La remarcación de precios en las góndolas en Salta y el resto del país es permanente. La mayoría de los salteños que pasan por los supermercados de la provincia comienzan a restringir su consumo o a elegir segundas marcas. Algunos especialistas advierten que se actualizan precios todos los meses y en algunos productos cada dos semanas. ¿Pero cómo fue el comportamiento de los precios en los supermercados en la última década?
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La remarcación de precios en las góndolas en Salta y el resto del país es permanente. La mayoría de los salteños que pasan por los supermercados de la provincia comienzan a restringir su consumo o a elegir segundas marcas. Algunos especialistas advierten que se actualizan precios todos los meses y en algunos productos cada dos semanas. ¿Pero cómo fue el comportamiento de los precios en los supermercados en la última década?
Comparar los precios de hace 10 años con los actuales puede ser un ejercicio tan simple como devastador, ya que no solo demuestra cuánto fue la inflación en determinados productos, sino también que señala cuál fue la pérdida del valor de nuestra moneda y, sobre todo, la de nuestro salario.
El Tribuno realizó un relevamiento de 24 productos que conforman parte de la canasta básica alimentaria del Indec y otros que no, como el helado y los productos de limpieza (ver gráfico página 3), y comparó sus precios para conocer cuáles fueron sus incrementos. Hay artículos que tuvieron más de 4.000% de aumento, lo que deja en claro los serios inconvenientes que tiene el país para poder contener ese problema que no escapa a ningún argentino: la inflación.
Según la revisión realizada por este medio los productos que más subieron son: la yerba mate, el jamón cocido, las galletitas dulces envasadas y la harina de trigo común con un 4.537%, 4.203%, 4.106% y 4.089%, respectivamente.
Un paquete de yerba mate de 500 gramos pasó de $5,8 en 2012 a $269, en 2022. Las galletitas dulces envasadas hace una década costaban $5,8 y ahora $244, mientras que la harina común pasó de costar $1,9 el kilo a $79,6.
La carne es un párrafo aparte. El asado, la comida predilecta de los argentinos, en una década tuvo una suba del 2.800%. El kilo de bola de lomo subió un 3.452% y la nalga, carne que se utiliza para milanesas, un 3.088%. El pollo no se quedó atrás y fue el que más aumentó con un 3.888%.
El kilo de asado surtido en 2012 salía $31 mientras que ahora $899. La bola de lomo y la nalga costaban $36 y $42 respectivamente y pasaron a costar en 2022, $1.279 y $1.339 cada una. Dentro de las carnes el que más subió fue el pollo que pasó de costar $8,4 el kilo en 2012 a $335 este año.
Hay un rubro que preocupa a la administración de Alberto Fernández y es el de alimentos y bebidas, que tuvo un incremento de 5,9%, que acumula una suba de 28% en 2022 y que anualizada llega al 62,1%. En el noroeste, región en la que se encuentra Salta, la inflación en alimentos es mayor. La acumulada llega al 28,9% y la interanual es del 63,5%.
Los que "menos" aumentaron
Los productos que menos aumentaron fueron: el arroz blanco simple con un 1.270%, los fideos secos tipo guisero con un 1.671%, la leche fresca entera en sachet con un 1.721% y la lavandina con 1.752%.
El arroz y los fideos son dos productos que nunca pueden faltar en la mesa de los salteños. El primero pasó de costar $5,4 en 2012 a $74 en 2022, mientras que el segundo de $3,8 a $67,32. La leche en sachet por un litro hace una década costaba $3,88 en las góndolas de los supermercados y ahora sale $70,66.
En diálogo con El Tribuno, el economista, titular de la Fundación Mediterránea del NOA y decano de la Facultad de Economía de la Ucasal, Lucas Dapena, afirmó que hay precios que suben porque "siguen la lógica internacional", pero que a su vez hay que sumar la situación local.
"Quiero decir con esto que hay cierta variación de precios que corresponden a lo que pueda pasar internacionalmente, pero ahí no estamos hablando de inflación. A eso le tenemos que sumar lo que pasa en el país donde hay productos que sí han acompañado a la inflación, mientras que hay otros que se han disparado y han estado totalmente descontrolados", expresó el economista.
Ese desfasaje se da por dos cuestiones. La primera es por la inflación que tiene Argentina que hace que se desvirtúe la moneda, entonces vos no sabés cuánto vale algo. Después por otro lado, toda la cantidad de restricciones administrativas o burocráticas que se les ponen a ciertos productos para tratar de contener o proteger precios o industrias.