El salteño Maximiliano Arce Simo viene realizando grandes torneos de pádel en este último tiempo junto a su pareja, el bonaerense Franco Dal Bianco con quien llegó hasta semifinales en el último torneo que participaron, el APT Paraguay Master.
Con una historia muy particular, con una grave lesión en el medio de su carrera, Arce, que primeramente se inició en el tenis, nunca bajó los brazos y hoy es uno de los referentes del pádel salteño.
“Arranqué desde muy chico, a los tres años acompañaba a mi papá que jugaba al pádel pero deportivamente me inicié en el tenis a los quince años, me lesioné y volví a competir a los diecinueve años”, contó Arce a El Tribuno, quien detalló de que se trató esa grave lesión que casi le corta su carrera.
“Sufrí el pinzamiento del nervio cubital, eso me obligó a dejar el tenis. Fueron tres años de fisioterapia, todos los días de mi vida durante esos tres años, fue una cuestión de superación muy grande. En ese momento era muy difícil todo, me veía en un pozo”, contó el jugador.
Arce comentó como fue su recorrido antes de iniciarse profesionalmente en el pádel.
“Entrenaba en el Club Tigres con Ignacio Valdecantos y Fernando Siles. Soy un enfermo del entrenamiento y la competencia, sentí que podía jugar sin dolor, me empecé a sentir muy bien en el pádel y me dije ‘no voy a jugar por jugar y quiero ganar los torneos’ y fue eso lo que me motivó a seguir”.
Consolidado en el circuito nacional, Maximiliano Arce enumeró los torneos en los cuales pudo sumar puntos para el ranking.
“Tengo 23 años y gané profesionalmente el Circuito Argentino, también perdí una final de 2000 puntos del circuito. Ahora nos fue muy bien en el Asunción Open, perdimos en octavos contra la pareja Nº 3 del circuito argentino. Luego en el Paraguay Master, le ganamos a la pareja Nº 1 del circuito en cuartos y en semifinales perdimos frente a la pareja Nº 2”, relató el salteño.
Sin tiempo para relajarse, Arce y su compañero, el quilmeño Dal Bianco, ya planifican los torneos que se avecinan y que serán muy importantes para seguir subiendo en el ranking.
“En dos semanas jugamos un torneo de 3.500 puntos en Vicente López, Buenos Aires y si Dios quiere del 5 a 18 de abril nos iríamos Mónaco y luego a Bélgica para afrontar otro torneo internacional”, subrayó Arce Simo.
Entre los objetivos que se traza de ahora en adelante, el salteño es claro a la hora de hablar sobre seguir creciendo a nivel deportivo en el circuito.
“Quiero estar a la altura de competir en el circuito internacional con jugadores de gran nivel, quiero estar entre las cuatro parejas del circuito. Seguir con este desempeño, con lo que mostramos en Paraguay, con la entrega y la manera de competir que realmente fue superlativa”, expresó Arce.
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El salteño Maximiliano Arce Simo viene realizando grandes torneos de pádel en este último tiempo junto a su pareja, el bonaerense Franco Dal Bianco con quien llegó hasta semifinales en el último torneo que participaron, el APT Paraguay Master.
Con una historia muy particular, con una grave lesión en el medio de su carrera, Arce, que primeramente se inició en el tenis, nunca bajó los brazos y hoy es uno de los referentes del pádel salteño.
“Arranqué desde muy chico, a los tres años acompañaba a mi papá que jugaba al pádel pero deportivamente me inicié en el tenis a los quince años, me lesioné y volví a competir a los diecinueve años”, contó Arce a El Tribuno, quien detalló de que se trató esa grave lesión que casi le corta su carrera.
“Sufrí el pinzamiento del nervio cubital, eso me obligó a dejar el tenis. Fueron tres años de fisioterapia, todos los días de mi vida durante esos tres años, fue una cuestión de superación muy grande. En ese momento era muy difícil todo, me veía en un pozo”, contó el jugador.
Arce comentó como fue su recorrido antes de iniciarse profesionalmente en el pádel.
“Entrenaba en el Club Tigres con Ignacio Valdecantos y Fernando Siles. Soy un enfermo del entrenamiento y la competencia, sentí que podía jugar sin dolor, me empecé a sentir muy bien en el pádel y me dije ‘no voy a jugar por jugar y quiero ganar los torneos’ y fue eso lo que me motivó a seguir”.
Consolidado en el circuito nacional, Maximiliano Arce enumeró los torneos en los cuales pudo sumar puntos para el ranking.
“Tengo 23 años y gané profesionalmente el Circuito Argentino, también perdí una final de 2000 puntos del circuito. Ahora nos fue muy bien en el Asunción Open, perdimos en octavos contra la pareja Nº 3 del circuito argentino. Luego en el Paraguay Master, le ganamos a la pareja Nº 1 del circuito en cuartos y en semifinales perdimos frente a la pareja Nº 2”, relató el salteño.
Sin tiempo para relajarse, Arce y su compañero, el quilmeño Dal Bianco, ya planifican los torneos que se avecinan y que serán muy importantes para seguir subiendo en el ranking.
“En dos semanas jugamos un torneo de 3.500 puntos en Vicente López, Buenos Aires y si Dios quiere del 5 a 18 de abril nos iríamos Mónaco y luego a Bélgica para afrontar otro torneo internacional”, subrayó Arce Simo.
Entre los objetivos que se traza de ahora en adelante, el salteño es claro a la hora de hablar sobre seguir creciendo a nivel deportivo en el circuito.
“Quiero estar a la altura de competir en el circuito internacional con jugadores de gran nivel, quiero estar entre las cuatro parejas del circuito. Seguir con este desempeño, con lo que mostramos en Paraguay, con la entrega y la manera de competir que realmente fue superlativa”, expresó Arce.
- Más objetivos
Además de su vida deportiva, Maximiliano también estudia Administración de Empresa y Marketing Digital.
“Trato de enfocarme también en los estudios y llevarlo paralelamente con el pádel. Aún soy joven y espero que todo siga de la mejor manera tanto en lo deportivo como en lo personal”, contó uno de los mejores jugadores del pádel salteño.
Con la ilusión de seguir portando la bandera de Salta y Argentina en lo más alto, Maximiliano está listo para más desafíos en el mundo del pádel, que seguramente le traerá otras satisfacciones si se propone seguir con este envión que mantiene tras sus últimas semanas en los dos campeonatos que afrontó en Paraguay.