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Europa pone límites a los gigantes digitales

Sabado, 16 de abril de 2022 02:11

Europa adoptó una regulación histórica: el DMA, Digital Market Act, contra las empresas digitales Gafam: Google, Amazon, Facebook, Apple, Microsoft. Cabe aclarar que el alcance del DMA no es exclusivo a los gigantes tecnológicos Gafam, están en la mira del nuevo marco y serán objeto de su aplicación todas aquellas empresas a nivel mundial que respondan a los criterios fijados en la normativa recientemente aprobada.

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Europa adoptó una regulación histórica: el DMA, Digital Market Act, contra las empresas digitales Gafam: Google, Amazon, Facebook, Apple, Microsoft. Cabe aclarar que el alcance del DMA no es exclusivo a los gigantes tecnológicos Gafam, están en la mira del nuevo marco y serán objeto de su aplicación todas aquellas empresas a nivel mundial que respondan a los criterios fijados en la normativa recientemente aprobada.

El DMA tiene como objetivo corregir las prácticas desleales de los actores más poderosos que controlan y concentran en sus empresas el mundo digital de hoy. Se buscó una denominación común a nivel mundial que a partir de ahora hace alusión o referencia a este tipo de prácticas los "gatekeepers" los controladores o guardianes del acceso a internet.

El texto aprobado es uno de los más importantes y complejos que jamás se haya adoptado y va a estructurar el espacio informático de aquí al futuro. Las autoridades europeas se pusieron de acuerdo en un tiempo récord, empezaron a trabajar apenas hace un año, y es el producto de un sólido trabajo en equipo, con buena coordinación entre todos los actores y un método de trabajo eficaz: con diálogos y consultas (más de 3.000) que se llevaron a cabo en reuniones con las empresas europeas, americanas, chinas, ONG reguladores, todo esto en perfecta sincronización con el Parlamento y el Consejo Europeo.

"Existió un verdadero alineamiento de ideas e intereses afirmó Thierry Breton, comisario europeo, responsable de los temas vinculados al mercado interior en el seno de la Comisión Europea.

Declaró además, que la intención es que otros países se lo propongan y que regulen en el mismo sentido en función a sus propios valores e intereses.

Sin duda se necesita una firme voluntad política para llegar realmente a frenar a los gigantes digitales. Es una de las regulaciones económicas más importantes de la historia que se implementará en un futuro muy cercano.

Existen otras ventajas colaterales, que van más allá de las sanciones previstas, también abre las puertas a la creación e innovación de nuevos proyectos que estimularán la competencia, lo que representa una excelente noticia para las start-up europeas, ellas son de un gran soporte y fortalecimiento para la industria y la economía en su conjunto.

Incluso la normativa tiene como objetivo reforzar los controles de la divulgación de falsas noticias en las redes sociales, conocidas como fake news, en definitiva, proteger los sistemas democráticos. "Las consecuencias impactarán sobre la vida diaria de los ciudadanos, de las empresas, en particular las medianas y pequeñas, y las administraciones públicas en su conjunto", afirman en Bruselas.

Francia impulsó la aprobación de estas medidas y le dio carácter prioritario en el ejercicio de su actual Presidencia del Consejo de la Unión Europea, sin duda una gran victoria.

A su vez, Europa envía un mensaje importante y sin precedentes a otros países, se propusieron un objetivo claro, lo decidieron en tiempo récord y golpean con sanciones donde más duele a estas empresas.

Siendo Europa la primera en regular ampliamente las actividades contra las Gafam ella sienta un precedente único, fija sus propias reglas de control, además define nuevos estándares mundiales, con la esperanza de que otros países logren lo mismo.

¿Pero quienes son "gatekeepers"? ¿Y cuál es el criterio que adoptó Bruselas para definirlos?

El Digital Market Act DMA los define como "todo grupo que opere por lo menos un servicio digital" ya sea e-comercio, todos los negocios relacionados con las aplicaciones de motores de búsqueda, las redes sociales, la publicidad digital, navegadores, asistentes vocales de televisión conectada...

La Unión Europa calcula que los ingresos que generan anualmente superan los 7,5 mil millones de euros, precisamente uno de los criterios adoptados para calificar los gatekeepers es la valorización de la empresa, la misma debe superar los 75 mil millones de euros.

Las Gafam en su conjunto entran dentro de esta definición, también otros grupos como el chino Alibaba (AliExpress) y el gigante holandés de reservación de hotelería conocido como Booking. Se estima que son servicios utilizados por 45 millones de ciudadanos europeos y más de 10.000 clientes profesionales.

Comportamientos prohibidos

¿Cuáles son los comportamientos prohibidos por el Digital Market Act y cuáles los cambios de las reglas de juego?

Desde hace años en Bruselas luchan por poner un freno a las prácticas desleales y anticompetencia de estas empresas, pero el sistema de aprobación es lento y con penas hasta ahora poco eficaces o dolorosas.

Las nuevas medidas adoptadas son revolucionarias, aquellos que entren en los criterios fijados para los "gatekeepers" tienen que obedecer a comportamientos ejemplares, bajo amenaza de penas disuasivas, de un 10% del monto de negocios a nivel mundial y un 20% si son reincidentes. A título de ejemplo, Amazon se arriesga a 40 mil millones de euros y si reincide a 80 mil millones suplementarios, si no cumple con la nueva regulación.

La lista de obligaciones contempladas a partir de ahora, cambia radicalmente el modelo de sus actividades. A no ser que obtengan una autorización, los grupos no podrán cruzar, con fines publicitarios, los datos de un mismo usuario de internet obtenido en sus diferentes servicios. Los Smart Phones de Google o Apple deberán permitir otras boutiques para comprar las diferentes aplicaciones, en otras palabras permitir la competencia a otras ofertas. Los servicios de pago preinstalados podrían ser suprimidas. Los motores de búsqueda no podrán favorecer sus propios productos y servicios como es el caso actualmente, los clientes de estos grupos podrán acceder gratuitamente a los datos, tanto comerciales como publicitarios. Los servicios de mensajerías deberán ser interoperables (el que utiliza WhatsApp podrá hablar con un usuario de Signal o Telegram).

 Además deberán informar a las autoridades de sus futuros proyectos de adquisición en el campo digital, bancario, de salud u otros. El objetivo es evitar las compras que implican la concentración económica y de poder en manos de pocos e imbatibles.
La reacción de las empresas no demoró en llegar, Apple manifiesta preocupación porque según ellos “las nuevas medidas pueden crear cierta inseguridad en materia de confidencialidad de los datos que disponen”. 
Google, por su parte, declaró que “se sienten preocupados por los riesgos potenciales en la innovación y la competencia que puedan surgir a iniciativa de otras empresas”. 
Sin duda habrá tensiones y pulseadas vigorosas para ver quién es el más fuerte en esta competencia.
La Comisión Europea, por su parte, se prepara para ser el gendarme del DMA y prepara su ejército: van a contratar a expertos en análisis de datos y algoritmos para mejorar los controles y hacer cumplir las nuevas medidas. 

 El camino

Europa muestra un camino a seguir al mundo, esperando que otros países que ya están trabajando en la misma dirección, como es el caso de Corea del Sur, Australia o los Estados Unidos, concreten medidas similares con el fin organizar y evitar la concentración de poder en manos de unos pocos del espacio digital en defensa de los consumidores y las empresas, permitiendo mejor visibilidad y nuevas inversiones.
Estados Unidos tiene varios proyectos de ley en curso, pero lo que no se puede afirmar es cómo van a interactuar en la administración del presidente demócrata Joe Biden, entre los senadores, la Cámara de Representantes, la Casa Blanca y se desconoce cuál puede ser el resultado final.
Sin duda, se necesita un verdadero liderazgo a nivel de las instituciones, firme convicción, trabajo en equipo y una verdadera voluntad política de los dirigentes.
¿Acaso no es el fin supremo, la esencia misma de la política y de nuestros representantes defender los intereses de las empresas y dar protección a los ciudadanos poniendo a disposición todos los instrumentos para lograr seguridad jurídica, equilibrio económico y bienestar general?
Europa demostró con el DMA que sí es posible, es cuestión de proponérselo y de que exista una verdadera ambición de lograr los objetivos.
 

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