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Hablemos claro, porque vamos mal

Sabado, 19 de junio de 2021 01:47

En nuestro país sigue constante la escalada inflacionaria que, como lo afirman los economistas, no tiene otro origen que la emisión monetaria sin respaldo. El Estado, en la necesidad de pagar un gasto superior a lo que recauda, se ve obligado porque nadie le presta plata y porque ya no se pueden aumentar más impuestos y emitir moneda. Esa emisión de moneda posibilita que la gente tenga dinero y todos concurran a buscar bienes que son escasos y ante la escasez y la puja por obtener esos bienes, los precios suben.

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En nuestro país sigue constante la escalada inflacionaria que, como lo afirman los economistas, no tiene otro origen que la emisión monetaria sin respaldo. El Estado, en la necesidad de pagar un gasto superior a lo que recauda, se ve obligado porque nadie le presta plata y porque ya no se pueden aumentar más impuestos y emitir moneda. Esa emisión de moneda posibilita que la gente tenga dinero y todos concurran a buscar bienes que son escasos y ante la escasez y la puja por obtener esos bienes, los precios suben.

¿A quién perjudica la suba de precios? A los que tienen sus ingresos fijos, que normalmente son los asalariados, y más perjudica a aquellas personas de bajos ingresos, donde la mayor parte del destino de su sueldo lo destina a subsistencia.

Entonces, un Estado que gasta demasiado, que no favorece a la producción y agotó su capacidad recaudatoria, se ve obligado a emitir dinero sin respaldo y muchas veces esa emisión de dinero es hasta descontrolada y excede lo razonable. Como no hay límites y no hay nadie que controle, el Estado gasta de más y emite para atender ese gasto excesivo y, muchas veces, ese gasto es improductivo y no beneficia en mucho a la población o por lo menos no atiende los objetivos que se dice perseguir en la medida deseada.

Zonas frías: esta última semana tuvo especial trascendencia la sanción de la ley que se llama de las zonas frías que establece un subsidio al consumo de gas a aquellas personas ubicadas en zonas del país donde hay una época de frío y donde se genera un mayor consumo de gas y las tarifas diferenciadas en estos lugares del país deberían alcanzarlos, para que ese mayor consumo derivado de la ubicación territorial o radicación territorial de esa persona, un poco se distribuya con el resto de la población.

El ministro Martín Guzmán ya advirtió sobre "tarifas para ricos". Este subsidio es para el gas natural, solamente pero en nuestra provincia son muchos más los que utilizan gas en garrafas (o leña). A los que no tienen acceso a la red domiciliaria de gas este subsidio no los alcanza. La medida busca favorecer a los consumidores o usuarios radicados en determinadas zonas del país. En una misma zona puede haber consumidores con suficiente capacidad de abonar la tarifa llena y otros no. El subsidio, sin una adecuada administración puede terminar siendo una mayor ayuda a quienes más consumen, ya sea porque tengan piletas climatizadas o calefacción central, es decir será mayor la cantidad de recursos asignados a quienes no necesitan el subsidio. Teniendo en cuenta que el subsidio es parte de la recaudación de impuestos que se va a destinar a pagar parte del precio del servicio que consume una persona. Si esa persona tiene capacidad para pagar la tarifa llena, es un regalo.

Sin plan ni brújula Ya ha pasado un año y medio desde que asumieron el presidente de la Nación como el gobernador de la Provincia y ninguno de los dos se sentó frente a la ciudadanía a decir "este es mi plan de Gobierno, estos son los objetivos que planteo a la sociedad, por los cuales les voy a reclamar el esfuerzo para que mejoremos las condiciones de vida en distintos aspectos: vivienda, empleo, producción, educación, salud, etcétera". Nada de eso sucedió y tampoco se fijaron metas para alcanzar, sólo una colección de medidas o anuncios aislados muchas veces de improbable concreción que buscan despertar en la ciudadanía cierta adhesión o esperanza.

Nosotros necesitamos conocer qué nos propone el Gobierno para saber si el sacrificio que nos impone está a la altura o se corresponde con lo que nos proponen como camino, meta u objetivo en la administración del país. El sacrificio está dado por la cantidad de impuestos que han aumentado este tiempo: algunos por la pandemia, otros por la necesidad para llevar equidad tributaria, pero siempre aumentando, nunca reduciendo, nunca beneficiando a la sociedad que muchas veces no recibe servicios, pero sin embargo se les siguen exigiendo mayores impuestos.

La economía argentina está en una etapa de no crecimiento y ahora se achica. Algunas empresas han decidido abandonar el país, empresas multinacionales, que, ante la falta de expectativa y ante la falta de condiciones para seguir operando, decidieron cerrar. Esto genera desempleo. El aumento de impuesto desalienta la inversión para seguir trabajando, significa que va a haber menos bienes y al haber menos bienes transables se produce menos, se van a pagar menos salarios y la gente va a tener menos recursos. Al producir menos y al existir el financiamiento con inflación por parte del Estado, los niveles de precios no se van a estabilizar y no vamos a poder tener tranquilidad.

Atornillados: es que la política, en este año que es electoral, solo se fija en la política. Los políticos piensan en su permanencia, en su continuidad y establecer algún tipo de modelo que les asegure mantenerse cerca del poder. Es la oportunidad del ciudadano de evaluar el desempeño de los gobernantes, el resultado de esta presión fiscal y de esta voracidad sobre el ingreso de la población.

Falla la balanza: ¿por qué pueden imponernos mayores cargas? Por la composición en las cámaras legislativas, sobre todo en Salta, donde casi los dos tercios obedecen y son tremendamente disciplinados por el Ejecutivo. Si se equilibrara el poder, nos daría una mayor calidad en la democracia y aumentaría la transparencia.

En la democracia, la decisión está en el ciudadano, el futuro está en el ciudadano. Y el ciudadano necesita estar informado sobre lo que los políticos piensan (o si piensan).

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