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"Tengo que representar a todo el pueblo. Es una alegría y también una responsabilidad"

Maximiliano Sánchez tiene 17 años, es de Mosconi y es finalista de un premio internacional. Habló de las distancias y la discriminación a las comunidades indígenas. Pide un secundario urgente para su comunidad.
Sabado, 11 de septiembre de 2021 01:58

Maximiliano Sánchez tiene 17 años, pertenece al pueblo wichi y ya es una celebridad en Mosconi y en todo el norte provincial.

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Maximiliano Sánchez tiene 17 años, pertenece al pueblo wichi y ya es una celebridad en Mosconi y en todo el norte provincial.

Ayer lo estaban buscando desde todos los canales, radios y diarios, y además participó en una reunión en donde el intendente local, Isidro Ruarte, le entregó un reconocimiento por haber sido nominado para acceder a un importante premio mundial que otorga la Fundación Varkey y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Maximiliano vive con su abuela y su hermana en la comunidad indígena denominada Misión Wichi, que está ubicada a unos 3 kilómetros de la localidad de General Mosconi, por detrás del cementerio municipal, del lado oeste de la ruta nacional 34.

Desde la Misión Wichi hasta la Escuela de Comercio 5005 Juan XXIII hay unas 40 cuadras. La distancia es tan relativa como el tiempo y en un contexto donde conviven indígenas con criollos, todos juntos, el espacio se vuelve más extenso. Del mismo modo las cuarentenas por pandemia plantean un doble encierro en las comunidades indígenas, por lo que todo es más difícil. Hay dificultades para el acceso a los servicios mínimos como también a las tecnologías para sortear el aislamiento. La discriminación y la falta de acceso al mercado laboral le dan el tiro de gracia a las comunidades indígenas del norte en general y a la de Misión Wichi en particular.

En ese contexto, Maximiliano se convirtió en el referente de su comunidad y está saliendo en estos días por todos los medios a hablar. Y lo primero que hace es describir su pago chico.

"En Misión Wichi somos algo más de 30 familias que vivimos felices y tranquilos. Lógicamente que tenemos problemas, pero es más por la discriminación que sufrimos. Esa discriminación no es de todos los criollos, como en todas partes hay gente buena y gente mala. Y nosotros pensamos que la discriminación viene por la falta de educación, porque una persona que tiene una buena formación y que es buena no puede andar insultando a los aborígenes. Más allá de todo eso, no tendremos muchas cosas, pero somos felices", dijo Maximiliano en diálogo con El Tribuno.

"Ahora todos me llaman y tengo que representar a todo el pueblo. Es un alegría grande, pero también una responsabilidad hablar por todos. Y yo siento que puedo ser un referente para hablar de los miembros de mi comunidad que estudiamos en el colegio, porque los indígenas que vamos al secundario somos pocos, y ahí es donde yo hablo de las distancias. Porque somos siete wichis estudiantes y conmigo ocho, y nos queda muy lejos ir al colegio", definió y explicó eso de las "distancias", que no son solo las 40 cuadras que tienen que recorrer, sino también esa discriminación que se siente en la piel, en la falta de acceso a las nuevas tecnologías para estudiar, para buscar información, en ese prejuicio de que el indígena debe trabajar a su edad y no estudiar, ya que "mucho futuro no tiene".

Así de duras son las cosas en el norte provincial y Maximiliano recién está pudiéndolas decir. Es muy pausado y elige bien las palabras.

Dificultades

"Con los compañeros wichis hablamos mucho. Yo los arengo a superar las dificultades, las distancias. Yo sé que nos cuesta mucho salir de la Misión, que muchas veces no estamos cómodos, pero lo mismo cursamos las materias. El punto más difícil fue el de la pandemia, porque no tenemos la tecnología para cursar, entonces el aislamiento fue el doble. Por suerte está la docente Eva Fernández, a quien yo tengo que agradecer todo el tiempo porque nos ayudó en todo. Nos prestó la computadora de su hija y nos prestó su tiempo para ayudarnos. Yo tengo la computadora que nos dio el Estado, pero no tenemos conexión a internet; ese es otro problema para acceder a la información que necesitamos", dijo.

La profesora Eva Fernández ya está jubilada y el día de su "despedida" fue Maximiliano quien le dedicó palabras tan profundas que hasta el día de hoy llora cuando las recuerda. Entonces, en cuarentena, no solo fue apoyo pedagógico, sino contención integral.

Definiciones

"En la Misión tienen una escuela primaria. El problema es cuando quieren seguir el secundario. En el caso de este colegio tiene el turno tarde, salen a las 19, y hay mucha inseguridad. Sabemos además de la discriminación que sufren los aborígenes y de las dificultades materiales que tienen para estudiar", dijo Eva Fernández.

La docente agregó que "es por eso que con Maximiliano nos encariñamos mucho, es como un hijo más y entonces sabemos el potencial que tiene. Lo llaman de todos los medios y recién ahora está comenzando a expresar en palabras lo que siente. Más allá sobre si gane o no la postulación del premio, lo que está aprendiendo en estos días es inigualable".

Titularizan a docentes 

El Gobierno de la Provincia, mediante el decreto 792, aprobó la titularización de personal interino de cargos vacantes de auxiliar docente bilingüe en educación inicial, educación primaria y educación de jóvenes y adultos, en establecimientos educativos de gestión estatal.
El titular de la modalidad de Educación Intercultural Bilingüe, Álvaro Guaymás, aseguró que “esto dignifica a quienes ejercen esta tarea y fortalece la educación intercultural bilingüe como política educativa en la provincia”, y agregó “Salta es una de las pocas provincias que avanza a paso firme en la transversalización de la interculturalidad en la educación”.
Guaymás también se refirió a otro de los logros importantes sobre la modalidad. Comentó que un adolescente del pueblo wichi fue nominado como mejor estudiante del mundo e indicó que “esto es producto de la calidad y el empeño que se está poniendo en la educación intercultural de nuestros pueblos indígenas”.
Y continuó: “Esto marca un camino que da cuenta de la valiosa labor que se está sosteniendo en numerosas comunidades”.
 

Deserción, la realidad que golpea a los indígenas

Maximiliano Sánchez fue seleccionado como finalista por destacarse por su desempeño escolar. Es un joven reconocido en su comunidad por ayudar a niños y adultos en diversas tareas vinculadas a la redacción y a las tecnologías. 
Compite contra Lisandro Acuña, del Colegio ORT de Buenos Aires. Ambos fueron elegidos como candidatos para el premio hermano, el Chegg.org Global Student Prize 2021 que se entrega por primera vez y que otorga 100 mil dólares al primer puesto.
Maximiliano trabaja contra la deserción escolar en su comunidad y tiene como objetivo que se cree un colegio secundario y de oficios en la Misión Wichi.

Además está desarrollando una aplicación para celulares que traduce del español al wichi y viceversa. La está haciendo por su cuenta y pretende que no dependa de internet, ya que carecen de conectividad. 
De ganar el primer premio, utilizará el dinero para ayudar a otros jóvenes indígenas a comprar herramientas y repuestos.
El Global Student Prize es otorgado en conjunto con la Fundación Varkey y ambas organizaciones son creadoras del Global Teacher Prize, para el cual están nominadas dos docentes argentinas: Gisela Gómez, del Instituto Provincial de Educación Técnica Nº 85 en General Paz, Córdoba, y Ana María Stelman, docente de la primaria Nº7 del barrio Hipódromo de La Plata. El ganador recibirá un millón de dólares.
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