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Síndrome del túnel carpiano 

Miércoles, 20 de enero de 2021 02:21

Junto con la Revolución Industrial apareció el novedoso “síndrome del túnel carpiano” (STC) y junto con la actual pandemia se advierte un notable incremento de las víctimas de esta dolorosa afección. En términos sencillos podemos decir que este síndrome consiste en una serie de síntomas producidos por microtraumatismos repetitivos en la muñeca a causa de la comprensión del nervio mediano a su paso por el -no muy espacioso- túnel carpiano. Se cree que la Revolución Industrial con sus características tareas repetitivas y posiciones forzadas fue el origen de esta dolencia. Quienes recuerden la película “Tiempos modernos”, del inolvidable Charles Chaplin, tendrán presente la escena donde Charlot trata desesperadamente de seguir el ritmo de ajuste de unas tuercas. Aún en los momentos en que deja de trabajar, su mano sigue repitiendo aquellos repetitivos movimientos. 
El confinamiento motivado por la pandemia obligó a una modificación de las conductas laborales, entre las cuales -quizá- la más importante resultó la modalidad de teletrabajo. El teletrabajo implica que la persona debe permanecer muchas horas frente a la computadora, (no siempre en una posición ergonómica adecuada) con movimientos repetitivos en el manejo del ratón. Los síntomas comienzan con dolor en la muñeca, entumecimiento de la mano, calambres, hormigueo y sensación de hinchazón en los dedos. El dolor puede partir de la punta de los dedos hasta el antebrazo y el hombro. Luego el dolor va gradualmente creciendo hasta tornarse insoportable. Generalmente empieza a manifestarse en una mano, pero por un fenómeno que no tiene una clara explicación tiende también a transmitirse a la otra. Cuando una de las causas del síndrome sea el uso de teclados se recomienda el cambio al teclado Dvorak. La distribución de las teclas está optimizada para que sean necesarios menos movimientos de dedos para escribir el mismo texto. 

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Junto con la Revolución Industrial apareció el novedoso “síndrome del túnel carpiano” (STC) y junto con la actual pandemia se advierte un notable incremento de las víctimas de esta dolorosa afección. En términos sencillos podemos decir que este síndrome consiste en una serie de síntomas producidos por microtraumatismos repetitivos en la muñeca a causa de la comprensión del nervio mediano a su paso por el -no muy espacioso- túnel carpiano. Se cree que la Revolución Industrial con sus características tareas repetitivas y posiciones forzadas fue el origen de esta dolencia. Quienes recuerden la película “Tiempos modernos”, del inolvidable Charles Chaplin, tendrán presente la escena donde Charlot trata desesperadamente de seguir el ritmo de ajuste de unas tuercas. Aún en los momentos en que deja de trabajar, su mano sigue repitiendo aquellos repetitivos movimientos. 
El confinamiento motivado por la pandemia obligó a una modificación de las conductas laborales, entre las cuales -quizá- la más importante resultó la modalidad de teletrabajo. El teletrabajo implica que la persona debe permanecer muchas horas frente a la computadora, (no siempre en una posición ergonómica adecuada) con movimientos repetitivos en el manejo del ratón. Los síntomas comienzan con dolor en la muñeca, entumecimiento de la mano, calambres, hormigueo y sensación de hinchazón en los dedos. El dolor puede partir de la punta de los dedos hasta el antebrazo y el hombro. Luego el dolor va gradualmente creciendo hasta tornarse insoportable. Generalmente empieza a manifestarse en una mano, pero por un fenómeno que no tiene una clara explicación tiende también a transmitirse a la otra. Cuando una de las causas del síndrome sea el uso de teclados se recomienda el cambio al teclado Dvorak. La distribución de las teclas está optimizada para que sean necesarios menos movimientos de dedos para escribir el mismo texto. 

Teletrabajo

En realidad considerar al teletrabajo como causa fundamental de esta dolencia es una simplificación, ya que casi todas las tareas “manuales” pueden provocarla. Entre otras actividades encontramos cortadores de tejidos y material plástico y similares, trabajos de montaje (electrónica, mecánica), industria textil, mataderos (carniceros, matarifes), hotelería (camareros, cocineros), dactilógrafos, soldadores, carpinteros, pulidores, pintores e inclusive los músicos están expuestos, como el caso de guitarristas, violinistas y pianistas. La obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo son considerados factores que predisponen a la aparición de esta dolencia. 
Tampoco la COVID-19 ha incidido solo a través del teletrabajo sino que la pandemia produjo un intensivo uso de los celulares y de las playmobil. Coincidentemente se ha advertido que este padecimiento antes se presentaba a partir de los 40 años y era común entre mujeres que se habían dedicado a mecanografiar. Actualmente la mayoría de los casos se presentan en adultos jóvenes y afecta también a niños de primaria y secundaria (¿será la play o el celu?). 
 La legislación sobre riesgos de trabajo argentina reconoció al STC como enfermedad profesional, a poco de sancionarse la ley que actualmente nos rige (24557), considerándola entre las mononeuropatías por compresión nerviosa externa. Las administradoras de riesgo de trabajo (ART) están obligadas -en consecuencia- a brindar todas las prestaciones hasta el total restablecimiento del paciente, siendo muchas veces necesaria una intervención quirúrgica. Generalmente las ART no cumplen con la obligación que le impone la legislación de controlar que el empleador suministre los elementos adecuados para disminuir el riesgo. Tampoco cumple la ART en capacitar a quienes desarrollan estas tareas para que minimicen la posibilidad de verse afectados por esta enfermedad. La COVID-19 y los consecuentes confinamientos produjeron cambios de hábitos en la población, que convierten este síndrome en la más “popular” de las lesiones. Pero, hablando de lecciones, quizá aprendamos que, si se adoptan conductas menos perjudiciales; habrá una luz al final del túnel carpiano. 
 

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