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El hincha del Rojo asesinado: padre de dos hijos y cocinero de un resto top

Juan Calvente viajaba en uno de los micros que trasladaba a la barra del club de Avellaneda para el partido con San Lorenzo. Hubo incidentes con un grupo piquetero. Murió por un disparo de arma de fuego tras la intervención de la policía.
Domingo, 16 de enero de 2022 11:18

Juan Calvente había cumplido 36 años el 11 de enero. Lo festejó rodeado de su familia, como le gustaba: madre, hermanos y sus dos hijos. Hoy nadie puede entender qué pasó, cómo es que está muerto. Todos se preguntan por qué.

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Juan Calvente había cumplido 36 años el 11 de enero. Lo festejó rodeado de su familia, como le gustaba: madre, hermanos y sus dos hijos. Hoy nadie puede entender qué pasó, cómo es que está muerto. Todos se preguntan por qué.

El sábado, Juan Calvente abordó uno de los micros que trasladó a hinchas de Independiente -siendo buena parte de ellos barras del Rojo- hasta el Estadio Único de La Plata donde más tarde se celebraría el clásico con San Lorenzo en el marco del torneo de verano en la Argentina.

Minutos después, una bala le atravesó el pecho y llegó muerto al Hospital de Wilde. Juan recibió el disparo durante los incidentes producidos en el choque de parte de los hinchas de Indepediente que se cruzaron con un grupo piquetero en la Autopista Buenos Aires-La Plata.

Familiero, cocinero de un resto top y un emprendimiento

Así era y se mostraba Juan Calvente. Le gustaba rodearse de sus hermanos y de su mamá. Juan trabajaba en un reconocido restaurante de Buenos Aires “La Rosa Negra”. Además Calvente que se había recibido de chef en diciembre de 2018, tenía su propio emprendimiento de producción y venta de churros.

Tenía dos hijos pequeños, a quienes les había inoculado su fanatismo por Independiente y ya tenían varias visitas hechas al Libertadores de América. Se refería a los chicos como “mi felicidad absoluta” y al estadio del Rojo como “el lugar más hermoso del mundo”.

A partir del crimen de Juan Calvente, Daiana Alonso, su pareja escribió en su cuenta de Facebook: “No quiero creerlo, por favor vení a casa”.

“No caemos. No encontramos palabras para sanar un poco este dolor. No entendemos porque la vida es tan injusta. Existe un lazo más fuerte, que excede la línea de la vida y de la muerte que siempre nos unió a mis hermanos y a mi mamá que nunca se va a terminar. Nos dejas un vacío en el corazón imposible de tapar. Te amamos hasta el fin de nuestros días”, fue el mensaje de Daniela Calvente, hermana del hincha de Independiente asesinado.

Todo tenía que ver con el Rojo en la vida de Juan Calvente. Su vaso, sus posteos, sus remeras, el termo, el mate, todo. Y cada 25 de enero se acordaba de su ídolo, Ricardo Bochini, a quien saluda con un posteo en sus redes sociales.

Cómo fue el asesinato de Juan Calvente

El hincha de Independiente Juan Calvente murió el sábado por la noche como consecuencia de “una herida de arma de fuego”, luego de los violentos episodios que se registraron en la Autopista Buenos Aires-La Plata y en el predio del club en la zona de Wilde, entre un sector de la barra del Rojo y un grupo piquetero que acompañaba un reclamo social en la citada Autovía.

Fuentes policiales indicaron que Calvente falleció en el Hospital de Wilde, al que ingresó “con una herida de arma de fuego en el pecho y sin signos vitales”. Otros dos individuos, presumiblemente también simpatizantes del club de Avellaneda, están internados en el apuntado centro asistencial.

Una auténtica película de terror se vivió pasadas las 18, cuando todavía faltaban cerca de tres horas para el comienzo del encuentro que Independiente y San Lorenzo animaron finalmente en el estadio Uno de La Plata, por la segunda fecha del hexagonal de verano.

A la altura del kilómetro 14, donde confluyen las barriadas de Villa Domínico y Wilde, un grupo de manifestantes cortaba la Autopista para reclamar por “la falta de luz” en las zonas aledañas.

Ese corte incidía y dificultaba, obviamente, a la caravana de automóviles (y hasta con los ómnibus que trasladaban a ambos planteles) que pretendían trasladarse hasta el estadio de Estudiantes, escenario del partido.

Según detallaron fuentes policiales, “se logró liberar un carril para que pueda circular el tránsito” rumbo a la capital provincial.

Sin embargo, los grupos piqueteros manifestantes no depusieron su actitud y produjeron un “corte total de la traza con gomas y maderas en ambos sentidos” en virtud de que el suministro eléctrico en la zona no regresaba.

A esa altura, muchos de los micros de la barra del Rojo’ se hallaban todavía a la vera de la Autopista “sin poder pasar” por el piquete impuesto.

A raíz de esta situación, en un momento dado, los manifestantes fueron corridos por un núcleo de la hinchada de Independiente, generándose una batalla campal, en donde se revolearon “piedras, palos, botellas y demás elementos contundentes”, de la que participaron alrededor de 200 personas, según confiaron los portavoces consultados.

Acto seguido, arribó al lugar un cuerpo de la Guardia de Infantería que lanzaron balas de goma para dispersar a los revoltosos que a esa altura- ya habían liberado los carriles de la autovía camino a La Plata. Por ende, el tránsito recobraba cierta normalidad.

Sin embargo, buena parte de los manifestantes se desplazaron desde la Autopista hacia el predio que el club de Avellaneda posee en la localidad de Wilde, sobre calle Las Flores, con el propósito de generar más disturbios. Interviene en la causa el Agente Fiscal de turno, doctor Elbio Laborde.

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