Una joven de 18 años, que vive en Lomas de Zamora, sufrió la muerte de cuatro integrantes de su familia por el coronavirus y se quedó sola con sus hermanos. En el momento más triste de su vida, grabó un video contando su historia y le pidió a la gente que tome conciencia.
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Una joven de 18 años, que vive en Lomas de Zamora, sufrió la muerte de cuatro integrantes de su familia por el coronavirus y se quedó sola con sus hermanos. En el momento más triste de su vida, grabó un video contando su historia y le pidió a la gente que tome conciencia.
La tragedia se desencadenó en tan solo 20 días. La familia de Sasha sufrió un contagio masivo de COVID-19 a principio de septiembre, el 4 murió su abuela, el 14 su mamá, el 22 la víctima fue su tío y finalmente el 24 murió su papá. Todas las muertes fueron acompañadas por síntomas terribles y una involución dolorosa en la salud de cada uno.
La primera en contagiarse fue su abuela de 93 años y luego su tío, que vivía con la señora. A partir de ahí, llegaron los indicios de la enfermedad al hogar de los Ávila.
“Mi abuela comenzó con mucho frío y mucho dolor. Mi tío se caía y no se podía parar. Yo empecé con un dolor de cabeza tremendo, diarrea, mareos y una presión en los ojos como si se me fueran a salir, decaimiento, no me quería ni mover de la cama. Pero a mis padres les pegó más fuerte2, detalló la joven en diálogo con El Diario Sur.
El contagio y la muerte de la abuela fue el disparador. Mabel y Javier, los padres de Sasha, fueron a atenderse con gran preocupación a la Unidad de Pronta Antención (UPA) de Camino Negro y Recondo, en Lomas de Zamora.
"Mi padre tenía asma y EPOC y mi madre padecía de fibrosis pulmonar idiopática, vivía con oxígeno y teníamos miedo de que falleciera. El coronavirus lo que le hizo a mi mamá fue comerle el poco pulmón bueno que ella tenía, por eso murió. A mi padre no lo reconocí, no tenía pelo, estaba re flaco y muy pálido. Nunca nos imaginamos que este virus iba a producir esto, los fulminó a todos”, comentó la adolescente.
Sasha denunció que mientras la familia transitó la enfermedad se sintieron abandonados por el Estado y sin ningún tipo de asistencia: “Nosotros (ella y sus hermanos) también tuvimos coronavirus y el Estado ni estuvo, ni siquiera nos trajo comida ni ofreció ayuda psicológica. Familiares nuestros han hecho colectas de dinero para subsistir. Mi papá enseñaba Matemáticas en muchas escuelas y mi mamá era maestra jardinera, toda su vida aportaron para el estado, laburaron horas y horas, para recibir ese trato y morir como un perro. Estoy muy orgullosa de ellos y no quiero que esto quede así. Me pasó a mí, seguro les pasó a otras personas y les puede pasar a más”, señaló.