están recaudando nada. Es allí donde hay más problemas.
La luz de alerta se prendió hace unos días cuando el intendente de Mosconi, Isidro Ruarte, decidió quitar ítems salariales a unos 40 empleados, entre ellos delegados gremiales. "Decidí hacer una ordenanza ad referéndum porque no nos alcanzan los recursos. El 80% de lo que entra al municipio es para pagar sueldos y ahora no nos alcanza; disminuyó la coparticipación, aumentaron los gastos y la Municipalidad está cerrada y no recaudamos nada". El jefe comunal hizo la salvedad de que no se trata de un recorte salarial en general y que solo afecta a los sueldos más altos. "No podemos pagar 130 mil pesos a quienes están con licencia gremial desde hace tiempo. Con lo que ahorremos podremos pavimentar dos cuadras al mes", indicó Ruarte.
Las comunas temen también que no puedan hacer frente al mantenimiento del parque automotor y maquinarias.
Si bien es cierto otros intendentes norteños se desprendieron de esta maniobra y descartaron replicarla, como el caso de Orán, Embarcación o Salvador Mazza, se sabe que todos están preocupados por el futuro inmediato de las cuentas municipales y analizan las medidas que les permitan llegar a fin de año con las cuentas medianamente oxigenadas.
En el Valle de Lerma, y por lo bajo, se comenta que las comunas aplicarían nuevos recortes en materia social y de obras públicas. Algunas con intendentes recién iniciados no alcanzaron a desarrollar el plan de trabajo en plenitud, pero lo mismo tuvieron serios problemas al ver postergada la entrada a sus despachos de las ayudas sociales.
Hoy, como suele suceder, las obras de los municipios son netamente con fondos de Provincia y algunos de Nación. Pero pasados los meses, apenas se ve un cordón cuneta. Otros, con mejor administración, se animaron a pavimentar y adoquinar calles, pero la realidad demuestra que el dinero no alcanza ni para pagar los sueldos. Las localidades grandes que superan los 30 mil habitantes, como Cerrillos y Rosario de Lerma, tuvieron una baja importante en las recaudaciones impositivas comunales y tienen un difícil escollo hasta fin de año con la actualización de sueldos.
El Carril y Chicoana piensan en nuevos recortes. ¿Dónde los aplicarán? Es una gran disyuntiva. La Merced, con la mejor coparticipación en la región y una de las más altas a nivel provincial en relación a la cantidad de habitantes, también deberá ajustar a las mermas en los ingresos.
Los "turísticos"
Campo Quijano y Coronel Moldes luchan a diario para que cada centavo que ingresa alcance para todo. Estos dos municipios tienen además que pagar juicios de gestiones anteriores. A estas comunas, al igual que Cafayate o San Lorenzo, se le suma otro fenómeno traccionado por las restricciones impuestas por la pandemia: son "municipios turísticos" que siempre tuvieron su matriz de recaudación municipal en base a esta actividad y que hoy prácticamente no están recaudando nada. Las casas de veraneo han dejado de tributar y la ausencia de turistas repercutió enormemente en el sistema comercial y, por ende, en los aspecto de recaudación impositiva.
Desde sectores administrativos del Gobierno señalaron que a junio, la Provincia había asistido con $200 millones a los municipios. "Esa es plata que se tiene que devolver en algún momento. Con esta ayuda tratamos de asistir también por la caída en los fondos que envía la Nación", señalaron.
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