En el marco del ciclo 'Hablemos de lo que viene', que en esta edición versa sobre 'Innovación: experiencias y aprendizajes', el secretario de Modernización del Estado, Martín Güemes, se refirió a las innovaciones que llevan adelante desde el Gobierno de la Provincia para modernizar el Estado.
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En el marco del ciclo 'Hablemos de lo que viene', que en esta edición versa sobre 'Innovación: experiencias y aprendizajes', el secretario de Modernización del Estado, Martín Güemes, se refirió a las innovaciones que llevan adelante desde el Gobierno de la Provincia para modernizar el Estado.
El funcionario habló sobre los procesos de digitalización y despapelización que realizan los distintos organismos del Ejecutivo y sobre los fondos que se destinan desde la Agencia Provincial de Promoción Científica e Innovación Tecnológica para potenciar las pequeñas y medianas empresas que trabajan vinculadas con la economía del conocimiento.
Güemes mencionó los desafíos que tienen hacia adelante en Salta, sobre todo, en relación con el desarrollo de un centro de innovación abierta, una mayor accesibilidad de los ciudadanos al Ejecutivo provincial y la transformación de la matriz productiva de Salta a través de la economía del conocimiento.
¿En qué está innovando la Provincia de Salta?
Estamos trabajando en un proceso de digitalización, que tiene como horizonte transformar metodologías de trabajo del Estado para que los ciudadanos accedan de manera más simple a servicios y derechos.
Buscamos hacer un uso más eficiente y eficaz de los recursos e implementar programas y políticas públicas de Estado en este sentido. Asimismo, queremos acelerar un proceso de despapelización del Gobierno. Este es nuestro principal desafío, que ha tenido algunos avances en áreas puntuales. Aspiramos a transformarlo en una política de Estado global de todo el Gobierno.
Son procesos que llevan muchos años implementarlos pero, si no hay una política permanente de incorporación de tecnología y de innovación orientada al ciudadano, los gobiernos se quedan atrás.
En este sentido, Salta está por debajo de estándares internacionales. Hay gobiernos de otras provincias que están más avanzados, con más de una década de trabajo en esto. Las jurisdicciones más avanzadas son la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Córdoba, que anunció el 100% de digitalización de su administración; y la provincia de Chaco, que también está bastante avanzada.
La mayoría de las provincias están con estándares similares a Salta. Nosotros aspiramos a estar entre las primeras, si logramos avanzar mucho más en lo que queda de la gestión. Queremos acelerar este proceso para terminar de conseguirlo y que el ciudadano lo note.
¿Cuáles son esas áreas puntuales en las que considera que lograron avanzar bastante?
En Defensa del Consumidor se hizo un buen trabajo y hoy en día casi no genera papeles. El Registro Civil ha mejorado con modificaciones de trabajo que quizás el ciudadano no ve ahora, pero van a verse en un tiempo. En este organismo se están digitalizando todos los archivos. Un trámite como solicitud de acta se va a transformar radicalmente.
Otro avance fue la incorporación del portal digital de obras que lleva adelante el Ministerio de Infraestructura. Esa es tecnología para el acceso a la información de los ciudadanos. Se trata de una herramienta de control ciudadano con respecto al avance de las obras.
Estas quizás no son innovaciones estrictas, ya que la digitalización de un trámite no es algo novedoso en el mundo. Sin embargo, lo es para el ámbito en que estamos, ya que no eran prácticas corrientes. En Salta y en la Argentina no existía antes una política de este tipo.
¿Ustedes miden estas acciones, como el impacto que genera o la satisfacción de la comunidad?
La satisfacción en la comunidad la medimos en la atención en algunos hospitales. Medimos los tiempos de trabajo de estos sistemas y la productividad. En Defensa del Consumidor se ve cuántos acuerdos entre empresa y consumidores se lograron y el tiempo que insumieron.
La reducción de uso de papel tiene impacto medioambiental. Se estima que 16 resmas de papel equivalen a un árbol. Así también, el traslado de la gente hacia las oficinas públicas es algo que se evita. El valor que se le devuelve al ciudadano en tiempo es incalculable. Se reducen tiempos de gestión, uso de papel y tinta.
¿Qué otras acciones de innovación llevan adelante desde el Gobierno?
Promovemos el fomento de la innovación al servicio del desarrollo productivo. Esto tiene que ver con la tarea que realizamos desde la Agencia Provincial de Promoción Científica e Innovación Tecnológica, que funciona en la órbita del Ministerio de Educación. Se trata de políticas que tienen que ver con la innovación en acuerdos con otros actores: institutos de investigación, como Conicet, INTA o INTI; universidades, sector privado y social vinculados a la innovación y generación del conocimiento. Desde ahí, generamos políticas públicas, como el primer fondo para potenciar la economía del conocimiento. Ahora se lanza la segunda convocatoria con $120 millones para que pequeñas y medianas empresas (pymes) que tengan proyectos innovadores que requieran esfuerzo de ingeniería relevante para hacerlos efectivos cuenten con fondos que sean aportes no reembolsables, es decir que no los tienen que devolver.
Es una inversión que hace el gobierno provincial con la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica de la Nación (Agencia I+D+i) para dinamizar las pymes en un sector cuyos productos y servicios pueden, a su vez, dinamizar otros sectores. El fondo es cofinanciado con ellos.
¿Qué tipo de empresas reciben estos aportes?
Una empresa de biotecnología, por ejemplo, se asoció con productores de porotos para transformar los procesos de fermentación de las legumbres, agregarles valor a esos productos y exportar más, con un consiguiente impacto en el empleo. Se trata de pymes con ideas innovadoras que tienen en el Estado un aliado para acelerar sus proyectos, escalarlos y que eso redunde en la generación de trabajo. Presentan un plan de trabajo que sustenta mediante evidencia que ese proyecto puede escalar. Son iniciativas de riesgo, que requieren apoyo económico y técnico.
La decisión sobre qué empresas reciben los fondos se define en acuerdo con actores del sistema científico, tecnológico y del conocimiento de la Provincia. Estamos en proceso de aprendizaje, ya que antes no habíamos tenido convocatorias de este tipo.
Desde la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica de la Nación, que tienen más de 30 años con este tipo de procedimientos, son muy estrictos en la selección y se trata de procesos bastante burocráticos. Antes de hacer la inversión, el Estado tiene que asegurarse de que eso va a ser redituable para la economía de la provincia. El proceso de admisión, evaluación, adjudicación y rendición lo realizamos con ellos como camino para adquirir esas capacidades para la Provincia que es la primera vez que tiene una herramienta así.
¿Cómo define usted qué es la innovación?
La innovación es una forma de hacer las cosas de modo diferente en busca de solucionar problemas nuevos o recurrentes. Se refiere a formas de trabajar y de ser de las personas y de los organismos público y privados y una de las herramientas más importantes para el desarrollo productivo y cultural de los pueblos. Representa una gran oportunidad para Salta.
Para innovar, se necesitan recursos y mentalidades dispuestas a hacerlo y decisión política para transformar la cultura del trabajo y orientarla a la innovación. La innovación no es solo un problema de dinero; es, sobre todo, un desafío de cultura y el modo en que pensamos la solución a los problemas. Los seres humanos y las instituciones tienden a hacer las cosas de la misma manera. Sin embargo, los problemas cambian y el mundo, también. La dinámica del cambio es más acelerada y requiere de organizaciones flexibles orientadas a innovar.
En los espacios de articulación para tomas de decisiones con universidades e institutos, se trabajan políticas de innovación uniendo la mirada de distintos actores. Este es un camino para innovar.
¿Qué desafíos tienen hacia adelante?
El principal desafío es lograr tener una plataforma única que le permita al ciudadano interactuar con el Estado y realizar tramites sin moverse de su casa: que cualquier computadora o celular se transforme en una Mesa de Entradas del Gobierno. Otro proyecto que tenemos en desarrollo es un centro de innovación abierta, donde confluyen actores de distintos ámbitos y en esa interrelación potencian su crecimiento. En este edificio, confluyen emprendedores, pymes y las entidades que hacen vinculación tecnológica junto con el Gobierno. Se trata de experiencias muy positivas para el desarrollo económico en otros países, como Estados Unidos y España. Se genera una sinergia muy positiva, que hace al desarrollo económico a través de la innovación.